COMO SE DA LA VIRTUALIZACIÓN Y SUS PROCESOS: ¿CÓMO REGULAN Y TRANSFORMAN AL SER HUMANO?

Por Sebastián Arévalo.

En primera instancia, es necesario dar una definición de la virtualización. Para poder dar con un acercamiento a lo que es la virtualización, es de gran utilidad posicionarse frente a otros conceptos que la rodean: la realidad, la posibilidad y la actualización. Los dos primeros términos están relacionados: lo real es aquello que existe (¿lo que es?), de manera predefinida, mientras que “lo posible es idéntico a lo real, solo le falta la existencia” (Levy, 1998). En este caso puede tomarse como ejemplo de la realidad nuestra propia vida, algo que ya está determinado (pues estamos viviendo); mientras tanto, lo posible, podría verse reflejado en el hecho de que algún día la vida de nuestros cuerpos nos será arrebatada de alguna manera u otra (enfermedades, accidentes, atentados, entre muchas otras posibilidades más), lo cual sabemos con certeza que llegará, y en su momento, será otra realidad. dicha relación entre lo real y lo posible, se denomina realización

Por otra parte, la actualización, lo cual, es, en palabras de Levy (1998), una creación, una intervención, una transformación o una resolución frente a una problemática en particular. Por lo tanto, dentro del ejemplo mencionado anteriormente, una actualización sería la invención de elementos o dinámicas para aumentar los años de vida (imaginando que la reducción de la esperanza de vida por diversos factores sea un problema), por ejemplo, la utilización de vitaminas y minerales, el desarrollo de medicamentos de prevención, control y/o eliminación de enfermedades, dietas alimentarias, estilos de vida, entre otros.

Existen múltiples concepciones con relación a la virtualización, y es pertinente señalar que el concepto de virtualidad “transita entre ámbitos de lo filosófico y lo tecnológico” (Parra, J. 2016. Pág. 267). Filosóficamente, lo virtual corresponde a lo ontológico, es decir, a la existencia del ser, al pensamiento, al conocimiento, es una capacidad del ser humano; en palabras de Parra, lo virtual es lo que le ha permitido al hombre hacer aproximaciones hacia la técnica, la filosofía, la religión, el arte, la política, es decir, a construir conocimientos que están más allá, que responden a experiencias sensibles y establecen vínculos abstractos con actividades concretas de la realidad humana. Asimismo, lo virtual se relaciona con: primero, lo imperceptible, complementario de lo que es real y tangible; con una desterritorialización o desplazamiento espaciotemporal (situado en algún punto entre el aquí y el allá, en otras palabras “fuera de ahí”); y, tercero, con relación a las dinámicas tele comunicativas y digitales entre los seres humanos (lo que puede agrupar los dos puntos anteriores), en torno a la perspectiva tecnológica grosso modo. Desde lo tecnológico, particularmente, lo virtual responde a aspectos como la interacción (que va más allá de lo físico), la

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