SARA ROSALES: : "El arte es sanador para el espíritu del receptor y del intérprete; ambos intercambian mundos paralelos"
Enviado por Florencia Deleo • 20 de Abril de 2021 • Documentos de Investigación • 1.322 Palabras (6 Páginas) • 108 Visitas
ENTREVISTA. Sara Rosales: "El arte es sanador para el espíritu del receptor y del intérprete; ambos intercambian mundos paralelos"
Por Florencia Deleo
Mendoza tiene mucha cultura de la que hablar. Hace muy poco, estuvimos conversando con una mujer moderna y empoderada como lo es Magui del Castillo, gerente general en Finca Buenaventura. No muy lejos de allí, en Guaymallén, conocimos a otra mujer de la que podríamos hablar en muchísimas páginas porque tiene una trayectoria enorme como artista local, y al margen de ello, es una persona muy querida en su ciudad. Estamos hablando de la Maestra Sara Rosales, con toda una vida ligada al arte desde diferentes sectores: aficionada al arte, gestora cultural, directora, artista, hija de artistas, y muchos etcéteras siguientes.
¿Qué se le puede preguntar a una persona de su tamaño -hablando en kilómetros de trayectoria- que no le hayan preguntado antes? El resultado fue hermoso. Encontramos a una mujer muy profunda, con los sentimientos a flor de piel y el corazón totalmente abierto a la comunicación y a la mirada del público.
Sus obras pueden enmarcarse dentro de un realismo mágico, surrealismo o figuración. Pero encasillarla, no tiene nada que ver con su personalidad.
Entre anécdotas, risas y más recuerdos, charlamos con Sara, largo y tendido.
EEAM: ¿Cómo fue "ser un artista" durante esta pandemia?
SR: Más que "artista" me considero una trabajadora de la cultura. Es responsabilidad; poner más pasión. Un compromiso interno de seguir. Todas las disciplinas del arte están muy golpeadas, y muchos la están pasando muy mal. Es un tema que me entristece; para algunos es el único recurso. Se debe prever subsidiar a aquellos que -especialmente- tienen familias. El arte es sanador para el espíritu del receptor y del intérprete; ambos intercambian mundos paralelos.
EEAM: En una de las entrevistas que te hicieron, contaste que para vos la pintura siempre fue un hobby. ¿En qué momento te diste cuenta que estabas ejerciendo la pintura de un modo más profesional? ¿Fue una decisión o algo que se dio circunstancialmente?
SR: No recuerdo haber utilizado la palabra “hobby”. Quizás se tomó fuera de contexto. Sí he contado que mi madre era diseñadora de ropa, y desde muy pequeña dibujaba y jugaba con tizas de sastre y hacía collages con trocitos de tela de diferentes colores y texturas. Con mis padres concurríamos mucho a ver ballets y obras de teatro, y de allí, mi predisposición por inclinarme a una carrera artística.
Empecé primero en un taller de escultura. Modelar es apasionante. Luego me definí por el dibujo y la pintura.
La gente es generosa: te nombra “maestra” y yo no me siento así; no pierdo mi capacidad de aprender todos los días y mi asombro de ver obras de pintores jóvenes.
Fui muy feliz en año 1970. Mi primera muestra individual, y que la crítica especializada me tratara tan bien, sumado al estímulo de ubicar algunas obras. Estaba tan sorprendida que no sabía qué valor les podía poner; tuve que pedir ayuda. Fue una bella experiencia. Desde ese momento, expuse en forma ininterrumpida a nivel local, nacional e internacional.
EEAM: ¿Qué considerás, entonces, que la gente valora más en tus obras? ¿Que creés que las hace especiales?
SR: ¡Uy, qué pregunta! El arte tiene un lenguaje propio conectado al subconsciente. Cuando empiezo una obra siempre hay un preconcepto...pero luego desaparece. Siempre lo digo y reitero, que es un acto de amor, es un juego de caricias con la materia, el pincel sobre el soporte, y la demanda silenciosa de trazos sobre trazos, líneas sobre líneas, cubrir, raspar, velar, descubrir una forma, insistir en sus volúmenes o depresiones. Surgen rostros más definidos y la aparición dominante de la figura. Son imágenes que salen solas y a las que trato de darles forma. Y todo ese clima a su alrededor es como si fuera la existencia misma.
La pintura tiene una función para nosotros en su taller, pero cuando salen de allí, dice muchísimas cosas al que está enfrente. Quizás ya no aparece nada mío. Un mensaje diferente pero con puntos en común, emociones, sentimientos. El que ve un rostro una mirada recordará algo propio, pero en el fondo nos unimos a través de esa emoción.
EEAM: ¿Sentiste alguna vez, un apego especial por alguna obra en particular?
SR: Por todas siento un apego especial. Lo noto más cuando parten del país o de la provincia. Me pregunto si la cuidarán, su destino… me tranquilizo en parte, cuando envían fotos con la obra bien ubicada; a nivel local, tengo la oportunidad de reencontrarme a veces con ellas, y me surge una caricia…
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