Acto Moral
Enviado por MariGum • 14 de Septiembre de 2014 • 2.349 Palabras (10 Páginas) • 298 Visitas
Conjunto de procesos mediante el cual un individuo realiza un comportamiento que puede ser valorado moralmente, como bueno o malo, debido o indebido.
Los actos morales son actos humanos, voluntarios, que podemos elegir realizar o no, y que podemos valorar según las normas y criterios morales que hayamos asumido previamente. Se refiere al mismísimo acto humano que despliega cualquier ser humano como puede ser dormir, jugar o practicar un deporte, entre otros, pero evaluado y considerado a través de la ética, en cuanto a la bondad o maldad que reporta y esto entonces es lo que termina convirtiendo al mismo en un acto moral.
El acto humano moral consiste no solamente en que quien lo despliega se dé cuenta y sea consciente de lo que está haciendo o a punto de hacer, sino lo más importante que será tener en cuenta y saber de la relación que ese acto tiene con la ética, es decir, cómo esta a través de sus proposiciones finalmente lo juzgará, en bueno o malo. Ante la posibilidad de elegir, el primer elemento de estos actos que se nos muestra es la existencia de un motivo para los mismos. El motivo es la causa directa de la realización del acto, la respuesta a la pregunta '¿por qué?'. Además, este tipo de actos tiene un fin, esto es, la representación o anticipación mental del resultado que se pretende alcanzar con la acción. El fin se hallaría respondiendo a la pregunta '¿para qué?' Pero la finalidad que se pretende conseguir con cualquiera de estos actos ha de conseguirse de algún modo. Cuando hablamos de los pasos que hay que seguir necesariamente para completar el acto moral, para conseguir el fin propuesto, estamos hablando de los medios. Estos se hallan respondiendo a la pregunta '¿cómo?' El elemento que completa la estructura de los actos morales es el resultado efectivo de los mismos, sus consecuencias.
Podemos distinguir entre motivos conscientes y motivos inconscientes. Los primeros los pensamos antes de que nos hagan actuar. De los segundos no tenemos esta representación previa a la actuación: pueden ser derivados del hábito, del capricho o de la misma biología del ser humano, pero también pueden ser aquellos que no nos atrevemos a reconocer ni ante nosotros mismos, y que ocultamos tras de otros más dignos que los justifican -a veces, por envidia o celos, atacamos a otras personas, y lo hacemos convencidos de que éstas actúan mal y deben ser reprendidas-. Contrariamente a lo que pudiera parecer, la inconsciencia de los motivos no anula totalmente el carácter moral de un acto humano.
Aunque a veces puedan confundirse, los motivos y los fines no son lo mismo. El fin de una acción es la representación anticipada de sus consecuencias, lo que se pretende conseguir con dicha acción. En este sentido, es un elemento fundamental para la valoración moral de la misma. Dependiendo de que la finalidad de nuestros actos, nuestra intención, sea buena o mala, así serán también los mismos.
Por otra parte, no basta con la intención. Nuestras acciones se desarrollan en la realidad y, por tanto, dependen de la utilización de unos medios y producen unas consecuencias. La elección de los medios adecuados para la consecución de nuestros fines es fundamental para la valoración moral de nuestras acciones. Podemos afirmar que el fin no justifica los medios y, en este sentido valorar negativamente toda acción que utilice malos medios.
Las consecuencias reales de nuestras acciones son también muy importantes para valorarlas moralmente. Como seres con conciencia podemos prever en gran medida estas consecuencias y, al menos, estamos obligados a intentarlo.
La conciencia de las posibles consecuencias de nuestros actos es importante para la valoración moral de los mismos, pero la ignorancia de éstas no siempre nos exime de toda responsabilidad. A veces es imposible prever determinadas consecuencias de algunas acciones, pero, en general, no sólo es posible sino que estamos obligados a conocerlas.
Los dos requisitos indispensables en todo acto moral son la libertad y conciencia, pero intervienen además una serie de elementos que se mostraran a continuación
Condiciones del acto moral
1. La libertad. Escoger el acto voluntariamente y por sí mismo es una condición fundamental en la esencia del acto mural, porque, por ejemplo, el acto de un individuo que se realiza bajo una coacción interna o externa no cae en la esfera de la moral.
2. La conciencia. Saber lo que se está haciendo es la segunda condición del acto moral. Los niños, los imbéciles o los locos no tienen calidad moral, porque ellos no saben lo que hacen.
Elementos del acto moral
El sujeto moral
El sujeto moral es un individuo dotado de conciencia moral. Este sujeto no es un ente abstracto o ideal, sino un ser concreto, ubicado en una determinada circunstancia histórica y social. Es el sujeto real.
Los motivos
Los motivos o las intenciones son los que nos llevan a actuar o a perseguir un determinado fin. Un mismo acto puede realizarse por diferentes motivos: buenos o malos. Los motivos constituyen uno de los factores más interesantes del acto moral por las discusiones que han suscitado.
Por ejemplo, las teorías motivistas o éticas de los motivos consideran que lo bueno de una acción descansa en los motivos del sujeto. Como representante de esta postura, tenemos a Kant.
Según esta teoría, los actos pueden realizarse con buenas intenciones, pero los resultados no son, por diversas circunstancias, buenos o positivos. Estos actos, a pesar de todo, son positivos. En cambio, los actos que son realizados con malas intenciones, y cuyos resultados son exitosos y hasta juzgados como buenos, pero que no surgieron de una intención o motivación positiva, son calificados como malos.
La anticipación del resultado
La anticipación ideal del resultado que se pretende alcanzar es la conciencia del fin que se persigue. El sujeto moral tiene capacidad para sopesar los alcances, las consecuencias, las secuelas que pueda traer consigo su acto moral y de esa manera prever con anticipación situaciones indeseables que en muchos casos pueden ser graves.
La anticipación del resultado orienta el acto moral del sujeto. Por ejemplo, si dos personas visitan a un amigo influyente que está enfermo, uno podría hacerlo con la intención de reconfortar a su amigo y el otro porque espera que lo tenga en cuenta para un ascenso en la vida política.
La decisión
La decisión es la capacidad que tiene el sujeto para actuar por sí mismo, en concordancia con lo que cree que es la mejor
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