Si hubiese nacido en Japón...

                                Si hubiese nacido en Japón...

La existencia del ser humano se basa en el conocimiento. Desde el momento en que nosotros nacemos inmediatamente empezamos a ser influenciados por todas las fuentes de información en nuestro medio ambiente. El conocimiento es adquirido a través de los años y es la herramienta más útil que desarrollamos, ya que sin él no seríamos capaces de hacer nada. Los humanos a través de los miles de años hemos evolucionado, desde ser cavernícolas descubriendo fuego en una cueva, hasta el mundo tecnológico el cual conocemos hoy. Todo esto fue permitido gracias a la constante recolección de información que obtenemos del mundo. El conocimiento se divide en dos categorías, el conocimiento compartido y el compartimiento personal. El primero es obtenido a través de la sociedad  y la cultura que te rodea y/o de la cual provienes. Se asocia al pasado y el presente ya que los hechos que ocurren a lo largo de la historia refieren a la interpretación personal y por tanto son subjetivos. Luego está el conocimiento personal el cual es adquirido a través de la familia, las relaciones en nuestras vidas y más importantemente aún a través de nuestras experiencias personales. Éste, igual que el conocimiento compartido, es subjetivo, sin embargo, significa un sentido de realidad individual y particular de cada uno. Por lo tanto, cabe cuestionar ¿en qué medida es afectado el conocimiento personal por el conocimiento compartido? El conocimiento personal se origina a partir del conocimiento compartido dado que el ser humano tienen una necesidad de interactuar, relacionarse y así sobrevivir junto a otros. Juntos forman el utensilio esencial en el desarrollo y la supervivencia del ser humano. Las áreas las cuales se asociaron a esta pregunta serán las ciencias, historia y lenguaje.

El desarrollo y progreso intelectual de las civilizaciones surgió en el siglo XVIII debido a un creciente interés por el saber, específicamente el razonamiento y el desarrollo cultural. Aspectos relevantes son aquellos como la gran importancia en la educación primaria y secundaria pasando a ser obligatorias con las influencias de Martín Lutero (Spielvogel, 2012). La revolución industrial significó un cambio en cómo las personas vivían su vida y más aún generó un cambio en el desarrollo teórico de la sociedad. El Iluminismo hace referencia a la época en que en Europa se enfocó en el desarrollo intelectual de los humanos. En este tiempo se desarrolla el conocimiento científico a través de experimentos mediante la metodología prueba y error. Asimismo, se empieza a crear y ocupar la enciclopedia como la referencia del conocimiento compartido más común y en donde se registran aquellos descubrimientos significativos. De este modo se desarrolla una mirada exacta de la realidad en la cual todo tiene una respuesta definitiva apuntando hacia una objetivación de la realidad.

En las ciencias se trata de comprobar o no comprobar los diferentes fenómenos que suceden a nuestro alrededor. Las ciencias tienen como objetivo explicar nuestra existencia, la pregunta más inconclusa que conocemos. Estas últimas abarcan las matemáticas las cuales son muy objetivas, solo hay una respuesta. Nos preguntamos ¿acaso cómo sé que el fuego quema? esto nosotros lo descubrimos por medio del conocimiento compartido que le ha enseñado a los hombres como lidiar con los fenómenos naturales. Sin embargo, la pregunta sobre el fuego es también aprendida por medio de nuestra propia experiencia y las vivencias que cada uno experimenta a lo largo de la vida. El filósofo John Locke (1690) dice, “No man's knowledge here can go beyond his experience” traducido como “El conocimiento de cualquier hombre no supera sus experiencias propias”. Esto se trata del conocimiento personal y como es determinado por cómo vivimos nuestras vidas. Durante el desarrollo de la especie nuestras experiencias personales junto con nuestro conocimiento compartido pasan a ser desarrollados por una necesidad de sobrevivir.

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