Axiologia Concreta
Enviado por marqkos12878 • 27 de Septiembre de 2014 • 4.665 Palabras (19 Páginas) • 892 Visitas
AXIOLOGÍA CONCRETA
Y DISCIPLINAS AUXILIARES
Disciplinas que sirven para de instrumento útil para llevar a cabo los valores axiológicos, considerándolas enunciativas, no exhaustivas, pero sirven para llegar a una meta, los valores en el ser humano de la sociedad.
Al Hablar de axiología concreta significa no sólo llevar el tema de los valores a la praxis sino enriquecer todos los ámbitos de la vida del ser humano, redescubriendo los valores que existen en sus diversas manifestaciones. Es verdad y estoy plenamente consciente que aquí entramos en un plano lleno de posiciones contrarias, pues estoy tocando lo real, lo concreto, que es donde se mueven todas las corrientes derivadas del relativismo, que niegan que exista una verdad universalmente válida, o como el subjetivismo que limita la validez de la verdad al sujeto que conoce y juzga.
Como dice Miguel Bueno, en la axiología concreta "importa abarcar la extensa cobertura que adquiere el valor en la totalidad de la experiencia, incluyendo sus tres grandes y representativos sectores, como son cultura, civilización y vida cotidiana".
Cuando hablamos del valor y lo aplicamos a estos tres aspectos de la manifestación humana, podernos afirmar con Miguel Buen: que la axiología "encarna la autoconciencia sistemática de la experiencia cultural y vital como culminación de sus planteamientos en aras de la universalidad inherente al valor mismo de la vida".
Ahora más que nunca podemos afirmar que la axiología no puede permanecer en el campo de la teoría. Esto es lo que ha creado los grandes problemas de la humanidad, sobre todo en el siglo XX. En este siglo la axiología y la filosofía en general se volvieron pasadas de moda, y el hablar de los valores significaba provocar miradas de sorpresa y hasta de incredulidad. El autor que vengo comentando establece atributos de realista, relativista y antropologísta a la axiología concreta, como una denegación de los cánones del idealismo clásico.
En mi concepto, la axiología debe ser concreta en el sentido de que se debe aplicar a todas las manifestaciones humanas, pues todas ellas están impregnadas de algún valor, y en este sentido será realista; sin embargo, difiero en su apreciación de que la axiología concreta sea relativista, pues desaparecería el sustento primordial del significado de valor. La axiología sí es antropologista pues es sólo el ser humano de quien parte y a quien se dirigen principalmente los valores.
La axiología se manifiesta y forma parte de la cultura, porque la cultura es toda manifestación que sublima al ser humano. Un ejemplo concreto lo tenemos en el acervo cultural desarrollado por los grupos de México anteriores a la conquista española.
Sus profundos conocimientos de las matemáticas, la arquitectura, la medicina, la astronomía y la música, entre otros, les permiten desarrollar los centros arqueológicos que hoy admiramos, todos ellos cimentados en su acendrada religión, pues la vida de estos pueblos era teocéntrica.
Los grupos indígenas actuales heredaron gran parte de esa cultura, aunque la "civilización" les haya impedido manifestarse con todos los valores que ellos conservan, porque forman parte de su Vida y de su práctica cotidiana. Como señala Alan Riding en su obra Vecinos Distantes, "los mexicanos nos sentimos muy orgullosos de nuestro pasado indígena, pero nos avergonzamos de nuestro presente indígena". El problema es que esa vergüenza proviene de la ignorancia que tenemos de esos valores, pero están ahí, entre los grupos chinantecos de Oaxaca, entre los seris de Sonora o entre los tzotziles de Chiapas.
En el llamado sector de la civilización encontramos que ésta es una creación humana, y desde sus orígenes, en la polis griega o en la civitas romana, su principal interés era el conocimiento y desarrollo de los valores, en especial de los filósofos de la época. El mundo civilizado, a través de la historia, y en los momentos actuales, ha pugnado por los valores, teniendo, irónicamente en algunos casos, que la búsqueda de los valores ha llevado a situaciones catastróficas como la Segunda Guerra Mundial o la globalización que actualmente se da en los países de primer mundo, y a la que son arrastrados los países que sin ser de este nivel, dependen y son absorbidos por ellos.
Es la globalización la que va creando las sociedades de consumo que se vuelven esclavas de esas necesidades impuestas por el énfasis que se da al valor económico, y que se van convirtiendo en un vicio, porque crea adicción, el hábito de gastar y estar sujeto al crédito mercantil.
Iván Illich con su estilo peculiar describe lo que encontró en la casa de Gandhi como elementos constituyentes de un hogar.
Aquí encontré que la choza tiene siete tipos de lugares. Al entrar hay uno en el que se colocan los zapatos y se prepara uno, física y mentalmente, para entrar. Luego viene el cuarto central que es lo suficientemente amplio para alojar a una familia numerosa. Esta mañana, a las cuatro, cuando estaba sentado ahí, listo para rezar, había cuatro personas sentadas conmigo recargadas en una pared y, del otro lado, había suficiente espacio para otras cuatro sentadas muy juntas. Este es el cuarto al que todos pueden acudir para reunirse con los demás.
El tercer espacio es donde Gandhi se sentaba y trabajaba. Hay otros dos cuartos uno para visitas y el otro para enfermos. Hay una baranda abierta y también un cómodo y espacioso baño. Todos estos espacios tienen una relación intensamente orgánica.
Al hablar de espacios y de relación orgánica, Iván Illich da énfasis a los elementos necesarios no superfluos para que una casa se pueda constituir en un hogar como un espacio que encierra los factores más importantes de éste: familia, servicio y realización personal, dejando a un lado las "necesidades" de muebles o enseres del hogar creadas por el consumismo, que Illich critica frecuentemente en la obra mencionada.
Julián Marías en su obra La educación sentimental expresa su concepto sobre un aspecto muy importante de la axiología concreta: En nuestra época se habla mucho de la 'calidad' de la vida. Pero lo curioso es que se suele dejar fuera lo verdaderamente cualitativo.
En casos extremos se llega al olvido de dimensiones esenciales y delicadas de la vida. Y ello es la causa de posibles pérdidas de nivel, algo tan importante, tan variable a lo largo de la historia, o entre diversos países, y por supuesto entre personas.
La vida humana, en efecto, aunque es unitaria, tiene dimensiones. Esto no se ha visto con suficiente claridad porque en casi toda la historia se ha pasado por alto la vida misma, se ha hablado del hombre, de sus componentes o atributos, facultades, de sus partes o
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