Felicidad y destino

FILOSOFÌA

ALUMNO: JULIAN ALEJANDRO CANLLO

CARRERA: ABOGACIA

AÑO: 2022

TEMA DE ENSAYO: “FELICIDAD Y DESTINO”

INTRODUCCIÓN

La búsqueda de la felicidad se ha convertido en una de las principales preocupaciones del ser humano en la actualidad, y esto sigue siendo relevante aun hoy, ya que forma parte de la esencia que nos constituye como personas. El hombre reflexiona para construir su vida según valores, y “ser feliz” supone que el hombre puede ser capaz de alcanzar un equilibrio que supere dificultades y conflictos. El hombre no debe olvidar que la felicidad es el resultado de una conquista primero sobre él mismo y luego sobre un mundo en el que debe tener en cuenta no solo las fuerzas naturales, sino también a los otros hombres, si desea ser feliz. Para algunos los momentos de felicidad se obtienen de maneras diferentes, algunos de esos momentos pueden variar dependiendo de la persona. Algunas personas dicen: “la felicidad yo la consigo sintiéndome en paz y armonía con Dios” (y según la Biblia: “La felicidad está determinada por la relación que se tenga con Dios por medio de la fe y la obediencia que se tenga a sus mandamientos” o “la felicidad es vista como un regalo dado por Dios a sus hijos puesto que es la recompensa para quienes obran conforme a su palabra”), otras personas relacionan a la felicidad “con el amor propio, el de la familia, amigos, novia y los que lo rodean”, otros “con la obtención de logros a nivel personal, profesional que permiten mejorar la calidad de vida y la de la de la familia”, y otros, por último “con el placer” (como cita Epicuro en una de sus frases: “El placer es el principio y el fin de una vida feliz”).

FELICIDAD Y DESTINO

La felicidad es un estado que depende en gran medida de nosotros mismos. Siempre se dijo que la felicidad es una decisión, uno puede elegir “ser feliz”. Como seres humanos podemos salir en búsqueda de nuestra felicidad. Podemos combatir las emociones negativas, proyectando emociones positivas, como la empatía, el perdón, la serenidad y, en especial, la gratitud. Por ejemplo, perdonar, no es olvidar, sino que es recordar sin dolor ni resentimiento, y ese hecho de perdonar muchas veces por dentro nos hace más feliz a nosotros mismos que a la persona que perdonamos, la cual no tiene por qué enterarse de ello. El perdón como causa de felicidad es también esa reconciliación con uno mismo, nos hace mirar hacia delante con un gran optimismo, autoestima e inevitablemente nos sentimos mejor. No es tarea fácil, pero es recomendable y reconfortante, aunque sea costoso para algunos.

Por otra parte, a veces, nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después de casarnos o después de tener un hijo, etc. Entonces, en muchos casos, llegamos a sentirnos frustrados cuando prolongamos lo que queremos o anhelamos, o si finalmente no sucede, como cuando decimos que seremos felices cuando tengamos un mejor auto del que tenemos, o una mejor casa, o cuando nos podamos ir de vacaciones a algún lado, o cuando estemos retirados o jubilados; y la verdad es que no hay mejor momento para ser felices que ahora. Muchas veces debemos preguntarnos, y si no es ahora ¿Cuándo?.

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