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CONCEPCIONES DEL HOMBRE


Enviado por   •  27 de Mayo de 2012  •  3.714 Palabras (15 Páginas)  •  2.971 Visitas

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CONCEPCIONES DEL HOMBRE

Se ha definido al hombre como animal social, animal racional, animal que hace o fabrica cosas, como el ser que conoce, que es capaz de hablar, capaz de manejar símbolo, dominador de la naturaleza mediante la técnica y la ciencia, etc.

El hombre es una animal más, producto de la evolución biológica. El hombre no ha existido siempre sobre la Tierra, sino que apareció en un tiempo relativamente reciente. Como cualquier otra especie viviente, la especie humana representa el término de una larga serie de transformaciones, de un proceso evolutivo.

Se creía que el hombre estaba hecho a imagen de Dios, que éste se abatía entre el bien y el mal sobrenaturales, en la gracia y el pecado. Se percibía como una criatura de Dios, como un destino único, como una libertad puesta a prueba ya sea para salvarse o condenarse.

Aquí vale más el alma que el logos, no preexiste sino que ha sido creada por Dios y está llamada a la vida inmortal; así mismo ya no se le entiende como pura razón sino que es voluntad, libertad y amor. La autoconciencia humana, iluminada por la revelación, percibe en sí una hondura infinita por su vinculación esencial con el misterio de Dios. Y entonces el hombre, es decir, su imagen, no nace de una ciencia antropológica sino de una experiencia viva de la luz de la revelación cristiana.

De alguna manera se toman elementos de la filosofía griega sin embargo se les da nuevo valor, se entienden y manejan de manera diferente, aquí el hombre es el centro entre el mundo material y sensible del cuerpo, y del mundo espiritual y el incorpóreo.

EL HOMBRE COMO ANIMAL SOCIAL.

“Es evidente que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político... Y la razón por la que el hombre es un animal político es mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es algo evidente. La naturaleza, en efecto, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer; por tanto, la poseen también los demás animales, ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso y agradable, y de poder significar esto los unos a los otros. Pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre el ser el único animal que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto, y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado”

Según Aristóteles, el hecho de que los hombres constituyan sociedad de ninguna manera es un capricho ni fruto de una decisión pactada previamente. El hombre está configurado de tal manera que por naturaleza es un ser social.

Es verdad que físicamente el individuo precede a la sociedad, “al estado” que dice Aristóteles, de tal manera que en el tiempo, el individuo, la familia o la tribu son anteriores al estado, pero desembocan éste al no bastarse a sí mismos para satisfacer las necesidades del hombre: defensa, trabajo, economía, comercio, etc.

La prueba más definitiva que encuentra Aristóteles para afirmar esa concepción del hombre destinado naturalmente a la sociedad - frente a la sociabilidad de las abejas o el gregarismo de otros animales-, la encuentra en el hecho del lenguaje.

“La razón por la cual el hombre es, más que la abeja o cualquier animal gregario, un animal social, es evidente: la naturaleza, como solemos decir, no hace nada en vano, y el hombre es el único animal que tiene palabra (logos)”

La socialización es el proceso mediante el cual el individuo es absorbido por la cultura de su sociedad. La socialización es un aprendizaje; en su virtud el individuo aprende a adaptarse a sus grupos, y a sus normas, imágenes y valore. Se trata de un proceso de aprendizaje de conducta (y de ideas y ciencias que a la postre han de plasmarse en la conducta). Como proceso es permanente, pues dura toda la vida del individuo y es perenne en la sociedad. Para el individuo, la socialización es particularmente intensa durante sus primeros años. Y es durante la infancia cuando más clara se ve la naturaleza de la socialización, la cual es, en su carácter de aprendizaje, un proceso de interiorización normativa, imaginativa y valorativa. pautas de conducta presentes en su medio social, las cuales van configurando su propia identidad y constituyendo su forma de ser en el mundo.

El hombre es un animal social (zoon politikon) que desarrolla sus fines en el seno de una comunidad. La política del hombre se explica por su capacidad del lenguaje, único instrumento capaz de crear una memoria colectiva y un conjunto de leyes que diferencia lo permitido de lo prohibido. Aristóteles.

El hombre es un animal social (zóon politikon), es decir, un ser que necesita de los otros de su especie para sobrevivir

EL HOMBRE INTEMPORAL.

La antropología da una idea de hombre intemporal, subyace en cualquier desarrollo cultural y es similar en cualquier tiempo y lugar. “El hombre viejo debe morir para posibilitar la llegada del hombre nuevo”, es decir, no se trata de arreglar lo que hay sino de transformarlo tanto que deje de ser lo que era.

Asimismo lo que ahora le llaman conversión anteriormente Platón lo denominó como metabolé (cambio, transformación o desplazamiento notable). Esta manifestación nos limita con unas teorías pedagógicas que tienen como denominador común la imagen de un hombre perfecto, intemporal, ahistórico, al que hay que acercarse esforzadamente al transcurrir el tiempo.

Es el hombre intemporal, el que no es desgastado por el tiempo, que destruye las cosas inertes sino, al contrario, enriquecido y ensanchado. Este es el efecto natural de la vida en los seres y en las cosas que ella secretamente impulsa y anima.

Adjetivos: No temporal, independiente del curso del tiempo: no se preocupa por las modas, dice que lo clásico es intemporal. El hombre es imperfecto, inacabado, busca a través de la educación alcanzar el ideal de perfección. El hombre positivo cree en todo. El intemporal cree en los principios.

EL HOMBRE POSITIVO.

Finalmente, en el estado positivo o científico, el hombre niega totalmente la razón y se amolda a la realidad, sin cuestionar ningún hecho y anulando la filosofía. En este estado, sólo existe la objetividad, pues se parte de lo que es comprobable sólo por la experiencia del individuo o de otros. Esta objetividad sólo podría ser la base de la organización social, ya que si las normas se abordaban desde un punto de vista neutral y lógico, sin cuestionar nada, la sociedad

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