Ley moral Natural

La ley moral natural “La ley moral natural es la luz de nuestra inteligencia en virtud de la cual las realidades morales resultan accesibles al hombre, y que hace posible que éste posea espontáneamente una experiencia moral”.

1. Es una ley no escrita, sino  grabada en la razón humana, que es condición de posibilidad de las leyes escritas, porque constituye radicalmente al hombre como ser moral.
2. Es “natural” porque puede ser conocida con independencia de cualquier mandato de la autoridad política, religiosa, familiar, etc.
3. Es intrínseca al hombre y por tanto racional e inteligible.

PRIMER PRINCIPIO DE LA LEY MORAL

 Todo el comportamiento humano libre se ilumina normalmente por un  primer principio de la razón.

“Haz el bien y evita el mal”.

Se trata de una  percepción del bien como lo que se debe hacer y del mal como lo que se debe evitar, que suele comprenderse  e ilustrar el juicio de modo natural.  No se trata de un juicio, sino de una luz natural de la inteligencia, que no depende de la voluntad humana. Este precepto, el más importante,  hace referencia  directamente al  orden de la voluntad respecto al fin último.

Postula una búsqueda del bien como punto de partida en la vida personal.

Se entiende entonces que se acepte generalmente que el primer precepto sea el  amor a Dios en la mayoría de civilizaciones y culturas.

LOS PRECEPTOS DE LA LEY MORAL NATURAL

Sobre ese primer principio, se vislumbran otros postulados de la ley natural. Son un conjunto de enunciados normativos que dicen que tal comportamiento se debe hacer o no se debe hacer.

Hay tres categorías:

1. Los preceptos primeros  Son de máxima evidencia para todos  (presumiendo la ausencia de patologías o deformaciones graves de la conciencia). Su  generalidad hace superflua cualquier promulgación positiva. (Ejemplo: no hagas a los demás el mal que no quieres que te hagan a ti)
2. Los preceptos segundos Se refieren a ámbitos operativos concretos. Pueden ser conocidos a partir de los primeros mediante razonamientos muy sencillos, al alcance de todos. (Ejemplo:   no matar, no robar, no mentir).
3. Los preceptos de tercera categoría Se fundamentan, lógicamente en los de la segunda categoría, y requieren niveles de  razonamiento más complejo (que normalmente solo están al alcance de personas con un conocimiento más profundo de la ética).  Muchos de ellos han sido expresados tras  serias reflexiones sobre el comportamiento humano. (Ejemplos: fundamentación ética de la clonación o la manipulación genética humana).

La inmutabilidad de las exigencias éticas naturales

1. La naturaleza del ser humano (que es inmutable en todo lugar y tiempo) es el sustrato de las normas  éticas  que ordenan su vida.
2. Es real que  el  cambio de circunstancias y culturas introduce ciertas variaciones en el ser de ciertas acciones y por tanto en la valoración de su moralidad.
3. La libertad humana admite la posibilidad de actuar conforme o en contra de los postulados de la ley natural en su actuación práctica (en contra incluso de lo que le propone la recta razón).

EXPLICACIÓN DEL ORIGEN DE LA LEY NATURAL

1. En el marco de la concepción creacionista del ser humano, la ley moral natural implica a Dios como  su autor y fundamento último.
2. Si se concibe la creación como obra de la Inteligencia y del Amor, se explica la norma, el fin y el fundamento de la distinción entre lo bueno y lo malo.
3. La razón humana discierne el bien y el mal gracias a la capacidad que tiene su inteligencia para hacerlo.

EL BIEN

El bien propio del hombre y de sus acciones libres  se identifica con la rectitud de su conducta

FUNDAMENTO DEL BIEN MORAL

La NATURALEZA es la misma esencia  constitutiva de un ente en cuanto es principio de sus operaciones específicas.

La NATURALEZA HUMANA   es también ley, norma y criterio de la libre actividad humana: constituye el fundamento ontológico de nuestra conducta.

BIEN MORAL Y LIBERTAD HUMANA

El bien adquiere en el hombre carácter moral  porque el hombre es libre,  de manera que la consecución de su bien depende y es causada por su libre autodeterminación.

“la razón  entiende como bienes todas aquellas cosas hacia las que tiende la naturaleza”   (Tomás de Aquino)

BIEN   Y  FINALIDAD

El  bien tiene de suya razón de fin. El fin es aquello por cuya consecución el agente se mueve a obrar.

La FINALIDAD  está presente  en la actividad de todos los entes, sean libres o no  (hecho que plantea interrogantes sobre la naturaleza de los seres irracionales).

1. La bondad de las cosas es un aspecto de su ser; Los entes son amables, por ser buenos; La raíz de la bondad consiste en la perfección propia de los entes.

EL FIN ÚLTIMO

Para Tomás de Aquino el fin último es un bien querido por sí mismo  (lo que da sentido a nuestra existencia humana, engloba, motiva y direcciona todas nuestras elecciones y no querríamos perder por ningún motivo).  El fin último sacia por completo la voluntad y las inclinaciones humanas y es compatible con cualquier mal. Una vez obtenido, el deseo se detiene.  Es verdaderamente el objeto último y conclusivo de la voluntad.

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