Una infancia destruida

Una infancia destruida

El  trabajo infantil vulnera los derechos a la salud, a la educación, a la recreación y al desarrollo pleno e integral de los niños. Se trata de un problema que afecta de forma directa a las familias de bajos  recursos, por lo tanto más vulnerables, también a la sociedad por circunstancias sociales o económicas los niños están expuestos a sufrir a sufrir daños psicológicos o físicos que pueden afectarlos durante toda su vida por ende debemos reflexionar “ que un niño que trabaja pierde más de lo que gana ” siendo la pobreza la principal causa del trabajo infantil en la cual los menores que se incorporan tempranamente al mundo del trabajo sacrifican su futuro.

Dormir comer y jugar son tres  necesidades básicas para la formación  de los niños, el juego es una expresión de libertad que surge espontáneamente. Los menores que trabajan se le encuentra restringido este derecho por las largas horas de trabajo, el cansancio y muchas enfermedades que terminan interrumpiendo el derecho al juego y la integración con otros niños; sin darnos cuenta que aportan  demasiadas cosas aumentando su autoestima y la forma de pensar y vivir se les desarrolla la capacidad de inventar, conocer y crear.

Los niños al  trabajar cambian su ilusiones infantiles por la realidades de los adultos porque en algunos casos los niños son separados de sus familias y recibes escasas remuneraciones trabajando solamente por el alimento; lo cual tiene como consecuencia excluirlos de una infancia feliz y el marco de los derechos se ve vulnerado afectando el comportamiento, su integridad física y mental privando al menor de un desarrollo óptimo de todas sus capacidades perjudicando completamente a los menores.

Ciertas actividades no son consideradas como trabajo o explotación. Las actividades que implican simplemente ayudar a los padres a completar las  tareas diarias de la familia, a la que los pueden dedicar  pocas  horas de la semana y que les permite ganar un poco de dinero para sus gatos. A través del trabajo los niños se van formando como personas responsables y solidarias con los suyos, a pesar de ser una actividad impuestos los  niños y niñas acompañan a sus padres en labores auxiliares y son educados en el trabajo por ellos, con conocimientos que no podrá adquirir en la escuela, la cual desarrolla contenidos ajenos a su realidad; su contribución económica tiende a aumentar con la edad.

Sin embargo ciertos padres exponen a su hijos a realizar actividades domésticas durante largas horas en un medio insalubre, un lugar peligroso que requiere el uso de materiales o herramientas peligrosas, que fuerzan a los niños a cargar objetos demasiados pesados dichas actividades que realiza un niño son altamente nocivas porque llevan cargas superiores recomendadas para su peso y edad. Todas las formas de trabajo perjudican a los menores de forma directa o indirecta.

Es necesario visibilizar este grave problema de la sociedad y garantizar que, por un lado, los padres de estos niños accedan a un trabajo decente, debemos crear conciencia sobre el verdadero drama social y aunar esfuerzos para erradicar este flagelo garantizando que se respete los derechos de la infancia y que lo único que trabaje sea su imaginación porque sacrifican su futuro su futuro y se comprometen  a vivir en el círculo vicioso de la pobreza.

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