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Conocimiento Inductivo Y Deductivo


Enviado por   •  5 de Octubre de 2014  •  5.362 Palabras (22 Páginas)  •  969 Visitas

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1. Percepción sensorial y argumento.

El acercamiento del conocimiento se da por el sentido de la vista, por medio de una percepción sensorial encaminada a una reflexión.

Las percepciones son una segunda forma de conocimiento sensorial. A través de ellas el hombre refleja en su cerebro los objetos y fenómenos del mundo material, en su conjunto, en el momento que el objeto actúa sobre sus sentidos. La percepción es el reflejo del objeto a través del conjunto de sus propiedades, en virtud de la articulación de sensaciones que hemos recibido; por ejemplo, un cuadro de pintura nos presenta color, forma, dimensión, pero en síntesis es una idea integral la que percibimos al observar el cuadro.

Las representaciones son formas sensoriales de conocimiento que aparecen cuando recordamos por asociación de ideas un objeto o un fenómeno. Las representaciones operan en nuestro cerebro mediante la capacidad de la memoria y la asociación de las ideas.

El conocimiento surge en este caso como resultado de la capacidad de inferencia lógica propia del hombre; es el razonar, no es el percibir. Es la posibilidad de romper las barreras de la experiencia directa y llegar a la razón. A las formas de conocimiento racional, o pensamiento, está ligada la capacidad de inducción y deducción del hombre.

El concepto, el juicio y el raciocinio son las formas de pensamiento humano y pueden definirse así: el concepto, es la cognición generalizada de la realidad; de éste puede decirse que no es más que la abstracción delo general, la separación de los rasgos esenciales de los objetos y fenómenos, entre el conjunto de sus propiedades generales. Ejemplo: el concepto del hombre, que no es otra cosa que su definición, nos conduce a pensar sus propiedades esenciales, las de estar dotado de la facultad de pensamiento y la de ser capaz de realizar la transformación consiente del mundo. Para definir hombre hemos separado todas las demás propiedades que, aunque poseídas por él, no lo diferencian de otras especies. El juicio, aparece como cognición refleja de la realidad, como la posibilidad de comparar lo pensado con lo real. Un juicio es un pensamiento que afirma o niega algo de un objeto o fenómeno de la realidad y que puede ser calificable como verdadero o falso.

Los juicios son construidos a partir de conceptos que nos sirven para representar el mundo; así por ejemplo, el juicio: "Los animales asimilan la energía solar mediante el metabolismo", es en primer lugar un pensamiento del cual podemos afirmar su falsedad o veracidad; por eso es un juicio. En segundo lugar, dicho juicio se construye a base de una serie de conceptos como: "animales", "asimilar", "energía solar", "metabolismo", etc. La articulación de estos conceptos permite la formulación del juicio anterior. La capacidad del hombre para comparar dicho juicio con la realidad es la capacidad de reflejo del mundo material en nuestro cerebro. El razonamiento, tercera forma de pensamiento, permite al hombre deducir de un determinado conocimiento, sin que medie la percepción. Afirmamos: "donde hubo fuego, cenizas quedan"; si un objeto es igual a un segundo objeto y éste, a su vez, igual a un tercero, podemos inferir (razonar) que el primer objeto es igual al tercero. La investigación científica precisa de procesos de inferencia y razonamiento complejos únicos en el hombre.

Razonar es desarrollar nuestras ideas y opiniones, saber defenderlas y argumentarlas. También exige entender los que otros proponen, saber analizarlas y valorarlas; en todo ello está comprometida nuestra capacidad de razonar. Exponer razones a favor o en contra de algo es argumentar. En el discurso argumentativo, además de afirmar o negar algo, damos las razones que nos llevan a poder mantener tal declaración. Un argumento no es más que un razonamiento. Una persona proporciona un razonamiento cuando apoya cierta afirmación (o cierta negación) que hace en determinados "datos" o "puntos de partida"; éstos se pueden formular en oraciones llamadas enunciados, que pueden ser verdaderos o falsos. Estos enunciados de partida son lo que se llama premisas del razonamiento o argumento, y el enunciado que se pretende apoyar con las premisas es lo que se denomina conclusión o inferencia.

2. Argumentos deductivos e inductivos.

Habitualmente es posible y conveniente distinguir entre dos tipos de argumentación: la

Deductiva y la inductiva. Los argumentos deductivos tienen una forma estructural lógica, por la

cual, dadas unas premisas verdaderas, la conclusión se hace "necesariamente verdadera", aspecto que ha sido tratado en el tema anterior-. En los argumentos inductivos, por el contrario, no existe este tipo de implicación lógica. Las premisas únicamente hacen "plausible" la conclusión en mayor o menor medida, lo cual depende, no de la forma, sino de la simple relación de apoyo material entre los contenidos. Evidentemente, esta diferencia conlleva un análisis y

evaluación distintos para cada tipo de argumento: en los deductivos además de premisas

verdaderas se buscará una forma lógica válida; en los inductivos bastará con que premisas

verdaderas apoyen materialmente la conclusión y la evaluación se centrará en el grado o medida

en que esto ocurre realmente.

Estas características definitorias de los dos tipos de argumentación son relativamente sencillas desde el punto de vista teórico, pero en la práctica son muchas veces difíciles de apreciar. Por

ello resulta conveniente, no sólo conocerlas, sino también comprender su fundamento: la

implicación lógica resulta de una inferencia que va usualmente desde un planteamiento general

en las premisas a uno particular en la conclusión. En este sentido puede decirse que la conclusión

no supone una nueva información sino algo ya implícito en las premisas; de aquí que sea

"necesariamente" verdadera si éstas lo son. Las conclusiones inductivas, por el contrario, sólo pueden ser más o menos "plausibles" porque la inferencia se realiza en sentido contrario: desde planteamientos de carácter particular en las premisas se pasa a otro particular o general en la conclusión, lo cual sí constituye una nueva información. En tanto que nueva, las premisas pueden apoyar su verdad pero no asegurarla.

En este tema se trata de llevar a los alumnos a una comprensión suficiente de las consideraciones apuntadas, como base sobre la que desarrollar la habilidad para evaluar y producir correctamente argumentos deductivos e inductivos. Para ello, en primer lugar, se trata de que aprecien la diferente calidad de la verdad pretendida en

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