Concepcion De Hombre Segun La Religion
Enviado por camilitacamilita • 30 de Abril de 2013 • 1.542 Palabras (7 Páginas) • 615 Visitas
Concepción de hombre según la visión católica:
El principio fundamental del catolicismo se basa en que el hombre fue creado a semejanza de Dios
El hombre del humanismo cristiano sabe que la vida aspira a un bien común superior a una mera colección de bienes individuales, que su obra debe tender, sobre todo, a mejorar la vida humana misma, a hacer posible que todos vivan en la tierra como hombres libres y gocen de los frutos de la cultura y del espíritu. Aprecia la libertad como algo que hay que ser merecedor; comprende la igualdad esencial que hay entre él y los otros hombres y la manifiesta en el respeto y en la fraternidad.
La respuesta a la cuestión de la imagen auténtica del hombre cristiano puede concretarse en una frase; más aún: en una palabra: Cristo. El cristiano debe ser «otro Cristo»; debe ser perfecto como lo es el Padre.
El hombre, así como el perfecto cristiano, permanece criatura, esto es, ser finito aun en la vida eterna. Existe, ciertamente, más de una posibilidad legítima de interpretar esta idea verdadera del cristiano no sólo histórica, sino también teóricamente. Así existirá una forma occidental y otra oriental de interpretar esta idea cristiana del hombre.
Santo Tomás de Aquino, el gran maestro de la cristiandad occidental, expreso la idea cristiana del hombre en siete tesis que cabe formular de la siguiente forma:
- Primero. El cristiano es un hombre que, por la fe, llega al conocimiento de la realidad del Dios uno y trino
- Segundo. El cristiano anhela —en la esperanza— la plenitud definitiva de su ser en la vida eterna.
- Tercero. El cristiano se hacia Dios y su prójimo con una aceptación que sobrepasa toda fuerza de amor natural.
- Cuarto. El cristiano es prudente, es decir, no deja enturbiar su visión de la realidad por el sí o el no de la voluntad, sino que hace depender el sí o el no de ésta de la verdad de las cosas.
- Quinto. El cristiano es justo, es decir, puede vivir en la verdad con el prójimo; se sabe miembro entre miembros en la Iglesia, en el Pueblo y en toda Comunidad.
- Sexto. El cristiano es fuerte, es decir, está dispuesto a sacrificarse y, si es preciso, aceptar la muerte por la implantación de la justicia.
- Séptimo. El cristiano es comedido, es decir, no permite que su ambición y afán de placer llegue a obrar desordenadamente y antinaturalmente.
En estas siete tesis se refleja que la moral de la teología clásica, como exposición de la idea del hombre, es esencialmente una doctrina de las virtudes; interpreta las palabras de la Escritura acerca de la perfección mediante la imagen séptuple de las tres virtudes teologales y las cuatro cardinales.
El hombre creado a imagen y semejanza de Dios: El relato yavista de la creación y la caída nos presenta ya al hombre como el centro de la obra creadora de Dios: es formado por sus manos y recibe la vida del propio aliento divino. Para él planta Dios el jardín de Edén y le ordena que ponga nombre a los animales. Le da, por último, una ayuda adecuada, porque no es bueno que el hombre esté solo. Tenemos aquí el núcleo de una profunda antropología: el hombre está llamado a servirse de la creación y a dominarla y es un ser eminentemente social, hecho para estar en comunión con los otros. Pero vivirá solamente si mantiene la relación con Dios, que lo ha creado y le ha comunicado su misma vida, y si es fiel a sus mandatos. Esto quiere decir que la relación con Dios es esencial al hombre y es aquella dimensión totalizante a partir de la que se articulan todas las demás.
LA UNIDAD DEL HOMBRE EN LA DUALIDAD DE CUERPO Y ALMA. La doctrina bíblica de la creación del hombre a imagen y semejanza de Dios muestra la íntima relación de los órdenes de la creación y de la salvación. La fe cristiana a lo largo de los siglos se ha preocupado no sólo de exponer el sentido de la salvación, sino también de insistir en la configuración creatural del hombre, en su "naturaleza", apta para recibir esta salvación gratuita de Cristo como su intrínseca perfección. Punto esencial sin duda de esta preocupación ha sido la unidad del ser humano en la pluralidad de sus dimensiones. Ya el nuevo testamento, siguiendo las huellas del antiguo testamento, a la par que insiste en la unidad original del ser humano, conoce diversos aspectos del mismo: el hombre es "cuerpo" por su dimensión material, que lo hace un ser cósmico, inserto en este mundo, solidario con los otros, con una identidad definida
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