Como se da el El Darwinismo social, una interpretación errónea

El Darwinismo social, una interpretación errónea  

La relevancia científica de la teoría de la evolución de Charles Darwin es innegable pues ha contribuido de manera sustancial al desarrollo de las ciencias naturales en áreas tan importantes como la ingeniería genética. Sin embargo, el darwinismo social como doctrina desarrollada por otros pensadores a partir del pensamiento del célebre naturalista, ha sufrido una interpretación peligrosamente errónea y descontextualizada que ha llevado a graves y catastróficas consecuencias observadas en los siglos venideros a la edición de su obra.

Los prestigiosos escritos de Darwin incluyen múltiples alegorías de una ideología sexista, racista y elitista que imperaba en la época entre las clases privilegiadas, y que quedó plasmada en su obra mediante silogismos bastante gráficos como: “El hombre es más valiente, más belicoso y más enérgico que la mujer. Tiene más inventiva” (Thuiller) o “Las diferencias de este género que existen entre los hombres más eminentes de las razas más cultas y los individuos de las razas inferiores, están escalonadas por delicadísimas graduaciones” (Darwin, 1871).

Pensamientos que propiciaron el surgimiento del darwinismo social como doctrina que sus críticos sugieren sería la antesala del aberrante pensamiento fascista y nazista que originó graves catástrofes sociales como el holocausto. Sin embargo, adjudicar tal carga ideológica a la obra de Darwin es evitar responsabilizar de manera contundente a los nefastos actores sociales que efectuaron tales actos, y descontextualizar el propio pensamiento del naturalista, llevándolo a un extremo aberrante. “En palabras de Von Mises, el nazismo no es más que una burda distorsión de la teoría de Darwin” (Espina, 2005).

Para comprender el pensamiento de Darwin es necesario ubicarlo en el siglo XIX, donde sus ideas estaban íntimamente relacionadas con la problemática y estructura social de la época: esclavitud, desigualdad de género, colonialismo. Y reforzadas por la plena efervescencia del clima positivista imperante entre la sociedad intelectual. En ese panorama el joven científico tiene el privilegio de presenciar la adaptación de las especies a su entorno en su hábitat natural, lo que le conduce a formular la hipótesis de la selección natural, que después sería utilizada como soporte científico de la eugenesia.

Por otro lado, en aquella época la mujer estaba relegada a su papel como madre y esposa, situación que fue ampliamente reconfigurada por Darwin, dando pie a cierta inclinación sexista en su obra, sin dejar de presentar en sus escritos al Darwin protector y amable con las mujeres entre ellas su amada esposa y múltiples hijas, lo que representaba el carácter humano y protector del autor.

A casi dos siglos de las publicaciones de Darwin se observan los excepcionales avances en el área de las ciencias biológicas que su trabajo propició. En contraparte el autor no fue capaz de vislumbrar la extrapolación que sufrirían sus ideas como “bases científicas” para justificar la opresión humana, llevándose a un grado de índole claramente eugenésico, racista y elitista en una era donde resulta totalmente inaceptable y obviamente tendencioso por las clases hegemónicas imperantes. Por lo que en general es trascendental no descontextualizar las teorías surgidas en otros entornos sociales pues no siempre son coherentes con la ideología y regulaciones actuales por muchas razones entre ellas el desarrollo de los derechos humanos fundamentales.

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