Análisis Semiótico De La Mujer Como Objeto De Consumo
Enviado por Lluviaquecae • 2 de Junio de 2014 • 1.314 Palabras (6 Páginas) • 334 Visitas
Análisis semiótico de la mujer como objeto de consumo y consumidora de objetos
Una modelo de vestido rojo y piel muy clara aparece en primer plano; su delgadez extrema y un cigarro en la mano izquierda enmarcan la portada de algún número de Vogue en su versión inglesa. Al abrir la revista, varios hombres dominan a una joven tirada en el piso para la campaña de Dolcce & Gabanna. Un vistazo al pasado y la perspectiva empeora, en los años sesenta hay una plaga de la mujer servicial, una Eva sin aspiraciones (ni siquiera morder la manzana). Ella, la que limpia, barre, plancha y cuya principal obligación es mantener todo en orden y verse bien: La perfecta ama de casa.
La publicidad ha creado el estereotipo de mujer que rige hoy en día a la sociedad, estableció el patrón, la pauta del “deber ser”, la forma de pensamiento y como tal, una cosmovisión. Se ha encargado de dialogar con los compradores y seducirlos, consciente de que el 80% del mercado posible es del sexo femenino. Debido a ello, hay publicidad hecha para mujeres y a su vez, publicidad hecha con mujeres.
A las féminas va dedicada la inserción del deseo por objetos que en realidad no son necesarios, cuyo uso no es indispensable para la supervivencia y sí para la vanidad: las cremas, el maquillaje, los productos para bajar de peso etc. Las mujeres se convierten en un blanco fácil entre el género que las marcó y el rol que intentan desempeñar para no romper con lo bien visto ante el gentío con el que chocan al caminar en una mañana cualquiera.
Es así como se introducen las marcas con el objetivo de persuadir y dejar ver que la adquisición de un producto tendrá a un cliente satisfecho siendo ésta la principal vía hacia la felicidad: Ahora las endorfinas también vienen empaquetadas.
Es posible analizar las imágenes y los vídeos que conforman esta publicidad que hasta cierto punto raya en lo sexista y hago aquí una aclaración importante: No soy feminista y sostengo que el feminismo ha sufrido un cambio ideológico que lleva al desplazamiento semántico, en donde el término en la actualidad hace referencia a una superioridad de la mujer por encima del hombre y ya no a la equidad que en sus inicios promovía.
La fotografía que se muestra a la izquierda está bañada en color blanco, la luz que inunda la habitación es lo primero que atrapa la vista hacia el anuncio. De acuerdo a las semejanzas mencionadas por Foucault en “Las palabras y las cosas”, el color blanco emula la paz, la pureza y la inocencia, lo que atenúa la situación del sexo casual en una sugerencia de lo que sucede “la mañana del día después” por mera interpretación de quien pasa las páginas de una revista y ríe un poco ante lo acontecido.
Él no recuerda su nombre, tal vez ni siquiera lo preguntó y ella más objeto que mujer (¿Y no hay mujeres que también utilizan a los hombres a un nivel meramente sexual?) yace tendida en el lado izquierdo de la cama. ¿Por qué el post-it lo tiene pegado ella en la frente y no él? El anuncio va destinado a países (Latinoamérica principalmente) donde el machismo aún impera, es la hegemonía de la que difícilmente se puede salir. La relación de conveniencia se establece entre los distintos signos que forman la imagen para dar una signatura total, para que la fotografía se convierta en un solo signo, en una representación que no requiera una explicación detallada ni letras de más: Un hombre y una mujer que sin mostrar su cuerpo dejan en claro su desnudez, de nueva cuenta hay una interpretación de las sábanas revueltas y quizá sea un tanto atrevido decir que el color tan neutro y la falta de artículos decorativos personales, dan la impresión de hallarse en un hotel.
Para Saussure, el signo lingüístico se divide en concepto e imagen acústica, apuesto por la palabra “sexo” para definir todo el cuadro en
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