LA ANTROPOLOGÍA CRISTIANA, A PRUEBA POR LA CLONACIÓN DE SERES HUMANOS
Enviado por vhuv • 10 de Diciembre de 2022 • Informe • 1.947 Palabras (8 Páginas) • 109 Visitas
LA ANTROPOLOGÍA CRISTIANA,
A PRUEBA POR LA CLONACIÓN
DE SERES HUMANOS
El 23 de febrero de 1997 el diario The Observer daba la noticia de la
existencia de un mamífero superior, la oveja llamada «Dolly», obtenido
por clonación en Edimburgo a partir de células no embrionarias de un
animal adulto, es decir, por el procedimiento conocido como «transferencia nuclear» 1
• Dolly tenía ya para entonces siete meses. Un clamor
* Juan A. Martínez Camino (Asturias, 1953) es jesuita, profesor de Antropología Teológica en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Comillas de
Madrid. Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Valladolid y doctor
en Teología por la Philosophische-Theologische Hochschule Sankt Georgen de
Frankfurt del Meno. Entre sus publicaciones están Recibir la libertad. Dos propuestas
de fundamentación de la teología en la modenzidad: W. Pannenberg y E. lüngel (Madrid 1992) y Libertad de verdad. Sobre la Veritatis splendor (Madrid 1995). Es director
del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe (1993) y Miembro de la «Academie Internationale des Sciences Religienses>> (1997).
' La clonación consiste en la producción de dos o más individuos genéticamente idénticos. Puede hacerse fundamentalmente de dos maneras: por fisión gemelar o por transferencia nuclear.
La fisión gemelar se obtiene provocando artificialmente lo que sucede de modo
natural cuando de un óvulo fecundado provienen dos o más individuos gemelos. Por
eso se llama también clonación embrionaria, porque consiste en dividir el embrión
precoz en dos o más. Este tipo de clonación ha sido ya aplicado con <<éxito>> a em74 (1999) ESTUDIOS ECLESIÁSTICOS 73-93
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casi unánime se levantó inmediatamente para protestar contra la posible aplicación de estas técnicas al ser humano. Los mismos científicos
del Instituto Roslin, a quienes se debe esta llamativa innovación en el
campo de la ingeniería genética, se apresuraron a declarar que considerarían <<repugnante>> 2 su utilización en seres humanos.
Está claro que la posibilidad de clonar hombres despierta, hoy por
hoy, un rechazo casi instintivo en la sensibilidad de la mayoría de la gente3. ¿Por qué? ¿Con razones suficientes o sin ellas? Esto es lo que queremos preguntamos aquí tratando de ir hasta el fondo de la cuestión. Y el
fondo de la cuestión está en la llamada <<procreática», es decir, en todo
ese inmenso artificio técnico que ha ido creciendo en los últimos veinte
años en torno a la procreación humana con el fin de conseguir <<buenos
resultados» a toda costa y que ahora está a punto de incorporar una nueva posibilidad: la producción de seres humanos de forma asexual. Pensamos que, por desgracia, si resulta técnicamente factible, se llegará a la
clonación como un modo «normal» más de reproducción humana, a no
ser que se replanteen a fondo los presupuestos ético-antropológicos que
están legitimando ya hoy como «normal» la reproducción artificial en
sus diversas formas. La clonación se inscribe en la lógica de la reproducción artificial y no podrá ser eficazmente prevenida si no se rompe
briones humanos: lo hicieron en 1993 Jerry Hall y Robert Stillman, investigadores
del Laboratorio de Fecundación in Vitro y Andrología de la Universidad George Washigton. Los embriones gemelos no fueron implantados y, por tanto, no se dio lugar
a ningún nacimiento.
La transferencia nuclear se había realizado hasta ahora en algunos anfibios. Al
óvulo fecundado se le extrae el núcleo y, en su lugar, se le implanta el núcleo de una
célula somática (no germinal) de un adulto de la misma especie. Se pensaba que esta técnica era inviable en mamíferos. Pero es el procedimiento por el que se ha producido a Dolly, que es genéticamente idéntica al adulto que ha aportado el núcleo
transferido. Por tanto, esta oveja no tiene propiamente ni padre ni madre, es decir,
no procede de la fusión de un gameto de macho y de otro de hembra, sino que es réplica genética del adulto que ha aportado el núcleo implantado.
' Así se expresa el <<padre» de <<Dolly», Ian Wilmut, en declaraciones recogidas
por el diario El Mundo del 24 de febrero de 1997. 3 Según una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), hecha
en marzo de 1997, el 70 por 100 de la población estaría a favor de que la autoridad
haga todo lo posible por impedir la investigación y los experimentos relativos a la
clonación de humanos. La Ley española sobre Técnicas de Reproducción asistida
(35/1988) prohibe la clonación. Marcelo Palacios, el diputado socialista responsable
de su redacción, cuando saltó a la prensa que en los Estados Unidos se habían clonado embriones humanos, declaraba que la ley española prohibe la clonación porque «por ahora la sociedad española no la considera aceptable» (diario El País, 26 de
octubre de 1993. La cursiva es mía).
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con esa lógica. Esto no será fácil, pero el momento no es el peor. La gente está un tanto alarmada ante la posibilidad de la clonación ¿No se podrá ahora comprender dónde ha estado realmente la desviación del camino que nos aboca a estas salidas tan «repugnantes»?
The Observer daba la noticia de la existencia de <<Dolly>> justo al día
siguiente del décimo aniversario de la publicación de la Instrucción de
la Congregación para la Doctrina de la Fe «Sobre el respeto de la vida
humana naciente y la dignidad de la procreación>>, conocida como la
Donum vitae (El don de la vida). En aquel documento, que lleva fecha
del 22 de febrero de 1987, leemos lo siguiente:
«También los intentos y las hipótesis de obtener un ser humano sin
conexión alguna con la sexualidad mediante fisión gemelar, clonación,
partenogénesis, deben ser considerados contrarios a la moral en cuanto que están en contraste con la dignidad tanto de la procreación humana como de la unión conyugal>> (1, 6).
La Congregación hablaba hace
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