Muerte y el hombre

María Fernanda Ordóñez Landa

Reflexión “Muerte y trascendencia”

Después de reflexionar la lectura sobre la muerte y trascendencia puedo rescatar los siguientes puntos: el pensamiento humano nunca ha cesado de concebir sistemas de creencias que ayudan a soportar la muerte por medio de una derivación hacia lo imaginario. Existen cuatro modelos fundamentales: 1) El más allá cercano en un universo casi idéntico al de los vivos con posibilidad constante en reencuentros. 2) El más allá sin retorno en un mundo diferente y lejano. 3) El tema de la resurrección de la carne reemplaza al mito del tiempo cíclico por el tema de una duración lineal y acumulativa y por último, el caso de la India en donde el más allá no asume la forma de un espacio, de un mundo diferente en el que el hombre entraría para no volver a salir. Tiene más bien una dimensión temporal y se manifiesta por una serie de intervalos temporales que separan las reencarnaciones sucesivas de un mismo principio espiritual. Estos cuatro modelos se basan en cuatro sistemas lógicos fundamentales. El primer dilema se relaciona con la distinción entre lo cercano y lo lejano. El segundo dilema tiene que ver con las modalidades de la existencia de quienes habitan el reino de los muertos. El tercer dilema es más difícil ya que opone la idea de un comienzo absoluto y único: la existencia actual proviene de una existencia anterior no necesariamente humana y conduce a una existencia posterior que quizá tampoco lo sea. El cuarto dilema es orden ético o religioso. Cada una de estas posturas y sus contrarias responden a aspiraciones profundas, pero puesto que, en alguna medida, son todas las verdaderas, también encierran de algún modo una parte de falsedad.

Las personas que aceptan la idea de una aniquilación total son muy pocas. Muchos están convencidos de que algún día las ciencias biomédicas lograrán impedir la vejes y suprimir la muerte. Otros se conforman con sobrevivir en sus hijos, a quienes han transmitido parte de sus genes, o en sus discípulos, que prologan su pensamiento, o en sus obras materiales. Dejar recuerdos es una forma de no morir del todo. La creencia en el más allá ha tenido un decremento mientras que la reencarnación, ha adquirido popularidad. Son sobre toda la física y los estados alterados de conciencia lo que permite a muchos de nuestros contemporáneos creer que la vida comienza con la muerte.

Puedo concluir que esta lectura es vital y de gran relevancia en la sociedad y el tiempo que vivimos. Coincido que actualmente la creencia religiosa ha disminuido para dirigirse a un tema mucho más espiritual. Para mi la reencarnación es real y puedo decir que conforme he ido creciendo he podido notar este cambio religioso hacia una búsqueda mucho más espiritual. La ciencia, como se menciona en la lectura ha comprobado a través vivencias que las personas muchas veces alcanzan estados mentales en donde tienen recuerdos de vidas pasadas. La vida para mi comienza con la muerte. Esta comprobado que el alma no muere, pero aún la ciencia no puede afirmar a donde se va. Ahora comprendo que la vida no concluye con el acto de morir. La materia se transforma para alcanzar posibilidades y dimensiones que de otra manera no serian posibles.

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