Aristoteles
Enviado por DANFE • 20 de Agosto de 2014 • 29.751 Palabras (120 Páginas) • 210 Visitas
Colombia: Siglo y Medio de Bipartidismo
Alvaro Tirado Mejía
Los partidos liberal y conservador en Colombia se nutren con el mito de su origen: derivan éste de los héroes como si la conciencia de mediocridad, de vacilación y de falta de perspectivas de los conductores presentes, tuviera que ser legitimada originariamente por Bolívar y Santander. El mito sirve así para justificar una práctica que se valida a posteriori, en forma deductiva, con postulados, reales, o supuestos, emanados de los fundadores de la "nacionalidad", de la patria y por lo tanto válidos porque proceden de éstos y se confunden con aquélla.
Con todo, es preciso separar, tanto en los partidos políticos como en los hombres, la práctica real de la representación que de ésta ellos se hacen. Una de esas representaciones es la de la unidad rectilínea, de un hilo teórico conductor que une los orígenes con el momento presente dentro de la base doctrinaria. En la práctica, en Colombia esto no ha sido así, pues con el mismo nombre y con la misma búsqueda de legitimación ideológica, el partido liberal y el partido conservador han modificado su doctrina de acuerdo con las circunstancias coyunturales, nacionales o internacionales, según las tácticas de gobierno u oposición, o al impulso fugaz del movimiento electoral. En el liberalismo, por ejemplo, poco tienen que ver las ideas programáticas presentadas por Ezequiel Rojas en 1848 con las agitadas, en el tercer decenio de este siglo, por Alejandro López, o diez años después por Jorge Eliécer Gaitán. De la misma manera, bien poca es la cercanía entre el pensamiento conservador de Mariano Ospina Rodríguez en 1849 y la prédica fascista del grupo de los Leopardos hacia 1936, o de los principios corporativos que Laureano Gómez quería implantar en el proyecto de Constitución Nacional, en el año de 1953.
Las influencias internacionales
La formulación doctrinaria y la práctica de los partidos en Colombia, siempre han estado marcadas por el contexto internacional. El hundimiento del imperio español fue continental, y cuando a mediados del siglo XIX se forman los partidos liberal y conservador en Colombia, ambos que en su esencia eran liberales, fueron marcados por los mismos hechos políticos y por los mismos vientos doctrinarios internacionales: la Revolución de 1848 en Francia y las de Italia, Alemania y Hungría; la caída de la monarquía en Francia y la Constitución de la República: la soberanía temporal del Papa y los problemas religiosos de Italia; la caída de Páez en Venezuela, la de Flórez en Ecuador y la de Rosas en Argentina, fueron hechos políticos determinantes en la conformación y debate entre conservadores y liberales, así como en lo doctrinario todos los ideólogos leían y le daban su propia interpretación a Lamartine o se disputaban por los textos de Benthan, Sismondi, Fourier, Saint-Simon o Proudhon. En la Argentina, Sarmiento oponía la "civilización" a la "barbarie", lo europeo a lo americano, que se simbolizaban en el frac y en el poncho. En la Nueva Granada por la misma época, el nombre de los contendientes -burgueses comerciantes, y artesanos- se representaba también por el atuendo "cachacos" y "guaches", los de traje europeo y los de ruana. La secularización del Estado, el conflicto religioso que marca sobre todo a los países católicos en el siglo XIX, fue vivido en América en forma similar: los comerciantes querían secularizar el Estado y abrir sus países al libre cambio y a la inmigración. Sarmiento decía en Argentina: "La cuestión de libertad de cultos es en América una cuestión política y de economía. Quien dice libertad de culto, dice inmigración europea y población"3. En Colombia los radicales también decretaron la libertad de cultos, la separación, entre la Iglesia y el Estado, al mismo tiempo que imponían la libertad de comercio, y en consecuencia de importación, con tanto celo, que hasta la cuarentena sanitaria en los barcos fue suprimida "por considerarla incompatible con los principios de la libertad". La desamortización de bienes eclesiásticos realizada en Méjico por Lerdo de Tejada y Juárez fue precursora de menos de dos lustros de la verificada por Mosquera, y el largo reinado dictatorial de Porfirio Díaz sirvió como modelo a la efímera dictadura de Rafael Reyes.
Durante el siglo XX, en Colombia, la revolución mejicana, la soviética, el manifiesto de los estudiantes de Córdoba y el Aprismo peruano, nutrieron con su inspiración los primeros escarceos de intelectuales socialistas que bien pronto fueron asimilados por el partido liberal. Ya éste en el poder, a partir de 1930, realiza la reforma constitucional de 1936 al influjo de la Constitución Española de 1931, bajo la guía doctrinal de León Duguit y al amparo de los frentes populares, que en España y Francia, se formaron para luchar contra el fascismo y acá contra su caricatura. Maurras, el monarquista francés, sirvió de guía a grupos intelectuales conservadores que como su maestro decretaron la "acción intrépida" y el atentado personal; la lucha de Mussolini, Hitler, y Franco fue seguida con beneplácito y esperanza por un amplio sector de la dirigencia conservadora. Cuando el Peronismo sucumbía en Argentina, Rojas Pinilla trató de copiarlo en algunos de sus aspectos, y el invento típicamente colombiano, el Frente Nacional, como tanto otros inventos nativos, ya estaba funcionando en Austria en momentos en que el Castrismo proyectaba sus luces sobre todo el continente.
El bipartidismo
En el siglo XIX en Colombia, como en los otros países latinoamericanos se dio el bipartidismo liberal-conservador pero a diferencia de casi todos ellos, en Colombia esta situación se prolongó en el siglo XX y es un hecho actual innegable. Y no es que no se hubieran hecho variados intentos en el presente y el pasado siglo para modificar esta situación: los balbuceos socialistas en 1850, no fueron más que liberalismo romántico inmerso dentro del partido liberal; el partido católico que algunos esbozaron en el siglo XIX no trascendió el deseo piadoso de ciertos conservadores, y la Unión Republicana, que surgió en 1910, no pasó de ser un ave de corto vuelo cuya cabeza estuvo en el partido conservador y cuyas alas, al cabo de un lustro, se reincrustaron en el liberalismo y el conservatismo. Sectores artesanales, pero sobre todo intelectuales, crearon en 1919 un partido socialista que se diluyó en el liberalismo desde 1922, así como los grupos intelectuales del mismo nombre que surgieron en los años veinte, se incrustaron en las altas posiciones burocráticas liberales, tan pronto ese partido llegó al gobierno, en el año de 1930.
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