APOLOGIA DE SOCRATES Y PROCESO DE CRISTO
Enviado por carmona14 • 14 de Junio de 2013 • 1.600 Palabras (7 Páginas) • 495 Visitas
APOLOGIA DE SOCRATES
Sócrates fue enjuiciado y condenado por los tribunales del gobierno democrático de Atenas en el año 400 A.C., bajo el cargo de corromper a los jóvenes y falta de creencia en los dioses ancestrales. También por enseñar a otros lo que él hace".
Los tres hombres en presentar cargos contra Sócrates son:
• Anito, representa a los políticos y artistas.
• Melito, representa a los poetas. De los tres el único en hablar durante la defensa de Sócrates. En él Sócrates dice que Melito es un joven desconocido de gran nariz aquilina. En la Apología, Melito presenta sus acusaciones, lo que permite a Sócrates rebatirlas. Sin prestar mucha atención a los cargos que está afirmando, acusa a Sócrates de ateísmo, de creer en semidioses y de corromper a la juventud mediante sus enseñanzas.
• Licón, del cual poco se sabe; de acuerdo con Sócrates era representante de los oradores.
Sócrates comienza diciendo al jurado que sus mentes han sido envenenadas por sus enemigos mientras eran jóvenes e impresionables y que su reputación de sofista ha sido impuesta por sus enemigos, los cuales son maliciosos y le tienen envidia. Dice, sin embargo, que éstos van a permanecer en el anonimato, salvo Aristófanes, el poeta cómico. Responde después a la acusación de corromper a los jóvenes argumentando que el corromperlos de forma deliberada es una idea incoherente. Después explica que todos sus problemas comenzaron con la visita al oráculo, tras lo cual, recuenta ésta. Querefonte acudió al Oráculo de Delfos para preguntar si había alguien más sabio que Sócrates, a lo que el dios respondió que no lo había. Cuando Querofonte se lo refirió a Sócrates éste se lo tomó como una adivinanza, pues clamaba no poseer sabiduría grande o pequeña, pero también que era contrario a la naturaleza de los dioses el mentir.
Así pues Sócrates partió en una "misión divina" para resolver la paradoja e intentó demostrar que el dios se equivocaba. Tras esto, proclamándose la voz del oráculo, procede a preguntar sistemáticamente a los políticos, poetas y artesanos, determinando al final que los primeros son impostores, los segundos no comprendían sus propias obras al igual que los visionarios y los profetas no comprenden sus visiones, y que los terceros tampoco se libran de ser pretenciosos. Por su parte, él se pregunta así mismo si preferiría ser un impostor, como la gente con la que habla, y de nuevo hablando como la voz del oráculo responde que no, pues prefiere ser él mismo.
Sócrates dice que estas preguntas indiscriminadas le ganaron la reputación de cotilla o curioso, pero a partir de ahí él interpreta su misión en la vida como la prueba de que la verdadera sabiduría pertenece exclusivamente a los dioses, y que la sabiduría humana tiene poco o ningún valor. Habiendo refutado los prejuicios, Sócrates comienza a defenderse de los cargos formales de corrupción de los jóvenes y ateísmo.
Lo primero que hace Sócrates es acusar al que le acusa, Melito, de no importarle las cosas que dice le importan. Mientras interroga a Melito, dice que nadie corrompería intencionadamente a otro, pues después correría el riesgo de que éste les dañara en el futuro. Este tema de la corrupción es importante por dos razones: primero pues parece ser la acusación más grave que se le imputa, el corromper a los jóvenes enseñándoles una versión de ateísmo, y la segunda, porque Sócrates clama que si Melito está convencido, debe ser porque Aristófanes corrompió las mentes de su audiencia.
Procede después a defenderse de la acusación de ateísmo tendiendo una trampa a Melito hasta que éste se contradice diciendo que Sócrates es un ateo y que cree en semidioses y espíritus. Sócrates humilla a Melito preguntando a la corte si éste ha pasado algún test que muestre si sabe identificar contradicciones lógicas.
Terminada la defensa de Sócrates, los jueces que eran 556, procedieron a la votación y resultaron 281 votos en contra y 275 a favor, condenado a muerte por una diferencia de 6 votos.
Sócrates concluye la Apología diciendo que no guardará rencor contra los que le han acusado y condenado, y en un acto de total confianza les pide que cuiden de sus tres hijos mientras éstos crecen, asegurándose de que éstos pongan lo bueno por delante de su propio interés.
Al final de todo, Sócrates dice: "Es hora de irse, yo para morir, y vosotros para vivir. Quién de nosotros va a una mejor suerte, nadie lo sabe, solo los dioses lo saben"
PROCESO DE CRISTO
El juicio de Cristo consistió en dos procesos, el religioso ante el Sanhedrín, y el político ante Poncio Pilato quien era gobernador de Judea.
Cristo fue llevado a la casa de Caifás donde el Sanhedrín estaba reunido, y donde fue juzgado por blasfemia, ahí asistieron
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