Tema de investigación: LA CORPORALIDAD

Antropología filosófica[pic 1]

Tema de investigación: LA CORPORALIDAD

Para hablar de la corporalidad humana es necesario pensar directamente al cuerpo, a las experiencias que cada uno tiene de ello y lo que implica. Tenemos todos los seres humanos un cuerpo que nos permite experimentar y expresar lo que somos y lo que tenemos.

A lo largo de los siglos la corporalidad humana ha sido tratada desde distintos puntos de vistas. En la filosofía por ejemplo se ve una larga cadena de filósofos que han considerado el cuerpo como una dimensión humana negativa, un instrumento, una instancia del segundo orden respecto al alma. Lo han considerado como una cárcel o lastre con el que hay que tratar porque no contribuye al pleno desarrollo de la persona. Podemos hacer referencia por ejemplo a la consideración que hacen platón y Sócrates del cuerpo, quienes en sus diálogos consideran al cuerpo como la cárcel del alma porque le impide entrar en relación con las realidades superiores, eternas y permanentes. Por lo cual la persona debería aprender a controlarlo, a manipularlo, manejarlo para permitir liberar el alma para que así pueda entrar en contacto con las verdades que hacen vivir la plenitud del ser.

Para confirmar esas consideraciones del cuerpo humano que se ha ido construyendo durante siglos, me gustaría empezar este trabajo definiendo el concepto de la corporalidad y sus implicaciones.   Para empezar debemos tener en mente la dualidad del concepto: el cuerpo físico y la experiencia del cuerpo. La corporalidad se puede entender desde 2 aspectos distintos: uno subjetivo y otro objetivo. El aspecto objetivo es la representación física del cuerpo como organismo que se puede tocar, moverse y ver. Y aspecto subjetivo que es la vivencia o la experiencia personal del mismo cuerpo. Por lo cual podríamos decir que dentro del concepto corporalidad encontramos el aspecto del cuerpo sentido y del cuerpo vivido.

Estas dos visiones de la corporalidad que todos conocemos e identificamos de primero, son muy difíciles de definir porque abarcan muchas dimensiones del ser humano. Para definirlos es necesaria precisar que van siempre ligados a una ideología. Entender el cuerpo es comprender al hombre y eso implica elegir un enfoque a través de lo cual entenderlo.  Puede ser desde el punto de vista filosófica, teológica o social. En este trabajo intentaré definir y entenderlo La concepción filosófica del cuerpo.

A lo largo de la historia de la filosofía el concepto de cuerpo ha ido yendo, definiéndose según la ideología o la cultura social de cada época. La definición más antigua del cuerpo es la que considera al cuerpo como un instrumento Al servicio del arma. Como bien sabemos un instrumento cobra valor según la función que cumple, las ventajas e inconvenientes que presenta y sus condiciones. Esta definición es la más difundida y que sigue influyendo también en nuestra sociedad, aunque bajo otros aspectos. Porque como podemos ver varios filósofos en la historia (antiguos como modernos) parten de la consideración del cuerpo como instrumento y teniendo en cuenta su funcionalidad para definirlo. Platón por ejemplo considera el cuerpo como prisión del alma por lo cual lo condena. A esta concepción o visión del cuerpo se unen otros grandes filósofos como Orígenes, Aristóteles, Escoto Erígena. Sin embargo, aunque el cuerpo sea considerado cómo lugar donde se cayó el alma, este último está necesitado de sus servicios para valerse.

Nietzsche, sin dejar de considerar al cuerpo como instrumento, al lugar de condenarlo lo eleva, lo sobrevalora. Dice que fuera del cuerpo no hay nada. En esta misma dirección de Nietzsche, van los Santos Tomás y Agustín. No exaltan absolutamente al cuerpo sino afirman la existencia de una relación natural de interdependencia entre ambas sustancias: alma y cuerpo.

Esta nueva visión del cuerpo permite establecer una definición más relajada del cuerpo como lenguaje integro de expresión. El cuerpo ya no es una prisión porque tiene capacidades (instinto, pasión, afectos, movimiento) útiles para la elevación del alma. Esta perspectiva de comprensión del cuerpo ha ido configurando las reflexiones sobre la corporalidad. De esta manera el concepto de la corporalidad se podía definir como forma de vivir el mundo de experimentarlo y situarse frente a ello. Por lo cual la corporalidad es un cuerpo vivido orientado al mundo o a la cultura de la que capta las cosas a través de perfiles distintos que contiene.

Michel Bernard considera que la sociedad y sus ideologías son fuentes de construcción de nuestra percepción del cuerpo.

La sociedad se sirve del cuerpo para expresarse por consecuencia el cuerpo es su espejo de relación. De esta forma podemos decir que el cuerpo vivido o la corporalidad está sujeto a cambios y a transformaciones impulsados por las tensiones culturales de cada época. Todas las épocas y culturas precedente a la nuestra han otorgado en general poco valor al cuerpo o reducían su función o su utilidad a la ayuda que proporciona al alma. Incluso la visión cristiana representada principalmente por San Agustín y Santo Tomás se refería al cuerpo como algo que se debería de disciplinar para que pueda permitir al alma experimentar o entrar en relación con las verdades superiores que lleva a la persona a comunicar y a participar en la plenitud de Dios. Nuestra sociedad, Sin embargo, otorga una importancia excepcional al cuerpo cómo mayor forma de identificación, de logro y de satisfacción personal. Esto hace que estemos asistiendo a un verdadero culto del cuerpo humano jamás alcanzado.

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