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Reflexión


Enviado por   •  24 de Agosto de 2015  •  Ensayo  •  655 Palabras (3 Páginas)  •  756 Visitas

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Alumna: Ramos Pacherrez, Diana Milagros.

Sección: 3.

Reflexión:

LA FELICIDAD, para la psicología y la filosofía

¿Qué entendemos como felicidad? Nos puede llegar a la mente diversos conceptos de qué trata y tal vez los más conocidos sean que es un estado de ánimo, una emoción particular al que lo asociamos con la alegría, aquella actitud que se muestra cuando logramos nuestras metas y deseos, entre otras.

En verdad no está mal, al contrario, la complementaremos con lo que también se dice en la psicología (porque es la ciencia más cercana que intenta determinar los factores endógenos que la persona puede manejar cuando alcanza ese estado de ánimo), que es una condición subjetiva de satisfacción y propia del individuo, una especie de bienestar humano que influye en el comportamiento humano; Y sí, así es, es una emoción y ésta es un sentimiento o percepción de factores y relaciones de la imaginación o de la misma realidad, la expresamos físicamente con ciertas reacciones faciales o una variación en nuestro pulso cardíaco.

Cuando ya lo tenemos aclarado… hasta evocar ciertos conocimientos de los que sabíamos de la felicidad, el hombre como ser pensador y curioso trata de plantearse más problemas, más cuestionamientos y llegamos a un momento donde perdemos nuestro tema central, pero antes de impacientarnos hacia el infinito, debemos fijarnos cuáles son aquellas preguntas que nos llevan a otros enfoques de la felicidad. Entre ellas, ya que la situación lo amerita, es el enfoque filosófico que presentaremos a continuación.

Para hablar del enfoque filosófico de la felicidad nos trasladaremos a la antigua Grecia, del cual recordaremos a dos grandes filósofos: Aristóteles (su postura llamada el eudemonismo) y Epicuro (el hedonismo).

El Eudemonismo, se refiere a la “eudaimonia” o plenitud del ser; Aristóteles, la llamaba así porque estaba compuesto de lo bueno y la divinidad menor, considera la felicidad como el bien supremo del que no se puede ser siempre feliz, por ello los eudemonistas lo complementaban con el placer. No obstante, Aristóteles era más realista y nos decía que la felicidad la alcanzaríamos si tenemos riquezas ya que los bienes materiales nos ayudan a obtener placeres y ser felices, pero lo que hace feliz a unos no hará feliz a otros, para llegar al camino de la felicidad se necesita el bien común de la sociedad.

En el caso del Hedonismo, cuyo representante es Epicuro; se entiende a la felicidad como autosuficiencia, es decir, valerse de sí mismo sin depender de nadie ni de nada, se enfocaba en la búsqueda del placer (no solo el corporal sino el intelectual) y la supresión de todos los males y angustias (nombrada como la “ataraxia”).


¿Quién no querría vivir en paz, en sosiego, sin preocuparse de nada? Esta postura me parece comprometedora pero… en la actualidad, liberarse del sistema sería un atropello contra mi integridad, al igual que el eudemonismo necesitaré riquezas para vivir sin preocupaciones.

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