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Con el fin de diseñar y fabricar sus primeras memoria DRAM de 64K Samsung tuvo que recurrir a tecnología externa, creando una alianza con la empresa estadounidense Micron; comenzando con una inusual competencia interna entre los centros de Investigación y Desarrollo (I+D) de todo el mundo. En los años siguientes la empresa creó grupos competidores para el desarrollo de productos en todas sus operaciones.

Los principales desafíos a los que se enfrentaron fueron, en primer lugar cómo encajar 4 millones de células en un chip diminuto, pues se debatían dos posibilidades; el apilamiento: suponía desechar la construcción a nivel microprocesador y sustituirlo con una estructura de células de piso; cada nivel se apilaría uno sobre otro. Por otro lado se encontraba la trinchera que consistía en horadar por debajo de la superficie del microprocesador creando pisos por debajo del mismo. El segundo desafío al cual se enfrentaron, fue desarrollar Obleas más grandes que permitieran cortar un mayor número de microprocesadores en menor tiempo; asimismo reducir el número de productos defectuosos.

En ambos casos los directivos de Samsung, mantuvieron la inversión y continuaron con el desarrollo e investigación de nuevas tecnologías, mismas que permitió posicionarse como líder del mercado. Este liderazgo no sólo se dio por la fuerte inversión en I+D, sino también por la adecuada selección del personal, ya que contrataban profesionales cualificados del extranjeros así como coreanos que habían migrado del país; además, la inversión en capacitación para los empleados excedía la media de las demás empresas del sector. Entre los años de 1995 y 2003 la compañía obtuvo distinciones por parte de la mayoría de sus grandes clientes, por su fiabilidad y resultados. Muchos clientes, incluso algunos que eran rivales entre ellos, eligieron a Samsung como proveedor favorito.

Análisis General del Sector

Los semiconductores son una de las materias primas del desarrollo económico futuro, debido a que son elementos esenciales en prácticamente cualquier industria, desde la ingeniería médica hasta la maquinaria agrícola, pasando por la aviación, la industria automotriz, telecomunicaciones, entre otros. Las empresas deben invertir en semiconductores de forma constante para evitar la obsolescencia, así mismo realizar fuertes inversiones en tecnología, especialmente en I+D para mantenerse a la vanguardia con los productos.

La innovación es permanente, aunque el mercado de las tecnologías de la información es el que más la utiliza, el mayor desarrollo se producirá en productos destinados al consumidor final, por ejemplo teléfonos móviles, reproductores MP3, computadoras personales y dispositivos de almacenamiento USB. El sector de los semiconductores posee enormes barreras de entrada, de manera que las empresas sólo pueden protegerse y beneficiarse con verdaderas ventajas

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