Cine Y Utopía

Introducción

Este informe consiste en el análisis de una película que contenga rasgos utópicos, identificando el comportamiento social y político presente en ella que le otorga el carácter utópico. Se debe hacer referencia y tomar una posición frente a la propuesta de hacer este proyecto utópico real. Además, se realiza una comparación ya sea en similitudes o diferencias entre esta sociedad o Estado con el Estado perfecto planteado por Platón en su obra “La República”.

La película que se analiza en el presente informe es “La Isla” del año 2005, dirigida por el director Michael Bay. Si esta película se aprecia en todo su contenido, es decir, en toda la trama, nos estaríamos desviando del concepto utópico que debemos analizar, por lo cual, nos basaremos exclusivamente en la realidad en la que se ven inmersos los clones, el funcionamiento de la estructura social y de vida dentro del “bunker” en el que se encuentran, sin tomar en cuenta lo que sucede en el mundo real, en donde a estos clones se les ve simplemente como un “producto”, y no como personas que conforman una sociedad.

Proyecto utópico

“La Isla” no es en todo su contenido utópica, pero sí posee los elementos necesarios para poder establecer un análisis desde esta perspectiva. Se enfoca en un mundo en el cual el poder económico permite a las personas tener un clon de si mismas como seguro de vida, lo que hace posible combatir diversas enfermedades, desde problemas de infertilidad, hasta trasplantes de órganos.

Los clones conforman una sociedad en la que no están conscientes de esta realidad. Se les hace creer que han sido sobrevivientes a un desastre ecológico de carácter global, y que el único lugar habitable, además de donde se encuentran, es la ansiada “isla”. Todos viven con la esperanza de, algún día, poder llegar a ella, lo cual solo es posible por medio de un sorteo “al azar” entre estos cientos de clones.

Mientras esperan a ser los ganadores de este premio, deben vivir conforme a las normas establecidas. En su mundo, está todo controlado por un grupo de personas que conoce la verdad, pero que aparenta ser uno mas de ellos, trabajando en pos de la sociedad, y contribuyendo a que todo funcione sin inconvenientes. La vida de los clones carece totalmente de libertades individuales, las cuales se han disuelto por completo al punto que existen leyes que regulan las relaciones afectivas entre personas del sexo opuesto, y un sistema tecnológico que permite la regulación alimenticia de cada uno de los clones. Además, todos los individuos insertos en este sistema se visten de blanco, mientras que las autoridades usan tonos más oscuros, probablemente representando la fuerza antagónica a los clones.

Esta realidad perfecta no consideraba que los clones se cuestionasen el por qué y para qué vivían de una determinada manera. Este fue el factor que quebrantó el sistema perfecto en el que se hallaban inmersos. En la perfección no existe el cuestionamiento, de manera que todas las inquietudes por saber más sobre el mundo en el que viven y por entender las reglas impuestas por sus autoridades, terminaron con el fin de esta sociedad, y con el fin de esta utopía.

¿Es realizable el proyecto?

Antes de tomar una decisión frente a la capacidad de realización de este proyecto, es pertinente mencionar que se responderá en base a un análisis del proyecto desde una mirada enfocada en la vida de los clones como personas comunes y corrientes, sin tomar en consideración el hecho de que sean clones. En otras palabras, se analizará la sociedad en sí, y no la trama de la película en forma global.

Desde que nacemos tenemos gustos, deseos y metas propias. El propósito que cada uno tiene en la vida es distinto al de otro. Si analizamos la sociedad en “La Isla”, se puede vislumbrar que el propósito individual se ve postergado por un sistema impuesto que busca un orden y funcionamiento perfecto. Tampoco hay cabida para cuestionarse y replantearse algunos elementos que conforman la vida, lo que conlleva necesariamente a una ignorancia latente en dicha sociedad. Ambos elementos deberían estar ausentes para que se pueda formar un mundo regido por el sistema propuesto, pero como la sociedad está formada por seres humanos, la exclusión de éstos es prácticamente imposible. Es natural que las personas deseen cosas distintas, y que quieran hacer cosas diferentes. No estamos programados para ser instrumentos que se subordinen a un fin colectivo, y poseemos inteligencia para poder pensar y tomar nuestras propias decisiones. Dicho de otro modo, la realización del proyecto depende de una aceptación por parte de las personas que va en contra de su propia naturaleza, ya que deberían dejar de lado su curiosidad, sus intereses y su inteligencia, para poder

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