ANÁLISIS DEL LIBRO EL ALMA DE LA TOGA
Enviado por yulieth_o • 24 de Junio de 2022 • Síntesis • 8.844 Palabras (36 Páginas) • 130 Visitas
UNIVERSIDAD NACIONAL DE CHIMBORAZO[pic 1]
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FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y ADMINISTRATIVAS
INTRODUCCIÓN AL DERECHO
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ANÁLISIS DEL LIBRO EL ALMA DE LA TOGA [pic 4]
NOMBRE: YULIETH ESTEFANIA OCAÑA ROMAN
SEMESTRE: PRIMERO
DOCENTE: ALEX FABRICIO LLUGUIN VALDIVIEZO
El Alma de la Toga
Antecedentes
El presente trabajo ha sido realizado con la finalidad de efectuar un análisis del libro titulado El Alma de la Toga, el mismo que ha sido asignado para su elaboración el día 13 de Abril del 2022 durante la clase sincrónica, y su fecha de entrega será el 05 de junio del presente año mediante la plataforma de la universidad (Moodle).
Análisis de la Lectura
El libro El Alma de la Toga, es una narración que fue escrita en el año de 1919 y la cual ha sido impresa en numerosas ocasiones por varios editoriales debido a que es un texto que tiene un amplio conocimiento de cómo debería ser un abogado por parte del escritor Ángel Ossorio. El libro trata sobre realzar los valores de cada uno de los abogados y de los futuros abogados, de igual manera con argumentos bien fundamentados señala las características que debe poseer un buen letrado, siendo algunas de ellas la moral, conciencia y respeto, también da a conocer sobre la diferencia de lo que es un abogado y un licenciado en derecho, se debe tener en consideración que dependiendo de lo que sea, su rol será desempeñado de una diferente manera, varias intrigas son las que deja este gran escritor en este libro, las cuales a medida que se va avanzando se va respondiendo a cada una de ellas.
Quien es Abogado
Tomando en consideración las páginas expuestas por el autor, nos da a conocer sobre cómo debe ser realmente un abogado y de la diferencia que hay entre un letrado y un licenciado en derecho. En las universidades enseñan una variedad de conocimientos, les llenan la cabeza de muchas ideas sobre cómo deberían ser y consejos que deberían seguir, los cuales simplemente ayudan a los estudiantes a obtener un grado de sabiduría sobre lo que conlleva la carrera de Derecho, pero esto solo es un complemento, debido a que pocos son los que toman estos consejos y muchos son los que se dedican a pasar los semestres sin hacer nada, por estos jóvenes es que hay mucha injusticia debido a que no se toman enserio la carrera de Derecho y su importancia en la sociedad, el otro complemento para ser un abogado distinguible se basa en la rectitud y valores que posee el mismo.
Por tanto, hay una gran diferenciación entre un abogado y un licenciado en derecho, debido a que el primero es aquella persona que tiene la firmeza y aquella convicción de siempre velar por la justicia, igualdad, y equidad, es decir los aspectos que conlleva ser un abogado de excelencia, es aquella persona que siempre busca la justicia sobre todo y no se deja manipular por cuestiones o factores económicos, perennemente un letrado debe tener presente la ética y moral de lo que abarca este honorifico título, a diferencia de un licenciado en derecho, que es aquella persona la cual simplemente realiza su trabajo sin ningún entusiasmo y pierde aquella esencia de lo que debe defender debido a que quizás con el transcurrir de los tiempos simplemente se volvió como una monotonía en el cual piensa que ser un abogado solo es obtener un título para sacar dinero de los casos que se obtengan.
Dado ello, el autor nos dice que ese es la gran diferencia de un abogado y un licenciado en derecho, los dos deben ser tratados con respeto debido a que como están en esos puestos ha sido por el esfuerzo que han realizado, pero sobre todo un abogado siempre deberá tener esa plena esencia de buscar perenemente la justica ante cualquier situación, por tanto no debe confundirse el significado de lo que es un verdadero abogado y un licenciado en Derecho.
La fuerza Interior
Todos tenemos una fuerza interior que nos hace actuar de una manera correcta dependiendo de nuestra formación y de cómo esté fundamentado nuestro conocimiento, pues, el abogado siempre deberá tener esa fuerza de decidir que es lo mejor y no arrepentirse de tomar aquellas decisiones, quizás diferente a la de los demás, en eso radica el pensamiento de un abogado, debe diferenciarse en su forma de ser y pensar, dado que hay muchos quienes critican por todo sea que se haga algo bueno o algo malo, si se comete errores o si se logran victorias, siempre están presentes aquellos comentarios de personas que no tienen la menor idea de la justicia.
Por tanto, un abogado no debe dejar manipularse por lo que las personas del alrededor digan u opinen, y no es que se pretenda ser un abogado orgulloso, al contrario, tener un pensamiento firme y bien fundamentado será una gran compensación a las habladurías de las personas que se quejan de todo, en muchas ocasiones un abogado se verá inmiscuido en situaciones donde tal vez el cliente que se defienda sea inocente, pero por factores económicos lo acusen y lo inculpen dándole una severa sanción, en esos casos se originará la ira de un abogado, pero se debe tomar en consideración que se hizo lo que se pudo, y se deberá asimilar el suceso ocurrido.
El abogado ante un tribunal siempre deberá velar por defender la verdad, porque el mismo debe actuar con el alma y fundamentarse en los derechos emanados por la ley, y si surge alguna duda o no puede un abogado defender la verdad es mejor que se busque otra labor, dado que un buen abogado se distingue por tener esa firmeza de pensamiento y de opinión en que se está haciendo lo correcto.
La Sensación de la Justicia
La sensación que un abogado tiene al realizar una acción de manera justa es algo que no lo enseñan en las universidades ni escuelas, mucho menos se adquiera mediante factores materiales externos, debido a que es algo natural del ser humano, es innato, se va aprendiendo a medida que se va avanzando en la carrera de Derecho, cuando se desempeña distintos roles, es ahí cuando adquieren esa sensación de que hacer lo justo produce tener la conciencia limpia, y sobre todo sentirse bien de que se está actuando bajo una buena moral que se rige a lo que es justo.
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