IDENTIDAD Y RECONOCIMIENTO DE CHARLES TAYLOR

IDENTIDAD Y RECONOCIMIENTO

CHARLES TAYLOR

LEONARDO CONTRERAS

DOCENTE

LUISA ARMANDO BAUTISTA

FACULTAD DE DERECHO

UNIVERSIDAD DE SANTANDER

CÚCUTA NORTE DE SANTANDER

12 DE AGOSTO 2016

IDENTIDAD Y RECONOCIMIENTO

CHARLES TAYLOR

Identidad y reconocimiento:

Empecemos por definir ¿qué es la identidad? es lo que permite que alguien se reconozca a sí mismo; es todo aquello que nos define como individuos. La identidad es principalmente un concepto psicológico, con ayuda del cual se trata de comprender una dimensión importante de la conciencia de sí. 

Según Erik Erikson, una identidad es una definición de sí mismo, en parte implícita, que un agente humano debe poder elaborar en el curso de su conversión en adulto y seguir redefiniéndose a lo largo de su vida; es decir, que cada individuo construye su identidad día a día, en donde hay momentos que se corre el riesgo de perder la conciencia, y caer en una “crisis de identidad” como lo llama Erikson.
Podemos decir entonces, que nuestra identidad define nuestro comportamiento moral, a partir de ello definimos lo relevante y/o menos importante para nuestra vida, es por ello que cuando caemos en esa crisis de identidad, perdemos la noción de estas referencias.

Le atribuimos la identidad a los pre-modernos, pues ellos también vivían en un horizonte moral, pero no era propio de cada individuo sino que dependían de lo universal, antes que de lo personal, pues los horizontes ya están establecidos, no era cuestión de innovar, explorar o identificar originalidades porque ya el destino estaba enteramente dado o definido. 

Mientras que la identidad moderna se basa y se concibe por el individuo, para Charles Taylor en su tarea de describir y descifrar la génesis de la identidad moderna, es aquella que indaga las relaciones entre la identidad colectiva y la individual. La idea moderna de ser o tener un yo, conduce a su vez a la noción de una interioridad. Sin embargo, se trata de un yo imposible de ser articulado totalmente y solo definible a partir de un asunto de interlocución con los otros. 

Hablar de identidad es concebir mi horizonte moral como destino, ya que es parte integral de la civilización moderna. El individuo participa, se puede decir que negocia con su entorno, pero no dispone de su plena voluntad; es ahí donde sale la revolución expresivista, la de reconocer en cada individuo su modo de ser humano y que lo lleva a realizarlo en toda su originalidad antes que a ajustarse a lo exigido por la sociedad. 

La identidad otorgada entonces, se debe a un modo personal-social, y a esa misma revolución expresivista que desplaza al horizonte moral del destino al de la negociación y reconocimiento.

Por lo anterior, nace un segundo interrogante ¿qué es la identidad colectiva? Como una mezcla entre la originalidad de los individuos (expresivista) y la diferencia entre los pueblos. 

Cabe mencionar, que la identidad individual y grupal está relacionada, pues los individuos se identifican por sus relaciones y comportamientos colectivos, es entonces un horizonte moral que permite definir aspectos culturales, religiosos, políticos, entre otros; siendo la comunidad histórica la que presenta ciertos horizontes e identidades constituidas. 

El pertenecer a un grupo con diferentes individuos que comparten y se identifican sólidamente, es cuando se convierte en identidad colectiva, que subyace una acción común en la historia (como es el caso de las Naciones-Estado). 

Un Estado-Nación nace de lo anterior, de un pueblo con identidad que afronta siempre nuevas cuestiones y aspira a crear consenso en diferentes decisiones y no crear resultados con decisiones dispersas e individuales (sí es democrático), claro está que la opinión de cada uno cuenta, y sale a discusión con unos y otros, para llegar a una deliberación legitima y común.

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