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Catalina Pastrana


Enviado por   •  5 de Septiembre de 2012  •  1.094 Palabras (5 Páginas)  •  1.943 Visitas

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Nací libre

CATALINA PASTRANA

Nací libre, y al respirar la libertad

comprendí que era bello vivir.

Vivir aferrada a la verdad que comprende mi existencia

en la infinita medida de todo el universo.

Nací libre, y amé la libertad.

Amé la libertad como el cóndor

en las nevadas alturas de los Andes,

como el ave que cruza en el espacio

y que desciende en paz

para posarse entre las copas de los árboles.

Nací libre, en esa dimensión del ancho cielo

y en esa inmensidad del mar abierto.

Libre tiene que ser mi pensamiento

para tocar los nublos, y para cortar el viento.

Quiero sentirme pluma, quiero sentirme ave,

desprenderme del suelo y cruzar por el espacio,

quisiera ser gaviota para extender los brazos

y sentirme en libertad en pleno vuelo.

Vivir en paz, y en esa libertad que el hacedor me ha dado.

Vivirla y repetirla a cada paso,

pero mi voz se calla…

¿Puedo hablar de libertad frente al hombre

golpeado por la estafa, y frente al engaño de palabra falsa?

¡Hablar de libertad cuando la justicia se pone en

las manos que le pagan, es algo que me cansa!

¡Hablar de libertad frente al ladrón que roba un mendrugo de pan,

es algo que me sangra!

¡Cristo Dios, no puedo sentirme libre

frente al cansancio de un hombre,

y en su inútil esfuerzo sobrehumano!

¡No puedo Señor, hablar de libertad

cuando el hambre se está convirtiendo en lágrimas!

¿Cómo hablar de libertad cuando el hermano

se transforma en fiera y ataca por la espalda,

por la mano parricida que la ataca?

¡Hablar de libertad cuando se pierden los valores

y las cárceles estallan, es algo que me amarga!

¿Alguien se siente libre cuando la razón se calla?

¿Cuándo se confabulan la fuerza y el poder para formar murallas?

¿Puedo sentirme libre cuando está dividida la sangre de mi raza,

y cuando el poderoso anula al miserable?

¡Qué triste es la libertad a ese precio,

y que desprecio a la libertad sin esperanzas!

¡Cómo hablar de libertad cuando el odio

comprende la dignidad del alma!

¡La pobreza humilla, y humilla la injusticia!

¡Pero nos sentimos libres!

Libres cuando la codicia ha puesto barreras que nos atan.

Nací libre, pero me siento atada…

quizá en la realidad sólo soy un mundo,

pero el instinto de libertad me lleva a las alturas,

a la brisa del mar, y a la húmeda espesura…

¡Me lleva a esa tibia oquedad donde el amor anida,

y donde el ave canta!

¡Quiero sentirme libre!

¡Libre como el cóndor para alcanzar las nevadas alturas de los Andes!

¡Quiero sentirme pluma, quiero sentirme ave!

¡Quiero ser gaviota en el silencio de todas mis palabras!

DE LA VIDA DE UNA DAMA

Autora: Catalina Pastrana

Ante un tribunal de justicia,

estaba de pie, cansada, fría y altiva la mirada

esperando el fallo del juez,

una bella mujer.

Escaló los peldaños de la fortuna y la fama,

y alcanzó como ninguna

el lugar prominente de una dama.

Envuelta en su mutismo soportaba

Las voces que en su alma le gritaban.

¡Habla, defiéndete! ¡Que las palabras

no se cierren en ti!

y recordaba ahí, aquellos días calurosos en la playa,

libres las manos y libre el pensamiento,

sin pena, contemplando el firmamento,

y mirando las gaviotas que volaban.

Siempre tubo por casa el firmamento,

no soporto un techos sobre su cabeza,

ni una lagrima ajena a su tímida tristeza.

Buscó como la alondra

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