Instituto de formación docente n°155
Enviado por Paola1025 • 25 de Junio de 2017 • Examen • 3.683 Palabras (15 Páginas) • 249 Visitas
INSTITUTO: Instituto de formación docente n°155
CARRERA: Profesorado de educación primaria
ASIGNATURA: Pedagogía
PROFESORA: De Mingo, Ana Clara
APELLIDO Y NOMBRE: Sala, Paola
AÑO LECTIVO: 2017
1-Dussel y Caruso afirman que la religión es la partera de la escuela porque fueron transcendiendo muchos hechos históricos que involucraron directamente a instituciones eclesiásticas en la Edad Media y comienzo de la Modernidad, para crear finalmente lo que hoy llamamos "escuela".
En la Edad Media y comienzo de la Modernidad las tareas principales de la escuela elemental, básica o primaria no estaban incluidas, no existían. Lo que era "escolarizado" solo era vinculado a la cultura y al latín, considerándose a la escuela solo con una función cultural, y una formación eclesiástica, de esta manera, nadie reclamaba que la escuela sea para todos.
En el siglo XV, en una campaña eclesiástica, se forma un internado para sacarle la libertad de calle a los niños y encaminarlos para su vida futura, una vida comunitaria, marcada por una praxis religiosa. Las escuelas se hicieron complejas en aulas y oración, y se diseño un modo único para todos, con asientos enfrentados, y el maestro ocupaba un extremo e iba circulando entre los ellos, transformando después a ese “internado”, en ritos religiosos, y rutinas prescriptas como espacio de aprendizaje, siendo “el gran tema de la pedagogía que emerge y se desarrolla en el siglo XVI” (Foucault, 1991, página 87).
En el siglo XVI el gobierno ajusta a los niños a un encierro en las instituciones pretendiendo la formación completa del niño y el adolescente, pensando el internado como ámbito de aprendizaje futuro.
“Durante un largo tiempo, la escuela no toma en cuenta la división por edades, porque el objetivo no era educar a los niños, la escuela media no quería formarlos social y moralmente, y la escuela medieval los capacitaba para ser curas” (Ariès, 1996, página 458). De esta forma se encaminaba que “la enseñanza del maestro de escritura, era solo para adultos” (Ariès, 1996, página 419). Ariès llega a concluir que había que transmitir conocimiento a niños pequeños, pero no encuentran un método para ello, porque la infancia como tal no existía en la Edad Media, y se iba formando en la modernidad temprana.
En este momento es cuando el niño toma aquí un lugar diferencial, y empiezan a surgir preguntas como: ¿porqué se merecen un tratamiento especial? ¿porqué necesitan de método especial para la enseñanza?.
Dussel y Caruso en los siglos XV-XVI marcan una nueva era social, característica del crecimiento urbano, estructuración territorial de los estados, una concentración de poder en las monarquías, y la aparición de lo científico. Esta “nueva era social” se produce justo en 1492 con el descubrimiento de américa y la división del cristianismo europeo occidental en varias confesiones. “La religión fue la partera de la escuela, porque el ámbito de la iglesia era el que preservaba el saber letrado, los intelectuales eran clérigos que observaban las reglas de la vida religiosa” (Dussel y Caruso, 1999, página 45). Es aquí cuando aparece la figura de Martín Lutero (1483-1546), quien fue el iniciador de la división del cristianismo europeo occidental. Formuló 95 tesis contra prácticas y creencias de la iglesia y pedía una discusión al respecto, formándose frentes a favor y en contra de él. Figuras como Lutero poblaban la Europa del norte desde antes de la irrupción del desafío organizado. Los protestantes reclamaban una nueva forma de autoridad religiosa. El punto más demandado por parte de Lutero era la práctica de la confesión, ya que en esa época el perdón de la iglesia se compraba, por lo que atacó su hipocresía, ya que, algunos papas usaron esta arma de manera política y financiera. Para Lutero no era importante la absolución, sino el no pecar. Planteó formar la conciencia de los fieles y trabajar sobre su interioridad. Para él, la fe era cuestión de conciencia individual y la coerción podía tener efectos contrarios a los que se buscaban. El propósito de los protestaste era gobernar las almas y así establecieron la lectura colectiva de la biblia y la escritura de diarios íntimos que reflexionó acerca de la conducta, para ellos cada fiel es responsable de su salvación, y el pastor administra o aconseja de quien no depende la salvación y la condena. De esta forma la autoridad de iglesia exterior es reemplazada por la conciencia interior (Dussel y Caruso, 1996, página 46).
La discusión sobre ideas religiosas significaron 150 años de enfrentamiento y causó la historia más sangrienta de Europa. Este capítulo de Dussel y Caruso se escribe mientras jefes del estado de Europa festejan el tratado de paz de Westfalia, firmado hace 350 años (1648), poniendo fin a la guerra de los 30 años, las que se denominaron confesiones a partir de la irrupción de Lutero denominándose confesiones: la católica y protestante. La religión era hegemónica, por un lado, se enfrenta la Reforma protestante con "conciencia individual", y por otro, la iglesia católica con su posición tradicional, todo de ambas partes para mantener a sus fieles, denominándose "Reforma y Contrarreforma".
A partir de la irrupción protestante, en las iglesias se buscaba la convicción interior, que no sea solo obedientemente , sino también, el qué, porqué, y el cómo de las decisiones (Dussel y Caruso, 1996, página 48).
“Lutero planteó que el acceso de todos a la lectura es lo mejor para conectarse con la divinidad , es aquí cuando tradujo la biblia, de latín , al alemán, dando un desarrollo masivo para una nueva institución: la escuela elemental” (Lutero, 1969, página 69). Pero solamente se les enseñaba a leer y no a escribir, porque eso se le reservaba a escuelas superiores.
Los protestantes conformaron el impulso a la escolarización, y en particular, a la pedagogía. Se planteaba que la vida debía seguir una regla, un orden, dado por el cumplimiento de las escrituras sagradas, y que la iglesia imponía esta disciplina ante sus fieles. Los calvinistas decían que el hombre (guiado por la iglesia) podía gobernar sus pasiones, y debía educarse por tal fin. Le dieron importancia al método de enseñanza y conducción de la iglesia. En 1534, dentro de la iglesia católica, se funda una orden denominada Sosietas Jesu (compañía de Jesús). Llamaban a sus integrantes "jesuitas" , quienes formaron una cohorte jerarquizada y con algunas remembranzas militares, que combatieron la influencia creciente de los protestantes; obedecieron directamente al papa en contra del señor local ; y se destacaron por su acción educativa, fundando numerosos colegios y universidades que cubrieron toda Europa. Durkheim dice que si bien los Jesuitas recuperaban el terreno perdido entre Reforma protestante, comprendieron que para alcanzar ese objetivo se tendrían que enfocar en la dominación de la educación juvenil. Y se apoderaron de ello. Para gobernar a los fieles fue necesario un proceso de afianzamiento de ciertas disposiciones, actitudes e ideas. El proceso de escolarización, dada su longitud, perseverancia y constancia, aparecía como forma masiva ideal para hacerlo (Dussel y Caruso, 1996, página 52).
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