IDENTIDAD PROFESIONAL Y ÉTICA DEL NOSMALISTA YUCATECO

Identidad profesional

y ética del normalista yucateco

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Este ensayo trata  de la identidad profesional y ética del normalista yucateco. El docente tiene la función de formar a los estudiantes que dentro de poco serán el futuro de nuestra sociedad. Por ello,  para nosotros es necesario hablar sobre los rasgos del perfil de egreso y la identidad que nos mueve para educar a nuestros estudiantes.

Desarrollo

          La identidad profesional se puede definir como el conjunto de características que pertenecen a un individuo o grupo de personas unidas bajo la misma profesión.

En el caso de los rasgos del perfil de egreso de los normalistas, los cuales definen nuestra identidad, hemos decido presentarlos en dos partes: los rasgos explícitos y los rasgos implícitos.

         Los rasgos explícitos, son aquellos que califica la institución y los designa como características deseables del futuro docente al terminar su educación. Por mencionar algunos: la disposición, el respeto, el cuidado del aspecto personal, el uso del uniforme, la asistencia y la puntualidad.

Dentro de este mismo rubro  se encuentra la disposición, seguramente la mayoría tiene en mente la obligación de participar en los eventos escolares o cubrir algún grupo. No obstante, para muchos maestros en Yucatán y sin lugar a duda a lo largo del país  esto es apenas el principio de la disposición. Durante, las jornadas de práctica hemos logrado observar que el docente no se le encomienda únicamente la instrucción de los alumnos. En los lugares más apartados de la república se requiere: gestionar apoyos, administrar los recursos de la escuela, generar campañas de salud, atender las necesidades de la comunidad, buscar la manera de comunicarse con los padres de familia maya hablantes que no dominan completamente el español, limpiar la escuela, entre otros.

Al principio, todo lo anterior puede generar inseguridad en el maestro, así pues  el normalista que se ve reflejado dentro de poco en la misma situación puede entrar en un periodo de desanimo, sin embargo; los alumnos que permanecen adquieren un sentido de compromiso por la educación de sus alumnos, es allí donde se conforma nuestra identidad normalista, así como, se reafirma nuestra vocación.

Por otra parte, el respeto desde el punto de vista del normalista, se genera por medio de la educación. Un niño o adolescente indisciplinado es en consecuencia alguien que no ha aprendido a controlar sus emociones, no ha tenido una instrucción adecuada o desconoce otra manera de comunicarse.

Por lo tanto, nosotros como docentes no podemos omitir este rasgo pues somos los primeros que debemos tratar con respeto a todos los que nos rodean, recordemos         que es imprescindible enseñar por medio del ejemplo a nuestros alumnos. El maestro, debe servir de guía a los alumnos para resolver sus conflictos. Teniendo en cuenta que no hay necesidad de agredir verbal, o físicamente a otra persona.  Es común tener ideas, creencias, así como costumbres diferentes, pero, podemos convivir por medio de la tolerancia y el diálogo.

En cuanto, al cuidado del aspecto personal se nos pide mantener una buena higiene personal, presentar el uniforme limpio y para las mujeres evitar el maquillaje excesivo sin caer en el desarreglo personal. Con el objetivo, de que los alumnos aprendan a seguir las normas, puesto que, si nosotros no las acatamos cómo se los podemos exigir a ellos. La razón de este rasgo no es solo cumplir con una orden; es necesario comprender que la higiene es un reflejo de nosotros mismos  desde el ámbito físico y emocional. Recordemos cuando éramos niños nos fijábamos de: la vestimenta, la forma de ser e incluso la manera de caminar de nuestros maestros, más allá de la curiosidad lo hacíamos porque, nos interesaba ser como ellos algún día. Por lo tanto, los exhorto a pensar un momento y preguntarse de que manera esperamos ver a los: doctores, ingenieros, maestros u oficinistas, en unos años. Puesto que, todos ellos serán los alumnos que tenemos a nuestro cargo hoy, tomando en cuenta que nosotros somos un claro ejemplo para esos futuros profesionistas que estaremos formando día con día, y por tal motivo nuestro objetivo es hacer que esos alumnos  sean también un claro ejemplo para los que vienen en adelante.

         Otro punto importante, es el uniforme en particular deseo hablar del siguiente punto en dos vertientes; el primero, es que se utiliza para enseñar a los alumnos de secundaria a portar su uniforme con orgullo; segundo, para dar un sentido de pertenencia a los alumnos normalistas. El uniforme nos recuerda que debemos tener bien puesta nuestra camiseta, en decir, estar de acuerdo con la ideología de la institución de la cual soy parte con una firme convicción de enseñar. En nuestra camiseta se encuentra el siguiente lema "aprendiendo hoy para enseñar mañana” y no creo encontrar otro que defina mejor a nuestra escuela.

          La normal se caracteriza frente a otras escuelas de la región debido a  que no se centra en enseñar a los alumnos conocimientos teóricos para trabajar. El normalista aprende para hacer que el conocimiento pueda ser adquirido por otras personas y como desarrollar ese aprendizaje.

 Ahora bien, conocer la información no significa poder generar una enseñanza. Para ello, es necesario transmitir conocimientos  pero, es aún más importante lograr hacer al alumno copartícipe de su proceso de enseñanza puesto que sólo de la siguiente forma se puede lograr un aprendizaje significativo.

Otros rasgos son la asistencia y la puntualidad las cuales juegan un papel importante, como parte de nuestro compromiso social de brindar educación.  Es imposible pensar en generar una educación de calidad sin ir a impartir clases. Incluso en los lugares más apartados porque todos los niños y adolescentes tienen el mismo derecho a recibir una educación de calidad. Muchos de nosotros asistimos a clases todos los días a pesar de vivir en lugares fuera de la periferia de Mérida dónde se encuentra ubicada nuestra escuela. Para llegar viajamos cerca de dos a tres horas al día para llegar. Incluso durante, las prácticas de observación y práctica docente se nos asigna en lugares diferentes al de nuestra procedencia. Para ofrecernos una vista más realista de la labor docente. Por lo cual, nos hemos levantado incluso a las 3:50 am para impartir clases en la escuela donde realizamos nuestra práctica docente.

Por otra parte, los rasgos implícitos son aquellos que conforman parte de nuestra identidad a pesar de no estar en los rasgos establecidos en el programa debido a, los valores de la comunidad en la vivimos, nuestro antecedente histórico y las experiencias adquiridas en la práctica docente.

La educación ha cambiado cada vez más conforme a los ámbitos políticos, así pues, los estudiantes normalistas como formadores de adolescentes tienen que responder a una gran interrogante ¿De qué forma pueden influir para formar la identidad de los adolescentes mexicanos?; con ello en mente es necesario definir una identidad nacional, pero sobre todo es necesario distinguir qué tipo de mexicanos deseamos formar.

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