MEMORIA COLECTIVA: EL DOGMA DETRÁS DEL ARTE Y LA ARQUITECTURA CLÁSICA QUE PREEXISTIÓ Y PREVALECERÁ

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MEMORIA COLECTIVA: EL DOGMA DETRÁS DEL ARTE Y LA ARQUITECTURA CLÁSICA QUE PREEXISTIÓ Y PREVALECERÁ

Introducción:

 I. De la arquitectura y el hombre.

Cuando se considera a la arquitectura como consecuencia del desarrollo filosófico, tecnológico, social y cultural del ser humano, y no solo como concepto empírico de abrigo y refugio, es decir, más allá de esa búsqueda inconsciente o intuitiva de satisfacer una necesidad primaria, cabe pensar que esta (la arquitectura) aparece con la capacidad de juicio, refiriéndonos de esta manera a la facultad inherente al hombre de conocer, sentir y querer. De esta forma, cuando el hombre se diferenció de los demás seres vivos, al ser capaz de resolver problemas, no solo de manera intuitiva, sino por medio de la razón, se dio el paso sobre ese pequeñísimo escalón evolutivo que nos convierte en ese “junco pensante, superior a todas las fuerzas no pensantes que llenan el universo, en ese sujeto, no objeto, no rutinario, no rígido y no inconsciente[1]” y es ahí donde aparece el concepto  referente a la necesidad de modificar, en busca de utilidad, y placer, y esas dos ideas son, según los filósofos de la Grecia antigua, la razón de ser de la vida.

Solo entonces es que diferenciamos claramente el acto de la naturaleza al formar una cavidad en las montañas, o de cualquier otro ser vivo al buscar, e incluso crearse por sí mismo un espacio para su refugio y protección, con cualquier modificación consciente y propositiva del ser humano al medio ambiente con un fin determinado, de esta manera podríamos afirmar que la arquitectura siempre es una modificación del espacio, pero no toda modificación del espacio es arquitectura.

Así, aparentemente podríamos encontrar lógica la idea de que la arquitectura es una abstracción subjetiva del espacio y que como individuo todo concepto creativo sería único e irrepetible, sin embargo, aunque no es del todo falso, existen preceptos históricos e innatos que nos hacen repetir tendencias, formas, ideas y demás conocimientos adquiridos al desarrollar un proceso creativo.  

[1] concepto del hombre de Blaise Pascal

II. De los procesos creativos en la arquitectura

Pensar en el arte como una representación subjetiva del espíritu, como una expresión pura del ser individual, nos hace mirar hacia el proceso creativo, justamente como un desarrollo único  e irrepetible en cada caso; la arquitectura no es la excepción, y aunque la concepción de arquitectura como arte es un poco efímera al teorizar sobre esta, no deja de tener el arte un papel indiscutido en el diseño arquitectónico.

Los seres vivos que habitamos nuestro planeta, tenemos facultades determinadas y naturales, y así como los animales ven, oyen, huelen, gustan, sienten, agreden, riñen, etc. nosotros como seres humanos también, sin embargo los demás seres vivos no piensan (no como nosotros), y al no pensar  tal vez no proyectan su vida como nosotros lo hacemos.

El distintivo del ser humano, frente al resto de las especies que conocemos, es el pensamiento, que es conciencia y permite el cuestionamiento y la cosmovisión. El hombre puede diseñar su propio destino, los animales no. Se Supone con toda razón que el pensar mejor conlleva a vivir mejor, Y Se Supone que por el nivel superior de pensamiento acumulado durante miles de años, los hombres de la actualidad podemos vivir mejor que nuestros antepasados de la época de las cavernas. El pensamiento es Instrumento permanente de auto-organización y, por ende, de desarrollo y crecimiento personales. El cerebro trabaja para hacer la vida llevadera y fácil, y por eso es Capaz de realizar las dos Operaciones antagónicas: el seguir rutinas y el lanzarse a la creación.

 Sin embargo, tanto en el arte como en la arquitectura es evidente que el proceso de creación, no nace solamente a partir la cosmovisión individual de cada ser humano, sino también de una serie de conocimientos y conceptos previos que se van adquiriendo a lo largo de la vida, conceptos teóricos y prácticos que nos vuelven capaces de desarrollar este proceso creativo.

Así también, entre estos conceptos previos necesarios para la concepción de la arquitectura, podemos diferenciar en dos clases, los conceptos adquiridos, y los conceptos innatos, los adquiridos son aquellos que a partir del nacimiento podemos obtener, a partir de cualquier fuente, es decir, todo aquello que sentimos, leemos, escuchamos, etc. Los conceptos innatos, son aquellas ideas que tenemos como característica inherente a cualquier ser humano, y aquí entran todas las facultades naturales intuitivas, así como los principios de ética, moral (“El hombre es bueno por naturaleza” [2]) y lógica, e incluso, tal vez

[2] Emilio, o De la educación- Jean-Jacques Rousseau

pensamientos e ideas más concretas. Y es que las teorías del desarrollo humano, la sociología, la filosofía y la historia, nos dan razones para pensar en la existencia de conceptos determinados que se repiten de manera colectiva en la mente de todos los seres humanos.

III. de la constante histórica en el pensamiento humano

El ser humano de forma innata, no solo habita y transita su entorno, el ser humano  trata de entenderlo, y, haciendo uso de su inteligencia, intenta posesionarse de él para hacerlo más confortable. Es por esto que en el transcurso de la historia del pensamiento humano tanto en oriente como en occidente se ha construido un camino que ha llevado a la humanidad a encontrarse progresivamente con la verdad y confortarse con ella.

De esta manera a lo largo de la historia el pensamiento del hombre se ha desarrollado a través de la búsqueda por conocimiento y razón de aquello que le rodea, y así han existido corrientes como el existencialismo, el dogmatismo, realismo, biologismo, estructuralismo, historicismo, entre muchas otras.

El pensamiento del ser humano contemporáneo, no se ha salido de esa senda, si no, por el contrario ha profundizado de distintas maneras en esta búsqueda por entender y explicar los fenómenos y la realidad.

IV. De los preceptos arquitectónicos del mundo clásico.

Muchos historiadores consideran a los antiguos griegos como cuna de la civilización occidental actual. La filosofía, la ciencia, el lenguaje y las artes de la antigua Grecia son la base del  pensamiento occidental moderno. Los romanos tomaron gran parte de estas ideas, formas y pensamientos de la cultura griega y las aplicaron a su manera dentro de su sociedad, incluyendo la filosofía, las leyes, las artes y la arquitectura. Esta cultura antigua se esparció por Europa de la mano de los romanos y a las civilizaciones modernas por el expansionismo europeo.

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