Creatividad para los nuevos tiempos

Creatividad para los nuevos tiempos

Cuando los caminos se encuentran agotados, hace falta la creatividad. Los cambios sufridos en los últimos tiempos, vinieron a transformar radicalmente nuestra forma de vivir. Ahora, dependemos más de la tecnología y de las decisiones que se toman en un mundo globalizado. Se festejan los veinte años de la firma del Tratado del Libre Comercio y quieren hacernos suponer que se tradujo en un mar de beneficios para los ciudadanos, cuando en realidad, las maquiladoras que iban a salvar nuestra economía hubieron de emigrar a otras partes donde han podido encontrar una mano de obra muchísimo más barata.

Crear fuentes de trabajo sigue siendo nuestra prioridad, pero la dificultad de hacerlo, es que mundialmente la producción parece concentrarse en los países asiáticos y nos queda poco espacio en donde poder interactuar. En México, no se inventa tecnología, sino que se importa; de este modo, siempre se irá un paso atrás de los países que se dicen avanzados.

Un tema de moda es la necesidad de educación, pero entendida ésta como la asimilación de los modelos de vida y de producción implementados en los países del primer mundo, idea que se viene manejando desde los años cincuenta y sesenta cuando se comenzó a clasificar a los países en desarrollados, en vías de desarrollo y del tercer mundo, como queriendo decir del lumpen. El gran primer mundo quiere imponer su visión del mundo para que adoptemos los modelos del liberalismo brutal que se puede traducir en la explotación del hombre por el hombre, y según la historia negra, ver como unos pocos se quieren apoderar de los bienes de todos tipos para imponer su voluntad en un monopolio donde los dependientes nada tienen que hacer más que doblegarse.

Por otro lado, existen los países que siguen insistiendo en que el totalitarismo socialista es la solución y no les importa imponer a los pueblos unas condiciones de vida de subsistencia en donde los bienes deben de ser racionalizados según esto para que alcance para todos. En este totalitarismo, poco importa la disidencia y siempre existirá el discurso que convenza que el bien común consiste en doblegarse en la voluntad de unos cuantos que no les interesa mucho si su sistema funciona o no, siempre habrá un tercero a quien echarle la culpa del por qué no funciona.

Políticos van y políticos vienen y parecen ser los mismos quienes intentan ponerse una máscara para no ser reconocidos. Esos que van y que vienen e intentan repetirse, lo único que demuestran es perseguir su beneficio personal y no la solución de los problemas que padecemos.

En este mundo en que vivimos nos hace falta ser creativos. Inventar las nuevas cosas según nuestras propias circunstancias. Estamos acostumbrados a copiar modelos que han funcionado en otras partes porque eso sale mucho más barato y nos evita el tener que pensar. Nos casamos con esos modelos pensando que son la

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