Conciencia Moral

INTRODUCCIÓN

El término “conciencia” viene de cum scientia, alude a un saber facultad de decidir, que es como se entiende normalmente en la actualidad.

La conciencia moral se encuentra dentro de la ética, la cual es una rama de la filosofía que se ocupa del estudio racional de la moral. La conciencia moral constituye una reflexión sobre un hecho determinándolo como bueno o malo.

El origen de la conciencia moral se da a una creencia sobrenatural, relacionado con Dios, ya que este determinó lo bueno y lo malo.

La conciencia moral en un lenguaje popular es la voz interior que nos obliga actuar de una forma.

La conciencia moral puede venir desde fuera, en ese caso hablamos de conciencia heterónoma, pero también puede ser la misma persona quien se imponga racional y libremente, por esto sería una conciencia autónoma, sin embargo estos actos siempre serán expresados en el exterior.

La filosofía moral de Hobbes está directamente relacionada con su teoría psicológica, en la cual sostiene una concepción mecanicista de la motivación humana. Hobbes se opone a la noción prevaleciente en su tiempo de que la mente y el cuerpo son sustancias diferentes, y sostiene que los fenómenos mentales no son más que movimientos fisiológicos.

No debemos olvidar que somos seres que poseemos conciencia moral porque sabemos elegir, sabemos establecer causas y consecuencias.

1. CONCEPTUALIZACIÓN DE LA CONCIENCIA MORAL

Max Scheler (1948) señala que: “La conciencia moral no es una facultad de conocimiento moral, ni menos una facultad inapelable, porque con frecuencia se equivoca, error que no se da en cambio en la intuición. Tampoco es la aplicación de normas universales al caso concreto, sino que su ámbito es distinto: no se refiere a las normas o valores de validez general, sino al campo de lo objetivamente bueno para mí, esto es, a los valores de validez individual.”

Si bien es cierto está en nuestro interior la valoración de nuestros actos, nuestros modos de vida y también de nuestros hábitos. Sin embargo la moral generalmente está regulada por la sociedad, por ello sería algo incorrecto sostener que es únicamente de validez individual, en consecuencia tendría una valoración individual y general a la vez.

La conciencia moral es la noción o el conocimiento de lo bueno y lo malo para juzgar los actos mismos o de otros, implica una valoración y un enjuiciamiento de nuestra conducta conforme a normas que ella conoce y reconoce obligatorias.

La conciencia moral da a cabo la posibilidad que una persona evalúe su responsabilidad moral. Todas las personas poseen una conciencia moral, pero no todos la “toman en cuenta”.

La conciencia moral se va desarrollando y se va enmarcando de acuerdo al espacio-tiempo en el cual se sitúa cada persona, un niño no tendrá la misma conciencia moral que un estudiante universitario.

2. CONCIENCIA MORAL ADQUIRIDA O INNATA

El psicólogo Marc Hauser (2010), de la Universidad de Harvard defiende la existencia de que todos los seres humanos nacemos con unos principios morales innatos, independientes de la religión, cultura o sociedad de la que procedamos, es decir la conciencia moral es innata.

Sin embargo Aristóteles sostiene que es “una disposición voluntaria adquirida (hábito) dirigida por la razón y que consiste en el término medio entre dos vicios" por lo que considera que la conciencia moral es adquirida.

A la vez Piaget y Kohlberg defienden que el desarrollo de la conciencia moral del individuo se produce a través de una seria de etapas por las que este debe pasar a lo largo de su vida.

Sin embargo es mejor sostener que hay parte de conciencia moral que es innata y otra adquirida, pero a su vez para que dicha moral innata sea desarrollada correctamente y nos sea posible adquirir la parte de la moral adquirida es imprescindible la socialización de individuo. Reconocer a nuestra madre como una persona buena es conciencia moral innata.

3. EL FUNCIONAMIENTO DE LA CONCIENCIA MORAL

Si la conciencia moral es un tipo de conocimiento del bien y el mal esta puede actuar de manera diferente según la realidad o el acto complejo que se está percibiendo. Para enjuiciar nos trasladamos a nuestras normas previamente aceptadas a lo largo de nuestra historia. A consecuencia se podría juzgar como bueno algo que para otro está mal, y bien nosotros, no entenderíamos la razón.

El intelectualismo moral considera la conciencia moral como el conocimiento de lo que es bueno, el conocimiento

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