Corrientes Contemporeaneas
Enviado por mateoqi • 27 de Septiembre de 2012 • 1.116 Palabras (5 Páginas) • 444 Visitas
CORRIENTES TRADICONALES
Neoescolástica
El triunfo de Santo Tomás de Aquino, pintura de Benozzo Gozzoli, conservada en el Museo del Louvre.
La Neoescolástica es el renacimiento y desarrollo de la filosofía escolástica de la Edad Media que tuvo lugar desde la segunda mitad del siglo XIX. No se trata solamente de la resurrección de una filosofía extinta desde tiempo atrás, sino más bien de una regeneración de la philosophia perennis o metafísica que surgió en la Grecia Antigua y nunca habría dejado de existir. Algunas veces, la Neoescolástica ha sido denominada neotomismo, en parte porque fue Tomás de Aquino quien dio forma final a la escolástica en el siglo XIII y, en parte, porque tomó fuerza la idea de que solamente el tomismo podía infundir vitalidad a una escolástica del siglo XX. En la primera mitad del siglo XX, se crearon importantes escuelas neotomistas, entre las cuales destacan las de Lovaina (Bélgica), Laval (Canadá) y Washington (Estados Unidos).
Contenido
Neoescolástica española del siglo XVI
Neoescolástica de los siglos XIX y XX
Corriente tradicional
Corriente progresista
Escuela histórica
Escuela progresista
Escuela crítica
Elementos tradicionales
Visiones externas
Neoescolástica española del siglo XVI
Es habitual también utilizar el término «Neoescolástica» para calificar a la escuela de Salamanca del siglo XVI (Francisco de Vitoria, Domingo de Soto, Luis de Molina, Francisco Suárez, etc.);1 una corriente de pensamiento de gran influencia en la historia de la teología, la filosofía, el derecho y la economía (arbitrismo), así como decisiva para entender buena parte de la cultura española posterior.
Neoescolástica de los siglos XIX y XX
Es necesario distinguir dos sentidos del término «Neoescolástica»: los intentos de revitalizar la tradición de la escolástica medieval y sus conceptos fundamentales; y, por otra parte, una corriente de pensamiento adscrita a la Iglesia católica que se proponía realizar una nueva síntesis de la fe cristiana y de la racionalidad moderna. En este sentido, el papa León XIII, en su encíclica Aeterni Patris (1879), afirmó que la doctrina tomista, desarrollada por Tomás de Aquino debía ser la base de toda filosofía que se tuviera por cristiana. Con ella, el Papa dio el apoyo incondicional de la Iglesia Católica al neotomismo, promoviendo la aparición de la Neoescolástica. Esta encíclica formó parte del impulso realizado por el Vaticano con el fin de que la Iglesia Católica se aproximara a los problemas de su tiempo en multitud de ámbitos. Se planteaba, entonces, la necesidad de construir una nueva filosofía cristiana, para lo cual se requería retomar la antigua filosofía escolástica. De esta manera, la Neoescolástica pretendió rescatar el valor de la objetividad frente al relativismo, destacar el valor del realismo frente al idealismo y promover el valor del personalismo.
Corriente tradicional
Los representantes de esta corriente no tienen como objetivo enriquecer la doctrina tomista, sino mostrar (o demostrar) lo que hay de eternamente durable en materia de metafísica. Así, adoptan una actitud defensiva y desafiante frente a los «errores» de la modernidad, contra la cual erigen el tomismo como un bastión infalible. La mayor parte de las obras de esta corriente están escritas en latín, como es el caso de:
Tommaso Maria Zigliara (1833-1893), autor italiano de una Summa philosophica en 3 volúmenes. El papa León XIII lo nombró cardenal y presidente de la Academia de Santo Tomás.
Albert Farges, autor de Estudios filosóficos en 9 volúmenes y de un Curso de filosofía, adoptada como manual por muchos
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