Tabaré Ramón y el TISA.

 Hace unos meses, había una palabra que agitaba las conversaciones en todo el Uruguay, una palabra de cuatro letras, una palabra con el poder de sacar el fervor ideológico del que la pronunciara, y sobretodo, del que se pronunciaba a favor o en contra, esa “palabrita” es: TISA, sí esa pequeña palabra, que aclaro: no es tiza mal escrito, sino que  son las siglas en inglés del Acuerdo en Comercio de Servicios (Trade in Services Agreement) un tratado internacional que se está negociando en Ginebra en estos días y que apunta a liberalizar un sector crucial de la economía. Estados Unidos y la Unión Europea (ambos con gran fortaleza en el sector de servicios) son sus grandes impulsores aunque no los únicos. Hay 23 partes involucradas, en la Unión Europea reúne a 28 estados, con lo cual participan en las tratativas un total de 50 países, sin contar a Uruguay.

Estos países representan el 70% del comercio mundial de servicios, impacientes ante la lentitud de los avances del tratado, decidieron llevar adelante una NEGOCIACIÓN.  La magnitud de este posible tratado es inmensa, y para un país que está apretado entre “mercados obesos” y encima egoístas; como Brasil y Argentina, para nuestro país, está es la posibilidad de salir del lugar oscuro y empolvado en cual se encuentra al aferrarse tanto al desgastado MERCOSUR.

Las NEGOCIACIONES del TISA son parte del proceso de cambios institucionales impulsados por los países centrales para reducir al mínimo las fronteras económicas, los sistemas de regulación que protegen el desarrollo productivo nacional, los derechos de los trabajadores y la existencia de empresas públicas, lo cual facilita la penetración de las Empresas Transnacionales, principales beneficiarias de los tratados de libre comercio y de protección recíproca de inversiones.

Los principales objetivos que busca los países centrales con este acuerdo son: a) Libre acceso a los mercados para sus empresas, sin limitaciones de ningún tipo; b) Trato nacional, sus empresas tendrían un trato igual que las empresas nacionales sin ninguna forma de discriminación; c) Trato de nación más favorecida, el máximo beneficio que se otorgue a cualquier nación se le debe otorgar a los miembros del TISA.

Los “servicios” en los cuales se basan las NEGOCIACIONES, cubren una amplia gama de actividades, desde el transporte, las telecomunicaciones, construcción, venta al por menor, ingeniería, suministro de energía, distribución del agua, contabilidad, marketing, publicidad, el sector bancario y de seguros, la conservación de la naturaleza, ocio, museos, educación, salud y mucho más

El Gobierno no se subió a un tren de oportunidades, en tiempo y contexto donde las oportunidades son necesarias, el gobierno dejó pasar el tren, tren que podría o no haber ayudado al Uruguay en materia económica, pero ahora ya no lo sabremos porque el gobierno de manera indiferente hizo que Uruguay se levantara de la mesa y diga NO, no le dijo NO al TISA le dijo NO simplemente a las NEGOCIACIONES, es decir, en las esta etapa no se iba a vulnerar nada, el gobierno debió permanecer allí para escuchar y observas como se iba a beneficiar si el tratado se consolidaba, y luego de que se haya culminado esa etapa decidir; se firma el tratado o no se firma, es decir ahí es cuando se debía hablar esto y no ahora cuando solo lo que se hace es hablar y mostrar los servicios al mercado internacional, un mercado abierto, un mercado globalizado.

Mientras tanto “alboroto” pasaba, en la Cámara de Senadores se llevó a cabo una peculiar interpelación, la oposición llamó a Rodolfo Nin Novoa (Ministro de Relaciones Internacionales) para que explique la decisión que tomó el plenario del FA para retirarse de las NEGOCIACIONES, entre chicanas uno veía que la interpelación se volvía “tonta”, ya que el Ministro, estaba de acuerdo con la oposición, pero a la vez discrepaba con su fuerza política, el FA tembló por momentos. Rodolfo les sacudió el avispero que representa esa fuerza política, en donde encontramos: Socialistas, comunistas, Centristas, Izquierda Radical, etc.

"Estamos diciendo no a negociar, es como que nos sentemos en una mesa y yo le diga: 'no me voy a sentar con usted por las dudas de que me convenza de que lo que me dice me puede servir'. ¿Ni siquiera quiero saber qué va a pasar? Esto es lo ilógico, lo ideologizado que defiende algo que no es a favor de los uruguayos", palabras de Pedro Bordaberry en la interpelación realizada a Rodolfo Nin Novoa.

El argumento usado por los que decían que Uruguay se debía levantar de la mesa de NEGOCIACIONES, se hizo escuchar en la interpelación al Ministro de Relaciones internacionales la senadora Constanza Moreira dijo que: “Uruguay si se mantiene en el ruedo con los gigantes va a ceder soberanía”. En la interpelación al Ministro de Relaciones Internacional, éste respondió a los dichos por Moreira: “Vivimos en un mundo globalizado, vivimos en el siglo XXI, la definición de soberanía que se maneja está atada y anquilosada en el tiempo, de los años cincuenta, el proteccionismo no existe en un mundo que se rige por el liberalismo”

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