Como se puede Vigilar y castigar el nacimiento de la prisión
Enviado por edmolinafer • 10 de Diciembre de 2015 • Resumen • 3.682 Palabras (15 Páginas) • 181 Visitas
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
SUPLICIO
EL CUERPO DE LOS CONDENADOS
LA RESONANCIA DE LOS SUPLICIOS
CASTIGO
EL CASTIGO GENERALIZADO
LA BENIGNIDAD DE LAS PENAS.
DISCIPLINA
LOS CUERPOS DÓCILES
EL ARTE DE LAS DISTRIBUCIONES
La organización de la génesis
EL PANOPTISMO
PRISIONES
UNAS INSTITUCIONES COMPLETAS Y AUSTERAS.
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
Este libro de Michel Foucault hace referencia sobre los métodos de castigo y su evolución, vigilancia, tortura desde la edad media (del siglo v al siglo XV), hasta la edad contemporánea ((del siglo XVIII al siglo XXI…), los suplicios la humillación pública, la prisión, la escuela entre muchas expresiones de poder que se han utilizado de una forma u otra para controlar el comportamiento de una sociedad.
Michel Foucault con su libro nos dirige a un camino que nos muestra los procesos que atenido la sociedad para castigar y vigilar, empezando desde lo material, lo físico, (torturas, castigos), hasta llegar a lo intangible, (lo psicológico y el alma).
Michel Foucault menciona que el suplicio es parte de un ritual, el castigo es una técnica de coerción de los individuos, la disciplina es la técnica específica de un poder que se da a los individuos como objetos y como instrumentos del propio ejercicio de la disciplina, la prisión en su inicio no es la privación de libertad a la cual se le confiera la función de corrección, si no la detención legal, encargada de la modificación de los individuos.
SUPLICIO
“el suplicio forma parte de un ritual. Es un elemento de la liturgia punitiva y que responde a dos exigencias. Con relación a la víctima debe ser señalado y está destinado por la cicatriz que deja en el cuerpo por la resonancia que lo acompaña. El propio suplicio tiene por función la de purgar el delito” (pag.33)
EL CUERPO DE LOS CONDENADOS
El método de castigo es la tortura, a lo largo de la historia en todas las civilizaciones siempre se ha necesitado corregir las conductas no apropiadas y es por ello que aplica los suplicios al cuerpo fue muy efectivo, aunque muy discutido ya que si se pretendía sanear actitudes no se debería poner en riesgo la vida, en la edad media la autoridad religiosa era la misma que estaba facultada para castigar en el régimen punitivo, fuera de las malas acciones, los pecados eran severamente juzgados. Así, las mujeres que se dedicaban a la prostitución o que cometían adulterio eran sometidas a correctivos horribles, estas eran sometidas a un ritual, donde se les colocaba un instrumento en forma de pera, al ser introducido en su útero este se expandía provocando una lección y sangrado en este mismo.
De igual manera la tecnología de aquellos tiempos se encaminaban de hacer de los castigos apabullantes y dolorosos, mecanizando el tormento y el terror, con instrumentos como el potro, la doncella de hierro, un ejemplo de esto es el caso de Damiens, en 1757 fue descuartizado y desmembrado acusado de parricidio, una vez descuartizado este fue incinerado, casos como este dieron pie a debates y cuestionamientos sobre el saneamiento de actitudes, logrando una reforma a los métodos de castigo, humanizando las penas.
El castigo dejo de ser un castigo punitivo que buscaba intimidar seriamente a la población, dejando atrás el lado teatral dando pie a que el lado penitenciario fuese más oculto más humano, siendo las prácticas punitivas más púdicas, restringiendo la voluntad y el derecho dejando a un lado el castigo del cuerpo, en los casos en donde se tiene que privar la vida, se realiza el acto sin producir dolor o lo menos posible, creando la guillotina como arma para esta causa.
Modificando la forma de castigar, se modifica el objeto de castigar, implementado una serie de estudios para que la pena sea acorde con la castigo, el juez es facultado consignar infracciones mediante un conjunto de apreciaciones, pronósticos, normas, para juzgar al delincuente.
Dándose una evolución en el sistema penitenciario, considerando al castigo como una función social, se adopta la táctica política, como una tecnología del poder adoptando la humanización de la penalidad como del conocimiento del hombre, y se examina por primera vez si el alma es objeto de justicia penal y con esto la inserción de la justicia penal se convierte en un saber científico, es decir el castigo abandona el cuerpo y se centre en el alma y la conciencia de los condenados.
Las relaciones de poder se centran en quien castiga y este asía el castigado, de esta manera el poder siempre está acompañado de saber, esto faculta a los jueces para determinar la pena del condenado, y a su vez el que tiene menos poder será más fácilmente castigado, siendo el alma quien recibe la pena por ser sometida a una restricción inmensa, por ello se gestaron rebeliones ya que los reos no estaban de acuerdo con el método punitivo.
LA RESONANCIA DE LOS SUPLICIOS
Es una producción diferenciada de sufrimientos para marcar a las víctimas y la maximizar el poder que castiga y no la presencia de una justicia, ya que se olvida de todo principio de humanidad y pierde toda moderación, expresando toda la economía del poder.
También existían penas más leves como la satisfacción de la persona ofendida, la admonición, prisión por un tiempo determinado, multas confiscaciones de bienes pero se conserva un cierto vestigio de dolor, y el suplicio termina por ser un arte cuantitativo del dolor o sufrimiento.
El juez moderno era apto para resolver denuncias penales, analizando las pruebas del caso, ya fueran documentales o por la confesión, esta última dejo de ser impuesta por medio de la tortura, siendo las pruebas las que ejecutan todo el proceso y sin ellas no se continuaba a la pena.
Pero el siglo XVIII si existía una tortura judicial, en su primera instancia el culpable debía informar su propia condena por medio de carteles fijados en su cuerpo y retractaciones en la iglesia, en segundo lugar es el sometimiento a la vergüenza publica, esto ocasionaba que el individuo se sintiera sometido y confesara a manera de súplica y por último la ejecución se llevaba a cabo donde se cometió el crimen además de prolongar el sufrimiento ya que esto aseguraba la salvación del alma. Siendo el suplicio judicial un ritual político, ya que se convierte en ceremonia donde se prolonga el poder y la hegemonía del rey, haciendo ver a sus súbditos que su supremacía está inmersa inclusive en la manera de cómo se ejecutan las penas, las ejecuciones públicas eran comunes para satisfacer los deseos de venganza de la población, siendo una escena escalofriante la del verdugo sobre el cuerpo del condenado, siendo el verdugo el que aplica ley asiendo un despliegue de fuerza.
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