PENSAMIENTO DE SAN BUENAVENTURA

PENSAMIENTO DE SAN BUENAVENTURA[pic 1][pic 2]

1. VIDA

Juan Fidezza o Fidanza, y su patria Bagnarea (Balneoregium); nace en Toscana, Italia, en el año 1217. Contemporáneo y amigo de Santo Tomás,  recibe el nombre de  Buenaventura, a consecuencia de haberse librado durante su niñez de una gravísima enfermedad.

Siguiendo su propia inclinación, vistió el hábito franciscano a los veintidós años de su edad; explicó teología con extraordinario aplauso en París. Fue Superior general de su Orden, y en 1273 fue creado Cardenal y Obispo de Ostia por Gregorio X, el cual le envió al Concilio general de Lyon, en el que tomó parte muy activa y principal durante las primeras sesiones.

Falleció en Julio de 1274, antes de celebrarse la quinta sesión conciliar.

1. OBRAS

Sus obras principales son: Commentarii sententiarum (cuatro vols., 1250-54), Quaestiones disputatae: De Scientia Christi (1254), De mysterio Trinitatis (1254), De perfectione evagelica (1255), Breviloquium (1254-57), las cuales son un resumen del conocimiento Teológico de su época; e Intenirarium mentis ein Deum (1259) que es una obra  sobre la ascesis medieval.

 Escribió también contra los averroístas (seguidores de las tendencias filosóficas de la escolástica las cuales se basaban en las interpretaciones del aristotelismo por Averroes): Collationes de decem praeceptis (1267), Collationes de septem donis (1268), y Collationes in Hexaëmeron (1273).

1. PRECISIONES RESPECTO A SANTO TOMAS DE AQUINO

La doctrina filosófica de San Buenaventura, contenida principalmente en sus comentarios sobre las sentencias de Pedro Lombardo, coincide en la substancia con la de Santo Tomás, aunque no es tan completa ni abraza todas las partes y todos los problemas filosóficos con la profundidad y amplitud que se observan en los escritos del último. Lo que caracteriza a la Filosofía de San Buenaventura con relación a la de Santo Tomás, es su cierta tendencia ontológica (que es más bien propedéutico) y su dirección mística. De igual forma Santo Tomas como San Buenaventura están de acuerdo en la ordenanza moral respecto a la revelación.

Por otro lado, Buenaventura expone que todo filósofo cristiano debe ver el mundo en relación con el Verbo y que Cristo es el centro de todas las ciencias; incluida la filosofía. En la línea opuesta, Aquino sostiene que para el filósofo la fe es una norma extrínseca y que si bien no se prescinde de ella al momento de filosofar. Sin embargo las cuestiones de la filosofía no deben ser tratadas a la luz del dogma: se deben distinguir metodológicamente. San Buenaventura replica que sin no se examinan las verdades filosóficas a la luz del verbo, son estas incompletas e inalcanzables.

Ambos filósofos beben de las mismas fuentes para desarrollar su doctrina. Sin embargo, San Buenaventura rechaza fuertemente los postulados de Aristóteles (criticando de igual forma su metafísica y hasta qué punto era licita toda su doctrina) que usa Santo Tomás (principalmente en sus 7 vías para conocer a Dios) pero extrae algunos principios (como el Hilemorfismo) los cuales entreteje con el agustinismo.

1. POSTURA FRENTE A LA FILOSOFÍA

El pensamiento de Bonaventuriano se caracterizó por el desarrollo de un tema peculiar en su época: El amor de Dios alcanzado por el camino de la teología con ayuda de la filosofía. No se trata pues, de otra cosa que un itinerario de elevar el alma hacia Dios. Por tanto su filosofía se entremezcla con la fe y la teología, delimitada rigurosamente el campo de investigaciones que le es accesible.

Para San Buenaventura, la verdadera filosofía se distinguirá, pues, de las otras ciencias precisamente por cuanto sabe evitar la vana curiosidad que se propone a sí misma como fin y se pierde en los pormenores infinitos de los hechos. Por tanto se ha de reducir para que la fe con auxilio de la razón nos conduzca a encontrar a Dios en el mundo objetivo.

El privilegio que goza la filosofía es el de efectuar la sistematización total del saber humano. Quien se entrega al conocimiento de las cosas por ellas mismas, se dispersa irremediablemente en la multiplicidad de la experiencia.

Es preciso pues que se haga una  selección de problemas desde un punto de vista exterior a las cosas. La ciencia que será más apta para dicho fin es la teología, que está en función del saber del hombre para luego ser ordenado.

No distingue metodológicamente filosofía de teología, pero sí hace distinción dogmática, en el sentido de que la teología comienza por Dios, punto en que termina la filosofía. Igual que para la escuela victorina, también para Buenaventura la filosofía se halla supeditada a la teología.

En base a esto San Buenaventura hace una selección de  tres problemas (metafísicos): la creación, el ejemplarismo y el retorno a Dios por modo de iluminación, alrededor de los cuales se ordena su devenir filosófico.

Entre tanto su división de la filosofía está influenciada por Hugo De San Víctor, combinado la división agustiniana con la aristotélica:

• Filosofía Naturalis: Física, sobre formas concretas; Matemáticas sobre formas abstractas; Metafísica sobre formas separadas.
• Filosofía Rationalis: Gramática, Lógica y Retórica.
• Filosofía Moralis: Ciencia de la verdad de las costumbres; Monástica, gobierno de sí mismo; Económica, gobierno de la familia; Política, gobierno de la ciudad.

1. DIOS

Buenaventura se preocupó primariamente por Dios como objeto de adoración y oración y como objetivo del alma humana, más que por un Dios filosófico. Por eso pone más énfasis en las pruebas que se apoyan en la interioridad.  El entiende que desde el mundo sensible se puede llegar a la existencia de Dios, pero que tal existencia es tan evidente al alma mediante la reflexión sobre sí misma que la creación extra-mental sirve principalmente sólo para recordárnosla. En el Itinerario, Dios aparece no sólo como primer ser, sino también como el primero conocido.

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