Beneficios Que Aporta El Estudio De La Filosofia
Enviado por • 3 de Enero de 2015 • 1.886 Palabras (8 Páginas) • 1.325 Visitas
QUE BENEFICIOS NOS APORTA EL ESTUDIO HISTÓRICO DE LA FILOSOFÍA.
I PARTE
Con la filosofía elevas tu nivel de conciencia. Te das cuenta de cosas que la mayoría no. Logras separar lo bueno de lo malo y aprendes a ser tolerante con tu entorno. Con una filosofía bien aterrizada (abierta al conocimiento científico y matemático) te puedes proteger de la mitología, demagogia y la irracionalidad. Con ella te vuelves capaz de establecer una misión en tu proyecto de vida y de esta manera tener claridad de donde estas y para dónde vas. Puedes responder más fácilmente a la pregunta base de nuestra existencia y que da sentido a nuestras vidas: ¿por qué...?.
II PARTE
Las personas indiferentes al estudio de los temas filosóficos, que son muchas y no pertenecen sólo al vulgo iletrado, sino que se las encuentra con bastante frecuencia entre las clases instruidas y aún entre los cultivadores de las ciencias positivas, suelen hacer a los que tienen vocación por estas materias la siguiente pregunta: ¿cuál es la utilidad de la filosofía? En esta pregunta se trasluce algo más que una simple duda, pues en ella indirectamente se da a entender por quién la fórmula que a su juicio las cuestiones filosóficas carecen de una verdadera finalidad humana siendo solo pasatiempos entretenidos como el ajedrez o el bridge. Otras veces, no en forma indirecta y velada, sino abierta y concretamente, se declara que la filosofía es algo intrascendente que no reporta ningún beneficio tangible a la especie humana.
Este estado de opinión, muy generalizado en todos los tiempos, pero sobre todo en la vida moderna donde las condiciones económicas de la sociedad capitalista y la imperiosa lucha por la vida han debilitado en el hombre la sensibilidad para todo lo que no pueda traducirse en beneficio material inmediato, justifican este breve trabajo, donde trato de poner de relieve de un modo sencillo y comprensivo la función que ha ejercido y ejerce la filosofía en la sociedad humana, haciendo resaltar los beneficios que de ella se derivan para la colectividad.
El problema de la utilidad de la filosofía puede plantearse, bien con respecto al individuo considerado en sí mismo o con respecto a la sociedad. En lo que al individuo atañe, basta observar que la meditación o el estudio de la filosofía producen un profundo placer espiritual en quien con vocación la cultiva, para que quede así justificada aun cuando no tuviera ningún otro beneficio que ofrecer. El placer, ya sea espiritual o sensible, es uno de los principales objetivos de la actividad humana. Naturalmente, el placer que nos dispensa la filosofía no es del mismo género del que nos proporcionan los bienes materiales. Es un goce intelectual, hermano de la emoción estética y del éxtasis religioso que se encuentra en todos los hombres ya en forma latente o manifiesta, aunque en muchos esté tan anestesiado que parezca como si no existiera.
Desgraciadamente, hay muchos seres humanos en quienes el espíritu duerme un sueño profundo y solo se despierta a veces para interrogar: ¿qué utilidad puede tener el espíritu?
Esta justificación subjetiva de la filosofía solo tiene valor, naturalmente, para aquellos dotados de sensibilidad filosófica y no puede utilizarse como argumento que justifique su utilidad objetiva. La refrigeración sólo tiene sentido para quienes experimentan las sensaciones de calor y de frío y carecería de objeto para seres que no estuviesen dotados de sensibilidad térmica. Pero al menos, constituye la primera objeción que puede oponérsele al que formule en tesis general la pregunta de la utilidad de la filosofía, pues basta que existan algunos seres humanos que disfruten de sus beneficios para destruir su generalidad dejándola reducida si ha de tener valor a la siguiente: ¿qué utilidad puede tener la filosofía para nosotros los que carecemos de emotividad filosófica?
Pero –y continuando en el individuo aislado– hay otros beneficios, aparte del goce espiritual, que la filosofía reporta a quien la cultiva. La filosofía es una investigación y también el conjunto de los resultados y problemas que de dicha investigación se derivan. Es un esfuerzo dirigido para obtener una visión lo más completa posible del universo y de la vida, y produce una ampliación del horizonte intelectual y un entrenamiento y educación de la facultad de pensar que es el instrumento que distingue al hombre de las otras especies zoológicas y cuyo uso le ha conferido el inmenso poder de que disfruta.
Del mismo modo que los ejercicios físicos que dan vigor y elasticidad a los músculos, confieren al hombre una potencia que puede ser utilizada fuera del deporte, así al adiestramiento mental que nos proporciona la búsqueda de la verdad es una potencia que la meditación filosófica desarrolla en el intelecto humano que puede ser utilizada en todos los dominios con gran provecho.
En cuanto a los conocimientos que los estudios filosóficos procuran, constituyen una especie de capital intelectual que el individuo puede emplear en forma múltiple, y los cuales, abriendo un ventanal en el estrecho recinto de la vida práctica, muestran a los ojos del entendimiento un infinito lleno de grandeza y misterio.
El instinto más arraigado en todo el mundo zoológico es el del mejoramiento o superación. La evolución biológica que comienza con los organismos más rudimentarios y a través de una larga cadena de transformaciones progresivas llega hasta el hombre, es la manifestación objetivada de este instinto. En la especie humana este instinto de perfeccionamiento desembocó en [5] el desarrollo del intelecto y se manifiesta en el deseo de conocer como una de las vías o caminos de todo desarrollo ulterior.
Cuando se contempla la historia desde la atalaya de los siglos, ésta aparece, a pesar de
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