Bethany Hamilton
Enviado por AndreaJMC • 18 de Septiembre de 2014 • 7.028 Palabras (29 Páginas) • 239 Visitas
Estábamos estudiando la causalidad y veíamos un aspecto bastante difícil de captar, requiere una aguda concepción metafísica, que es el de la presencia de la causa en lo causado, en el efecto. Hay una proporción, decíamos, entre lo que sucede en la creación divina: Dios está presente en todas las cosas, en primer lugar como ser, el ser divino, imparticipado, el ser subsistente está presente en las cosas; y eso significa que Dios está en las cosas, Dios está en todas las cosas.
De una manera análoga razonamos acerca de la causa en general. En la causalidad hay una presencia de la causa en el efecto, mientras dura la causalidad. La causa propiamente hablando no cambia, lo que cambia es el efecto. En el orden físico, todavía más abajo en la línea de analogía, decimos: “la acción está en el que padece” (“actio est in passo”). O sea, hay un reflejo, cada vez más extenso, de la causalidad divina en las cosas. Santo Tomás a veces dice que Dios no solamente ha otorgado el ser a las cosas, sino que les ha otorgado la dignidad de la causalidad, o sea el hecho de que puedan causar. De esta manera las mismas cosas son imágenes de Dios en cuanto al ser y son imágenes de Dios en cuanto a la capacidad de operar y a la operación misma.
El cambio sólo existe en lo que es potencia de cambio, por lo tanto decir que el fuego es fuente del calentamiento del agua es decir que el fuego es fuente de algo que sucede en el agua: este algo no es otra cosa que el cambio de agua fría en agua caliente. La acción del fuego sobre el agua no se distingue de este mismo cambio. Es decir, el verdadero sujeto de la acción, como origen en el agente, es el paciente: la acción está en el que padece. Dicha acción ocurre, como dice Aristóteles, “de éste en aquél”. O sea, hay algo de la causa que está realmente presente en el efecto. Hay una participación, podríamos decir, que implica presencia. La causa está presente en el efecto, sin cambiar, dada la perfección de la misma causa.
La acción, decíamos, en las creaturas, la acción de las causas segundas, implica la acción de la causa primera, así como en la línea del ser el ser participado implica el ser imparticipado. Tenemos aquí una prolongación de la creación misma. Algunas ideas tomadas del libro de Gredt, de Elementos de filosofía aristotélico-tomista: sólo el ente por sí, o Dios, es causa eficiente primera del ente creado; las creaturas son causas eficientes segundas no sólo instrumentales, sino también principales. Esta afirmación nos da la oportunidad de distinguir entre causa eficiente segunda y causa eficiente instrumental. Una cosa es la distinción entre causa eficiente primera y causa eficiente segunda y otra cosa es la distinción entre causa eficiente principal y causa eficiente instrumental. De esta manera puede haber causas eficientes segundas que sean principales. O sea, las creaturas pueden ser realmente causas segundas principales de ciertos efectos (incluso a través de otras que son causas instrumentales).
La acción y la potencia de obrar de Dios son su misma substancia. En las creaturas, en cambio, la acción y potencia de obrar son accidentes realmente distintos de la substancia. La unidad del ser divino implica que no hay partes, que no hay una dispersión del ser, y por eso en Dios la acción es el mismo Dios. Como veremos posteriormente, la acción divina (que es la creación) se identifica con Dios mismo. Dios es creador por esencia, no porque la creación sea necesaria sino porque el acto de crear es el mismo Dios. Dios se identifica con Él. Esto es lo que Santo Tomás llama “creación activamente considerada”, que vamos a estudiar después.
La acción y la potencia de obrar de Dios son su misma substancia. En las creaturas acción y potencia son distintos de la substancia y son accidentes, han perdido la unidad del ser, que se encuentra en Dios por vía de la participación.
¿Qué entendemos por causa instrumental? Es un tipo de causa eficiente. Instrumento, dicho en sentido lato, es cualquier causa subordinada a otra a la cual sirve y por la cual es movido o de la cual depende. Lo más propio de la causa instrumental es que produzca un efecto más alto que sí misma mientras que el efecto, hablando en general acerca de la causalidad, no puede superar a la causa, más aún: es inferior a la causa. En el caso del instrumento tenemos que el efecto es superior a él mismo, a la causa instrumental, porque en la causa instrumental está participada la virtud de la causa eficiente principal. Es decir, en el instrumento hay una premoción de la causa principal. (Esta palabra después se aplica, en la tradición metafísica, a Dios: Dios produce una premoción en todas las acciones de las creaturas. Pero eso ya sucede en el orden intramundano, por decir así, en el universo, cuando hay una causa principal que ejerce su actividad a través de otra que es instrumental). Esta causa principal produce una premoción que es una participación imperfecta y transeúnte de la potencia de obrar de una causa superior que se da como movimiento o aplicación a un acto segundo. Y por eso también puede decirse participación no sólo de la potencia sino también de la misma acción de la causa superior. Puede decirse participación no sólo de la potencia sino también de la misma acción de la causa superior.
En el instrumento se puede distinguir una virtud propia (la que tiene el instrumento como tal) y una virtud participada. La virtud propia es la que tiene la lapicera para marcar el papel. La virtud instrumental es la que tiene la lapicera para escribir un poema, que es un efecto superior a la lapicera misma como causa instrumental.
(Pregunta de Ayelén, creo, que no se escucha)
Respuesta: Tamos hablando de la causa eficiente instrumental de las creaturas. Pero eso vale, con mayor razón, para la causa instrumental que es usada directamente como Dios como agente principal.
(Aye vuelve a hablar y nuevamente no se escucha)
Respuesta: Bueno, la diferencia es que la causa eficiente principal actúa por sí misma. La causa eficiente instrumental actúa en virtud de otro, que es la causa eficiente principal. No actúa directamente por sí misma salvo en cuanto es instrumento, en cuanto tiene su especificidad de instrumento.
(Aye pregunta otra vez)
Respuesta: La creatura puede ser causa eficiente principal y puede ser causa eficiente instrumental, sin duda.
(Alguien, probablemente Ayelén pregunta otra cosa que tampoco se entiende)
Respuesta: Bueno, un ejemplo es el que ya dije de la escritura. Otro ejemplo es el de la palabra. Si alguien dice algo a otro, por ejemplo lo ofende, la palabra por sí misma sólo tiene fuerza para inmutar el oído, pero no tiene el efecto de producir la ofensa. ¿Por qué puede producir la ofensa? Porque está utilizada por
...