Escrito sobre la lectura

Fecha: 16 de Agosto de 2017

Nombre: Andrés Felipe Torres A.

Presentado a: Profesor Alfonso Castell[pic 1]

Nietzsche afirma que existe la ilusión de haber leído, cuando todavía no se ha interpretado el texto. Estoy de acuerdo con esto ya que muchas veces decimos haber leído, pero cuando nos preguntan acerca de la interpretación y comprensión del texto, se pone en entredicho el haber leído, al no saber que responder, dar una respuesta desenfocada, y más aún, con la forma con la que escribe la persona que leyó.

Según Estanislao Zuleta (1978) el pensamiento filosófico funciona combinando tres Capacidades del hombre extraídas del libro “Zaratustra” de Nietzsche describiendo el espíritu:

1. Capacidad de admiración (Camello^[1]): Idealización, trabajo, labor.
2. Capacidad de oposición (León^[2]): Critica, rebelión.
3. Capacidad de creación (Niño^[3]): Juego, inocencia.

Muchas veces cuando leemos lo hacemos sólo porque nos toca o nos lo imponen ya sea en la Universidad o en un trabajo, esto provoca reactividad y pereza hacia la lectura, haciendo solo lo necesario para responder a un examen o a una capacitación. Sin embargo, me parece que sea cual fuere la lectura debemos aprender a utilizar estas tres capacidades para lograr hacer una correcta interpretación de ella, adicionalmente, si solo aplicásemos una de ellas, dice el autor (Zuleta, 1978), sería “una filosofía sombría, un dogmatismo (…) una filosofía rebelde que no es más que rebelión, una filosofía que no tiene ni apoyo en lo que busca integrarse (…) sino que se predica solo como juego, y que, como juego sólo es anarquismo vacío”.

Otro punto que me parece interesante es el que define la lectura: “leer no es recibir consumir, adquirir. Leer es trabajar (…) determinar el valor que el texto asigna a cada uno de sus términos, valor que puede estar en contradicción con el que posee el mismo término en otros textos” (Zuleta, 1978). En otras palabras, cada texto es un mundo distinto, y así mismo serán distintas las comprensiones e interpretaciones del valor y significado de cada palabra. No existen generalidades o “códigos comunes”^[4] entre textos, cada lectura tiene su propio código, el cual debemos ir descifrando a medida que nos sumergimos en el mundo y el contexto de la lectura. He ahí el trabajo del lector al cual hace referencia Zuleta.

Personalmente me siento cuestionado cuando el autor afirma con tal contundencia que el método para hacer un buen ejercicio de lectura es pensar, interpretar y criticar (Zuleta, 1978). Ya que, varias veces me he encontrado “leyendo”, pero en realidad pensando en otra cosa, o “leyendo por leer” sin realmente hacer un cuestionamiento profundo de lo que estoy recibiendo de la lectura, y más aún, “descifrando el código”^[5] con el cual el texto y el autor quieren emitir un mensaje o reflexión acerca de una temática en concreto. También me siento identificado cuando se menciona que lo que nos falta no son elementos sino interpretación, y pasar de una posición pasiva de lectura a una posición activa en la que se discuta el texto desde una “perspectiva”^[6] que produzca una pregunta abierta o una cuestión sin resolver, y que a medida que se vaya realizando la lectura se pueda ir preguntando.

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