Antenor Orrego

Antenor Orrego a través de sus ideas nos muestra la gran diferencia que existe entre maestro – profesor y que el profesor no debe formar al alumno a su antojo, a su estilo, a su gusto personal, no debe imponer un contenido educativo, sino ayudarlo a revelar su personalidad, a descubrir sus potencialidades, orientarlo o conducirlo a construir su propio conocimiento, a ser protagonista del proceso cultural.

Mediante cada una de sus ideas que veremos más adelante nos quiera dar a entender que ya no se debe imitar servilmente a Europa, sino afirmar una identidad y una propia actitud original que no es una vuelta al

pasado sepulcral, sino una revelación o alumbramiento hacia el futuro.

Él nos habla de que la educación será como la vida misma: dinámico, inagotable y una revelación continua. Y debe abogar por la integración latinoamericana es decir una educación que revela los estudiantes potenciales y guías y les ennoblece al proceso de desarrollo humano hacia la plenitud del ser humano, una educación impregnada de creatividad y que impulsa el cambio social. Por lo tanto, la escuela debe preparar a los estudiantes para responder de forma creativa a los problemas cambiantes de su entorno y del mundo.

En conclusión nuestro personaje conceptuó a la educación como herramienta para formar al hombre culto y al ciudadano, para terminar con la tiranía de la ignorancia, para formar la conciencia de nuestra realidad, y de la imperiosa necesidad de transformarla. Ubicó al educando en el centro del quehacer pedagógico, para cuya formación se deberían considerar contenidos actualizados, al ritmo del desarrollo científico, poner en práctica métodos dinámicos y contar con docentes de elevada formación.

De allí su ex expresión: integración mediante el intelecto, cuyo cultivo es obra de la educación.

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