Amor

Cuando era niño pasaba mucho tiempo en el parque, en la fuente, observando el agua (sí, observando), es un diamante, si te fijas en la caída, libre y quieta, encontrarás en un simple chorro varias formas que cambian tan rápido que apenas y te da tiempo de registrarlas en tu memoria, si las rozas con tus dedos, las alteras y encuentras otra posibilidad, y brilla con el sol, alcanzas a ver el filo, como cosas volando por el aire, un trazo que se desenreda y llega al fondo, regresa convertida en otra figura y se disuelve en ella misma, el agua siempre vuelve. Cuando era niño pasaba mucho tiempo en el parque, en la fuente, observando el agua (sí, observando), es un diamante, si te fijas en la caída, libre y quieta, encontrarás en un simple chorro varias formas que cambian tan rápido que apenas y te da tiempo de registrarlas en tu memoria, si las rozas con tus dedos, las alteras y encuentras otra posibilidad, y brilla con el sol, alcanzas a ver el filo, como cosas volando por el aire, un trazo que se desenreda y llega al fondo, regresa convertida en otra figura y se disuelve en ella misma, el agua siempre vuelve. Cuando era niño pasaba mucho tiempo en el parque, en la fuente, observando el agua (sí, observando), es un diamante, si te fijas en la caída, libre y quieta, encontrarás en un simple chorro varias formas que cambian tan rápido que apenas y te da tiempo de registrarlas en tu memoria, si las rozas con tus dedos, las alteras y encuentras otra posibilidad, y brilla con el sol, alcanzas a ver el filo, como cosas volando por el aire, un trazo que se desenreda y llega al fondo, regresa convertida en otra figura y se disuelve en ella misma, el agua siempre vuelve. Cuando era niño pasaba mucho tiempo en el parque, en la fuente, observando el agua (sí, observando), es un diamante, si te fijas en la caída, libre y quieta, encontrarás en un simple chorro varias formas que cambian tan rápido que apenas y te da tiempo de registrarlas en tu memoria, si las rozas con tus dedos, las alteras y encuentras otra posibilidad, y brilla con el sol, alcanzas a ver el filo, como cosas volando por el aire, un trazo que se desenreda y llega al fondo, regresa convertida en otra figura y se disuelve en ella misma, el agua siempre vuelve.Cuando era niño pasaba mucho tiempo en el parque, en la fuente, observando el agua (sí, observando), es un diamante, si te fijas en la caída, libre y quieta, encontrarás en un simple chorro varias formas que cambian tan rápido que apenas y te da tiempo de registrarlas en tu memoria, si las rozas con tus dedos, las alteras y encuentras otra posibilidad, y brilla con el sol, alcanzas a ver el filo, como cosas volando por el aire, un trazo que se desenreda y llega al fondo, regresa convertida en otra figura y se disuelve en ella misma, el agua siempre vuelve.

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