Arquitectura Estetica De Platon Plotino Y Aristoteles
Enviado por zandydeoz • 30 de Enero de 2013 • 3.393 Palabras (14 Páginas) • 1.244 Visitas
ÍNDICE
PÁGINA
Introducción ------------------------------------------------------------------------------------------2
La Estética De Platón -----------------------------------------------------------------------------3
La Estética De Plotino -----------------------------------------------------------------------------6
La Estética De Aristóteles ------------------------------------------------------------------------9
Conclusión ------------------------------------------------------------------------------------------11
INTRODUCCIÓN
Este trabajo trata de la estética de Platón, Plotino y Aristóteles, desde lo visto en clase con las presentaciones del Arquitecto acerca de Aristóteles donde para él la idea es abstracta, la idea no tiene existencia en si, donde lo importante es la realidad; donde decía que las formas supremas de lo bello son la conformidad con las leyes, la simetría y la determinación y son precisamente estas formas las que se encuentran en las matemáticas y puesto que estas formas parecen ser las causas de muchos objetos, las matemáticas se refieren a una causa que es la belleza.
Mientras que para platón que fue expuesto por mis compañeros señalaba que para Platón el inicio del ascenso hacia la belleza en su estado máximo, intangible y absoluto está a partir de la belleza visible, de la admiración de los cuerpos bellos para luego ascender al nivel espiritual y finalmente apreciar la belleza suprema en sí. El primer peldaño para lograr la ascensión según decía él es el amor que, citando textualmente mis apuntes decía: “siempre es deseo, deseo de la belleza y de la eternidad por la procreación”.
Y según Plotino para alcanzar la cima más alta el hombre ha de ser primero conducido fuera de lo puramente material a través del ejercicio de las virtudes, que le hacen ver la belleza que reside en ella. Con esto se habrá conseguido, por medio de la razón y de las virtudes, despertar el amor hacia las cosas incorporales o inmateriales y hacerle contemplar la belleza presente en lo claro.
Todo esto y de manera mas explicita lo desarrolle es el desarrollo de este ensayo que me sirvió para conocer mas a fondo acerca de la estética y como la manejaron cada uno de estos personajes.
LA ESTÉTICA DE PLATÓN
Según lo que leí y lo que fuimos aprendiendo en las presentaciones en clase de platón, es difícil describir el objeto central de la estética platónica sin caer en la claridad a la que mis conocimientos me limitan.
De entrada, debo hacerla un tanto agresiva afirmación de que no creo que exista una belleza absoluta y, por tanto, tampoco creo que exista una concepción absoluta de lo que es belleza. Considero en cambio, que sí existen una serie de condicionantes y variables que impactan en la percepción humana de tal modo que su reacción ante la llamada realidad lo lleva a catalogar las cosas como bellas o no bellas.
Platón narra acerca de lo que es bello y por qué. En uno de los planteamientos se concibe la existencia de la belleza en las cosas respecto a su utilidad: “Lo bello es lo útil, lo que sirve para realizar cualquier acción”.
Platón refuta esta opinión porque es bien sabido que no todo lo que se emplea para hacer algo es bello debido a que con la característica de “utilidad” de las cosas se pueden ejecutar tanto acciones malas como buenas y, por antonomasia, se sabe que la belleza no puede ser vehículo de lo malo o dañino del hombre.
Estoy de acuerdo en la suposición de que lo bello es un concepto diferente a lo útil; Independientemente de que se sea ciego podemos tener unos ojos hermosos, es decir, el hecho de que éstos no me sean útiles no le resta cualidad a su color o a su forma.
Sin embargo no estoy de acuerdo con la idea platónica de que lo que se emplee con fines malos sea por ende feo; puedo comprar una pipa para fumar, la acción de fumar no es bella por el hecho de ser destructiva al dañar mi cuerpo, pero eso no resta que la pipa pueda ser un trabajo artesanal sumamente valioso con características bellas.
Entonces estamos ante la premisa de que la belleza existe en diversos planos; el de la belleza física y la belleza de lo no físico: la pipa corpóreamente puede ser bella y la acción que ejecuta puede no serlo.
También se habla que le belleza es aquello encargado de deleitarnos: de causar placer principalmente mediante los oídos y la vista. Con esto no caemos más que en meras sujeciones: lo bello sería sumamente subjetivo debido a que lo que me causa placer a mí puede no causárselo a otro sin considerar que, al mismo tiempo, lo que me puede deleitar puede ser la acción más ruin y abominable siendo la finalidad de la acción algo no bello.
Platón asimismo se apegaba un tanto a la idea pitagórica de la noción de belleza forjada con base en la medida y la proporción, considerando que la armonía y el orden conducían al bien y hacían un paralelismo con la belleza.
La matemática aplicada a la estética es una teoría bastante aceptada; se ha dicho y comprobado que, por lo menos en el plano físico, entre más simétrico sea algo y matemáticamente se acerque al llamado “numero de oro” de la proporción áurea, más bello es. Pero la incógnita sigue siendo la misma, en caso de que la belleza se consiga con proporciones y un número la favorezca ¿Cuál es la naturaleza de ese número? ¿En qué radica que la matemática posea el espíritu de la belleza?
Platón nos dice tener una respuesta.
Después de marcar el plano físico de la belleza y el plano de la belleza de las almas a través de la virtud, propone un tercer estado de la belleza, madre de las anteriores dos: la belleza inmóvil. Las primeras son aparentes a los mortales y van relacionados con lo sensible, la tercera en cambio, es un concepto universal, inmutable y perpetuo que habita en el mundo de las ideas. El común denominador de belleza del que hablaba párrafos antes, los objetos que se perciben como bellos, la misma matemática y su simetría, están regidos por un “algo” absoluto y supremo que concede parte de su carácter a los objetos.
Mi interés respecto a los postulados platónicos de la estética se origina primordialmente en este punto.
Para Platón “lo bello” reside en algo inasequible de la cual el mundo sensible es una mera aproximación: todo lo que percibimos (las mujeres y hombres hermosos, las pinturas bellas, las obras más impresionantes
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