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TRABAJO PRÁCTICO SEGUNDA FASE.


Enviado por   •  5 de Noviembre de 2016  •  Ensayo  •  904 Palabras (4 Páginas)  •  107 Visitas

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¿Tiene algún sentido la sexualidad moderna?

"Todos los amores --si son heroicos y no meramente animales-- tienen por objeto la divinidad, tienden a la divina belleza, la cual se comunica primeramente a las almas y resplandece en ellas; y a partir de las almas --o, mejor dicho, por ellas--, se comunica después a los cuerpos: de por ahí que el afecto bien ordenado ame los cuerpos o la belleza corporal, por lo que en ellos hay de indicio de la belleza espiritual. Más aún: lo que del cuerpo enamora es una cierta espiritualidad que en el vemos, que es denominada belleza y que no consiste en que las dimensiones sean mayores o menores, ni en colores o formas determinadas, sino en una cierta armonía y consonancia de miembros y colores. Muestra esta armonía cierta afinidad con el espíritu, que es perceptible a los más agudos y penetrantes sentidos; síguese de esto que quienes están dotados de tales sentidos se enamoran más fácil e intensamente y del mismo modo, más fácilmente se desenamoran"

-Giordano Bruno, Los heroicos furores

En los últimos cinco años me he encontrado en una  confusión  frente a   la cuestión de la denominada “liberación sexual” y atavismos de mi educación católica. Y me parece que el vivir en México no me aleja de mis muchos compañeros pobladores, ¿con qué ojos nos vería la Virgen de Guadalupe si anduviera echando polvo por simple placer sexual y sin ningún rasgo de afecto? Es por esto que, al igual que Paul Ricoeur, escribí el siguiente ensayo por razones de conflictos personales esperando que el lector le dedique un tiempo considerable a la reflexión y esté más consciente  sobre las dediciones frente al amor y su sexualidad.

El ensayo “Sexualidad: la maravilla, la inestabilidad, el enigma”[1] de Ricoer, un filósofo que escribió en un tiempo no muy distinto al nuestro – y parece que casi nada distinto--, se percató y vivió una de las muchas problemáticas morales que nos acontecen a nosotros en la contemporaneidad, problemas que han llegado a tener fundamental importancia dado que se pueden reflejar en otros ámbitos de la educación, el trabajo, concepciones epistémicas, etc. Es por esto que la justificación está implícita, su intención va hacia las dificultades del tema de la sexualidad (Eros) que se encuentra puesto en polo opuesto, en una indeterminada oscilación e incluso intentos de una homogenización con el amor (Agapé).

El erotismo versus el cariño (en los términos del autor) es, me parece, una tentativa y fructífera a discusión para la sociedad contemporánea; el sexo se vuelve insignificante, no encuentra diferencias al beber una copa de vino, un salida de fuga al mundo del estresante mundo tecnológico y capitalista, tratándolo de hacer una “fabulación” como carácter de libertad, una libertad que me parece egoísta y sombría que llega al absurdo. Pero entendamos esto.

Hace unos días leí un artículo titulado “Hay que desligar el empleo de la supervivencia” en donde el sociólogo Zygmunt Bauman, con la colaboración de algunos políticos influyentes, estaba en la realización de un documental, In the same boat, que explica un problema que estaba está destruyendo a la humanidad: el desempleo. Todos necesitamos uno sino no sobrevivimos, pero ¿por qué debemos tener uno, que además las opciones son escasas, para sobrevivir? ¿Estaremos encadenados a esto? No hay suficiente empleo para todos, el crecimiento demográfico alcanzará el tope y algunos nos vamos a caer del barco. Más allá de los problemas políticos y económicos que plantea, se puede identificar un elemento importante que contribuye a una deshumanización del sexo en la actualidad, estando en una cultura capitalista, el mayor número de empleos se encuentran las grandes empresas, en estas hay particularidades en común que me parecen que lo vuelven monótono y esquizofrénico: el servicio sumiso hacía el comprador, el deslinde de tu ser hacia un mismo modelo de hombre burócrata, la inevitable dedicación de tiempo (entre diez y quince horas de un día de tu vida), etc. ¿Esta es acaso un nueva propuesta de vida? ¿Para quién esto es placentero? ¿No está presente la imagen típica de una persona molesta, estresada y cansada después de un laborioso día de trabajo en la oficina?

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