Arquitectura Y Disciplina

INTRODUCCION

“A los que roban se los encarcela; a los que violan se los encarcela; a los que matan, también. ¿ De dónde viene esta extraña práctica y el curioso proyecto de encerrar para corregir…”

Michel Foucault. Vigilar y castigar, el nacimiento de una prisión.

Considero necesario comprender los antecedentes históricos de la aplicación de pena para poder encaminar mi búsqueda. De esta forma, y a modo de prólogo, exhibo la subdivisión en cinco períodos que Francisco J. Herboso, escritor chileno, presento sobre la aplicación de pena a través de los siglos. Solamente es de mi interés mostrar la evolución que hacen las sociedades, por lo tanto no voy a entrar en detalles tales como fechas, años, etc.

La primera época es la del sentimiento de venganza que inspira los castigos; la muerte de un hombre puede causar el exterminio completo de la tribu al que pertenece el homicida.

En la segunda rige la ley del “ojo por ojo, diente por diente”. Un paso más en el camino de “buscar justicia”, pero no lejos de la idea de venganza y satisfacción de la primera víctima.

El tercer período obedece a que la ejecución de una pena puede ser redimida por un sacrificio equivalente en especie o dinero. Una idea que marcha hacia los fines del progreso humano, iniciada por la idea cristiana que se abre paso.

En la cuarta época se introduce la reforma de la proporcionalidad entre el delito y la pena. Con más conocimiento sobre el comportamiento humano, al interés de la víctima sucede el interés de la sociedad. Es ahí donde la justicia comienza a estudiar la analogía y la proporción entre la falta y el castigo.

Y por último, en la época moderna, la legislación penal se perfecciona. La caridad ha sucedido al sentimiento de venganza, y la sociedad ha apercibido que el delincuente puede en muchos casos no ser otra cosa que un enfermo moral, y que el medio en el que se desarrolla su existencia puede ser la causa de su criminalidad.

Llegamos a que la idea de castigo sea reemplazada por la de curación por medio del secuestro, la educación moral para ilustrar el espíritu, y el trabajo para mantener activas las fuerzas corporales. Se entiende que de esta manera, luego de cumplir condena, se recupera y devuelve un miembro de la sociedad que puede ser útil; ya no se venga del criminal como en otros tiempos, sino que se prefiere regenerarlo.

Entendiendo que la cárcel se convierte en un instrumento de corrección social, la disciplina ocupa un papel fundamental y se transforma en uno de los pilares de esta institución.

De esta forma es como llego a analizar los conceptos planteados por Foucault sobre la disciplina en la sociedad, buscando desmembrar aquellas resoluciones de tipo arquitectónico en las prisiones que respondan a consideraciones de comportamiento humano.

“El método que

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