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El siguiente Ejercicio de Formación Científica Investigadora (E.F.C.I) se propone describir la observación no participante a un infante de siete años, en un ambiente natural seleccionado, para la cual nos apoyaremos en el planteamiento de Albert Bandura quien plantea que el aprendizaje se da a través de la imitación, donde el influyente es el medio en que el niño se desarrolla. Esta teoría de observación está dividida en donde el infante, presta atención, retiene la información, está motivado a repetirla y genera una nueva conducta. Todo esto es designado aprendizaje por observación, donde al imitar aprende un nuevo comportamiento. Centrándonos principalmente en uno de estos procesos, denominado motivación, el cual consiste en estar animado para adoptar una conducta, es necesario que la persona encuentre razones para que imite lo que ha aprendido. Dentro de esas razones, Bandura aborda tres, (refuerzos pasados, refuerzos prometidos y refuerzo vicario).

También menciona una variable de suma importancia para el aprendizaje llamada autoeficacia, esta genera un alto nivel de confianza en nuestras capacidades. Al conseguir buenos resultados en la resolución de alguna actividad teniendo en cuenta la seguridad que tiene al realizarlas, se origina un grado mayor de motivación para nuevos quehaceres. La motivación es lo que mueve a la persona en una dirección y con una finalidad determinada; es la disposición al esfuerzo mantenido por conseguir una meta. Constituye, por tanto, un factor que condiciona la capacidad para aprender. Al igual que los intereses, depende en parte de la historia de éxitos y fracasos anteriores de la persona pero también del

hecho de que los contenidos que se ofrezcan para el aprendizaje tengan significado lógico y sean funcionales.

En la motivación que un alumno llegue a tener desempeña un papel fundamental la atención y el refuerzo social que del adulto (profesor, padres) reciba. Por eso son importantes las expectativas que los adultos manifiestan hacia el infante y las oportunidades de éxito que se le ofrezcan.

La esencia del aprendizaje por observación es la imitación. El aprendizaje por observación implica sumar y restar de la conducta observada y generalizar a partir de una observación. En otras palabras, la imitación conlleva procesos cognitivos y no consiste en simple mímica o repetición. Es algo más que igualar los actos de otra persona; conlleva la representación simbólica de información y el almacenaje de la misma para usarla en el futuro.

En el desarrollo neurofisiológico de la imitación, nos topamos con las neuronas espejo las cuales son un grupo de células que nos permiten imitar mentalmente los movimientos de otra persona y ser empáticos. Las neuronas espejo se activan desde el nacimiento y les permiten a los bebés imitar los movimientos de los adultos e ir aprendiendo. Por

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