Evangelio según San Marcos.

[pic 1]

FRANCISO MOYA PICAZO

UNIVERSIDAD

DE

VALENCIA

VALENCIA

2016

INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo, hablaremos de los evangelios y narraremos, de forma generalizada, la vida de Jesús de Nazaret, fundador del cristianismo y, por ende, fundador de un movimiento que puso en marcha el pensamiento y las acciones de la mayor parte de la humanidad hasta el día de hoy.

Cuando hablamos de los famosos evangelios^[1], hablamos de la narración de la vida y palabra de Jesucristo. Es aquí donde el nuevo testamento recoge los cuatro evangelios más representativos, a saber: los atribuidos a Mateo, Lucas, Marcos y Juan. Dentro de estos cuatro, encontramos los que se conocen como “evangelios sinópticos”.  Estos evangelios sinópticos son los atribuidos a los tres primeros evangelistas que hemos mencionado, ya que se considera que tienen una mayor conexión entre ellos con respecto al contenido. El evangelio que queda fuera de esta triada sinóptica es el de Juan, ya que dispone de grandes diferencias con respecto a los otros tres evangelios y el paralelismo en la continuidad narrativa sufre también grandes diferencias.^[2]

No solo existen los evangelios que ya hemos nombrado si no que existe una variedad que, debido a su contenido poco veraz o incluso “herético” (considerado así por los especialistas) no se han tenido en cuenta a la hora de relatar la vida de Jesucristo. Toda esta búsqueda “intensiva” de la verdad sobre la vida de Jesucristo surge con la expansión de la llamada “ciencia bíblica”, donde se lleva a cabo una metodología estricta en relación a la forma y contenido de la narración, teniendo en cuenta y estudiando a fondo tanto en el ámbito arqueológico, literario, histórico, filológico y social en las biblias judía y cristiana.

Gracias a la ciencia bíblica y el intento de resolución del “problema sinóptico”, el evangelio según Marcos deja de ser el menos influyente para ascender a la cúspide en la pirámide del nuevo testamento. Su posición cambia radicalmente debido al acuerdo entre los especialistas con respecto a la antigüedad y procedencia de este. Pasa a ser considerado el más antiguo de los evangelios y también, considerado como método de fuente para los demás.

Una de las principales diferencias entre el evangelio de Marcos y los de Mateo y Lucas, es que el primero se dedica a narrar la vida de Jesús de Nazaret desde su bautismo, ya que parece ser que lo que más le importaba al autor eran la muerte y resurrección del protagonista, así como dar mayor importancia a los dichos y predicaciones de este.

JESÚS, CRISTO O JESUCRISTO

Veo esencial llegados a este punto el hablar brevemente del que será el protagonista en los evangelios y, claro está, en toda la tradición cristiana. Este personaje ha sido, es y será, posiblemente la figura más representativa no solo en la tradición cristiana o en líneas más generales, en la historia de la teología (ya que se le conoce en todas las religiones actuales e influye en mayor o menor medida en la mayoría) sino también en la tradición histórica de la humanidad desde el siglo I.

Jesús de Nazaret, también conocido como Jesús, Cristo o Jesucristo, es la figura principal en estos escritos y, como ya hemos mencionado, en la religión cristiana. En primera línea, la importancia de Jesucristo estriba en que se le reconoce como el “Hijo de Dios” y por extensión, en la encarnación de Dios mismo.

“Sin dudas Jesucristo es uno de los hombres que más profundamente ha influido en la historia de la Humanidad. Su predicamento en vida, se transformó tras su muerte y dando lugar a una nueva religión, que se extendió por buena parte del mundo occidental, a través de la evangelización llevada adelante por la Iglesia Católica.”^[3]

Según los evangelios y los documentos no cristianos, Jesús pudo haber nacido antes del año 8 o 7 anterior a nuestra era. Su llamada “pasión”^[4] y su muerte se remontan al año 30 de nuestra era. Este ultimo momento de su vida es prácticamente el más importante y llamativo, pues está cargado de simbolismo. Se dice que Jesús, después de su muerte, resucitó como símbolo de reconciliación entre Dios y la humanidad. Esta reconciliación se basa en el pecado y en el arrepentimiento de este.

En efecto, el sacrificio de Jesucristo propició la reconciliación del hombre con Dios ya que, debido al pecado, se consideraba al hombre enemigo de Dios:

“Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida”.^[5]

Después de la muerte de su hijo y de su perdón hacia el hombre, Dios pasa de una relación de enemistad con la humanidad a una relación de amistad; de un estado de guerra, a un estado de paz:

“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.”^[6]

La importancia de su muerte y resurrección como mensaje de paz (aun considerándolo una contradicción), no significa que su vida no fuera importante.

Jesús de Nazaret era un predicador ambulante. Tras sortear una serie de pruebas de ascetismo, entre la población que le rodeaba, aumentó su popularidad y, también, el número de sus seguidores. Entre estos seguidores, fueron apareciendo ciertas personas que destacaban entre las demás y que dejaron todo a un lado, para seguirle. Eran los doce hombres que conformaban el núcleo más cercano a Jesús. Eran quienes hoy conocemos como los doce apóstoles.

Jesucristo dedicó gran parte de su juventud (y de su vida) a predicar las enseñanzas de Dios. Así, recorrió numerosos lugares de Palestina, consiguiendo que le escuchasen por todas las partes del mundo. ¿Cómo podía mover tantas masas? Jesús de Nazaret, era considerado por su forma de hablar y argumentar, un hombre de gran sabiduría, como veremos más adelante.

Es así como en un mundo donde las teologías y cosmogonías tienen un papel decisivo en las acciones de las personas y en sus pensamientos (esto se rompe con la modernidad y la secularización), un personaje como Jesucristo con sus milagros y mensajes, aun sin saber a ciencia cierta su veracidad, haya influido tanto en la humanidad.

De tal grado es su influencia, que sus llamados “creyentes” o “seguidores” de épocas tardías (es decir, posteriores a su muerte) han intentado descifrar los mensajes que la sociedad o la religión del cristianismo dejan en el camino de la historia. Es decir, surgen personas que, apasionadas por las enseñanzas de Jesucristo, buscan información, o narrar hechos de su vida, mediante la investigación. Es aquí donde entran los anteriormente mencionados, evangelios. Y puesto que el evangelio de Marcos es considerado el más antiguo, nos servirá para conocer más de cerca la vida simbólica y metafórica de Jesús de Nazaret.

...