Adela Cortina Etica
Enviado por lovegoodeve23 • 23 de Mayo de 2014 • 1.407 Palabras (6 Páginas) • 588 Visitas
Adela Cortina Orts (Valencia, 1947) es una filósofa española, ganadora del Premio Internacional de Ensayo Jovellanos 2007. Catedrática de Ética de la Universidad de Valenciay Directora de la Fundación ÉTNOR, Ética de los Negocios y las Organizaciones.
Entre los reconocimientos más recientes a su labor se encuentran el nombramiento como Miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas (2 de diciembre de 2008), siendo la primera mujer que entra a formar parte de esta institución y la investidura como Doctora Honoris Causa por la Universitat Jaume I de Castellón (15 de enero de 2009) y por la Universidad Politécnica de Cartagena (27 deenero de 2012).
Pensamiento
Adela Cortina se inscribe dentro del procedimentalismo y la ética discursiva, presenta como marco teórico fundamentalmente a Kant, Hegel, Habermas y Apel. Sostiene (junto con Apel y Habermas) la racionalidad del ámbito práctico, el carácter necesariamente universalista de la ética, la diferenciación entre lo justo y lo bueno, la presentación de un procedimiento legitimador de las normas y la fundamentación de la universalización de las normas correctas mediante el diálogo.
Al aceptar la ética discursiva advierte el peligro que presenta ésta de disolver el fenómeno moral si no es completada con una teoría de los derechos humanos y una ética de virtudes y actitudes. Desde su punto de vista, el derecho a la igual participación no puede atribuirse sin más a la racionalidad, así, tanto en el caso de Kant como en el de la ética discursiva se descubre la conciencia moral de una época determinada, expresada ya sea en la conciencia o en el lenguaje. Esto no significa restarle validez a la propuesta discursiva, sino más bien reconocer que la razón es histórica. Se han de tener en cuenta las circunstancias históricas y culturales cuando se inicia el discurso, y no sólo las puramente racionales.
También en sus escritos encontramos una cierta crítica al puro procedimentalismo. Para ella prescindir de la bondad de la intención y desplazar el interés ético hacia lo que hace correcta una norma, sitúa a la ética y la moral en un lugar precario, el de la pura exterioridad.
Una cuestión más que preocupa a Adela Cortina es el hecho de que el principio de la ética discursiva, como legitimador de normas morales correctas, se escriba sobre la apariencia de un principio de legitimación de las decisiones políticas (en una mala interpretación). Esto puede conllevar el inconveniente de cargar a la voluntad y juicios morales con el lastre de las realizaciones pervertidas de la vida política existente. Por esto es importante remarcar el hecho de que en la voluntad moral no es tan importante guiarse por el consenso que culmina, sino por el proceder dialógico, esto es: cultivar la actitud dialógica de quien está interesado en conocer los intereses de los afectados por una norma, escuchar sus argumentos, exponer los propios y no dejarse convencer por intereses particulares, sino sólo por los generalizables.
Adela Cortina también ve el peligro de que la ética discursiva pueda caer en un idealismo, en el sentido de considerar sólo la dimensión racional del hombre y olvidar los móviles del mismo, esto es, el tipo de virtudes que predisponen a actuar de acuerdo a ellas. Desde su punto de vista sin la percepción de un valor, sin experimentar algún elemento valioso, no hay motivo por el que el individuo deba seguir un principio.
Entre su abundante producción, cabe citar Ética mínima. Introducción a la filosofía práctica (1986), Alianza y contrato. Política, ética y religión (2001) o Las raíces éticas de la democracia (2010).
ADELA CORTINA RESPONDE A FILOSOFÍA HOY
LA SOCIEDAD
¿Cuál es su estado de ánimo frente a la sociedad actual?
De perplejidad e indignación. Cuando tenemos medios más que suficientes, espirituales y materiales, para que las gentes puedan ser felices, bien pocos lo son. Claro que hay catástrofes naturales, enfermedades y accidentes que hacen difícil vivir bien, pero lo indignante es que no pongamos lo que está en nuestra mano para que las gentes vivan en plenitud.
¿Cuáles son, aquí y ahora, las nuevas plagas de Egipto?
La pobreza extrema y el hambre, la falta de asistencia en la enfermedad, la carencia de educación, el desempleo, que impide percibir un salario y participar activamente en la sociedad, el vacío de valores que llevarían a tener una moral alta, el desamparo en la vejez, la injusticia,
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