Coercibilidad, coacción y sanción

Coercibilidad, coacción y sanción

Las normas jurídicas son reglas de conducta que regulan el actuar de las personas al interior de la sociedad y apuntan a la realización de ciertas aspiraciones de orden, paz y seguridad que los hombres desarrollan al vivir en sociedad. Su cumplimiento, se encuentra garantizado por la posibilidad del uso de la fuerza socialmente organizada y su incumplimiento se encuentra sancionado por el propio ordenamiento jurídico.

Las normas jurídicas tienen la pretensión de guiar el comportamiento en algún determinado sentido, valiéndose para ello de sanciones -preferentemente negativas- cada vez que un sujeto normativo se desvía de las normas correspondientes, sanciones que, pueden ser impuestas por medios coactivos (Squella, 2008, p.72 ).

Los conceptos de coercibilidad, coacción y sanción forman parte de los llamados “conceptos jurídicos fundamentales” y están íntimamente relacionados entre sí, sin embargo, es necesario distinguirlos para poder comprenderlos de mejor manera y así entender cómo, interactúan entre ellos.

• Coercibilidad

Según Squella la coercibilidad designa la posibilidad –autorizada por el ordenamiento jurídico- de aplicar la fuerza socialmente organizada para obtener el cumplimiento del derecho.

Coercibilidad es una expresión que designa la legítima posibilidad de auxiliarse de la fuerza socialmente organizada para tener cumplimiento de una norma o la aplicación de la sanción que deba seguir cuando la norma hubiere sido ya infringida. Por lo tanto, una norma o conjunto de normas son coercibles cuando a su respecto existe la posibilidad antes indicada (Squella, 2008, p.52).

   Entonces podemos decir que la coercibilidad puede ser entendida como una mera posibilidad del uso de la fuerza ante algún tipo de infracción, sin embargo, esto no quiere decir que necesariamente vayamos a hacer uso de este recurso. También es importante mencionar que el uso de la fuerza es una posibilidad legítima, pues como se mencionó anteriormente está autorizada por el ordenamiento jurídico, pero debe manifestarse a través de los organismos públicos correspondientes. Asimismo, podemos darnos cuenta que las sanciones son generalmente negativas, aunque en algunos casos pueden manifestarse a través de premios o recompensas.

• Coacción

La coacción designa el hecho cumplido de la fuerza, o sea, la expresión material de esta (Squella, 2008, p.88).

Actos coactivos son actos que han de cumplirse aún contra la voluntad del afectado por ellos, y en caso de oposición, recurriendo a la fuerza física”. (Kelsen, 2015, p.123).

Por lo tanto, el concepto de coacción se entiende como la fuerza física empleada para dar cumplimiento a un mandato jurídico, y es por tanto un parte esencial del derecho, ya que la amenaza de su uso, hace que los individuos estén más predispuestos a cumplir los mandatos jurídicos que regulan la paz, el orden y la seguridad en el curso de las relaciones sociales.

• Sanción

La sanción, el tercer y último concepto jurídico fundamental, lo podemos definir como: “Hecho positivo o negativo impuesto al obligado, aún mediante la fuerza, como consecuencia del incumplimiento de un deber jurídico”. Así, el concepto de sanción, uno de los elementos principales del ámbito jurídico, sienta sus bases en un tipo de organización vertical, es decir, de soberano a sus súbditos; tener en cuenta que sanción es siempre consecuencia de un acto, pues “especifican un sujeto, que es el destinatario de la orden, el acto que debe realizarse y la ocasión en que tal acto tiene que realizarse” (Nino, 1983, p.78, 79).

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