Catalina, Sigmund Freud

En el caso Catalina, Freud se encuentra con ella cuando anda de vacaciones en la montaña y le interesó que la neurosis floreciera a 2000 metros de altura. Ella le dice que está enferma de los nervios. Presenta ahogos y dificultad para respirar que, junto a otros síntomas, Freud califica como ataque de angustia. Se pregunta si es un ataque de angustia con signos de histérica o es un ataque de histeria con angustia.

Se da cuenta que la histeria surge por algunos eventos, la primera situación de ahogo la siente cuando descubre al tío en una relación con la prima, lo que produce como consecuencia que la tía se divorcie del marido, ella le decía a Freud que todo era por su culpa, sino la mujer no habría pedido el divorcio, ya que ella le había contado a su tía. Freud, como en todos los casos, investiga el origen y descubre que existen otras historias antes del suceso traumático, una de las cuales es que el tío persigue sexualmente a la paciente mientras está durmiendo, cuando ella tiene 14 años. Ella no reconocía el carácter sexual de tal situación, solo dice que le desagradaba que le interrumpieran el sueño. Los síntomas surgen desde ahí, pero no de manera tan intensa como cuando lo encuentra con Francisca (la prima).

Cuando sucede el evento, se enlaza con tales recuerdos, comprendiendo y defendiéndose contra ellos. Luego existe un período de incubación y aparecen síntomas de conversión: vómitos como sustituto de la repugnancia moral y física (lo que la repugna es la escena nocturna en la que siente el cuerpo del tío junto al suyo).

En este caso hubo un contenido de conciencia de Catalina que ella excluía acerca de la escena en la que su tío se encontraba acostado a un lado de ella, cuando ella despertó donde ahora estableció una conexión-asociación de lo excluido, pero ella lo excluía porque simplemente a la edad que tenia, no tenía conocimiento alguno de experiencias sexuales y no la excluyó por voluntad.

Como comentario final, suele ocurrir que las experiencias sexuales a temprana edad pasen por inconscientes ya que es una etapa pre-sexual (niñez) y después cuando la víctima es objeto de un poder traumático muy fuerte ya que la adolescente comprende la vida sexual. Como afirmó Freud, la angustia emerge en mujeres jóvenes por el horror que surge en un espíritu virginal cuando aparece el mundo de la sexualidad.

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