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Critica De La Razon


Enviado por   •  26 de Marzo de 2013  •  2.042 Palabras (9 Páginas)  •  417 Visitas

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CRITICA DE LA RAZÓN TEÓRICA

2.1 LAS FUENTES DEL CONOCIMIENTO

Son dos:

la sensibilidad. Es pasiva, se limita a recibir.

el entendimiento. Es activo, produce ideas espontáneamente sin derivarlas de la experiencia. Por ejemplo, "sustancia", "causa", etc.

Estas dos fuentes de conocimiento, las únicas de que disponemos, funcionan de modo conjunto. La sensibilidad nos proporciona multitud de datos, por ejemplo: "espinas", "color rosa", "olor agradable", etc. y esta multitud queda unificada en el entendimiento bajo el concepto de "rosa". Podemos ir a un plano más abstracto y decir que los datos sensi¬bles quedan unificados en el entendimiento bajo el concepto de "sustancia". Si en Hume los conceptos que no provenían de impresiones (aquí, de la sensibilidad) eran conceptos falsos, vacíos de significado, Kant difiere: los conceptos del entendimiento no derivan de la experiencia (siguiendo a Hume) pero cumplen una función legítima: unificar los datos sensibles en unidades dotadas de sentido. Los conceptos surgen espontáneamente del entendimiento. No se derivan de la experiencia, pero sólo se pueden aplicar a ella. En su aplicación a los datos de la sensibilidad se agota su función. Los conceptos existen para unificar la experiencia, por lo tanto su campo de aplicación legítima es la experiencia. Frente a Hume, el hecho de que los conceptos no provengan de la experiencia no significa que sean desechables. Todo lo contrario, cumplen una función muy importante en el conocimiento, al simplificar y estructurar los datos sensibles. Sin estos conceptos del entendimiento, el mundo sería un amasijo de colores y formas sin ninguna coherencia.

2.2 LOS JUICIOS SINTÉTICOS A PRIORI

La razón combina los conceptos para producir juicios. La ciencia no es más que un conjunto de juicios. Para Hume, existen dos tipos de juicios, las relaciones de ideas y las cuestiones de hecho.

relaciones de ideas

juicios analíticos --------------> a priori

cuestiones de hecho

juicios sintéticos -------------> a posteriori

Todo juicio analítico, para Hume, es a priori: si el predicado está contenido en el sujeto (como en "el todo es mayor que la parte"), entonces su verdad se puede averiguar antes de recurrir a la experiencia, indepen¬dientemente de ella.

Todo juicio sintético, para Hume, es a posteriori: si el predicado no está incluido en el sujeto ("el sol ha salido"), entonces para averiguar su verdad es imprescindible recurrir a la experiencia y ver si es así. Su verdad se establece después (a posteriori) de acudir a la experiencia, no independientemente de ésta.

Kant acepta que los juicios analíticos sean a priori, pero no está de acuerdo con que todos los juicios sintéticos sean a posteriori. Para Kant, hay también juicios sintéticos a priori. Cuando hablábamos del giro coperni¬cano, veíamos que es la razón la que impone las condiciones al objeto, condiciones que van a permitirnos conocerlo. Este giro copernicano se concreta ahora, cuando Kant propone la existencia de tales juicios. Fijémonos: si son sintéticos quiere decir que el predicado no está contenido en el sujeto:

por más que analicemos el significado del sujeto, no por ello deducimos el predicado, al contrario de lo que pasaba en los juicios analíticos. Nos proporcionan un conocimiento nuevo, cosa que no nos daban los juicios analíticos, que se limitaban a ser juicios puramente lógicos y, por tanto, no nos daban ningún conocimiento del mundo. Si son a priori quiere decir que su verdad es anterior a toda experiencia, independiente de ella.

Kant afirma por tanto la existencia de unos juicios que (uniendo las características que hemos detallado) nos proporcionan conocimiento nuevo y que, sin embargo, son verdaderos antes de la experiencia. Hasta ahora creíamos que todo juicio sintético era a posteriori. Si hacemos una lista de juicios sintéticos, lo vemos claramente: "el sol ha salido"; "todos los gatos siameses son blancos"; "el pico más alto del Pirineo es el Aneto". En todos estos casos, habrá que comprobar la verdad después de acudir a la experiencia (después de asomarse por la ventana,, después de ver todos los gatos siameses, después de medir la altura de las cimas pirenaicas).

Un juicio sintético a priori, por ser sintético, nos proporciona conocimiento sobre el mundo y, por ser a priori, es verdad antes de la experiencia. Pidámosle a Kant un ejemplo. "La recta es la distancia más corta entre dos puntos". ¿Es analítico? No, puesto que el predicado no está incluido en el sujeto: la noción de "distancia" no entra para nada en la noción de "recta". Tiene que ser sintético. Sigamos preguntando: ¿es a posteriori? Tampoco, piensa Kant, porque sabemos que es verdad sin tener que ir por ahí midiendo distancias entre dos puntos, sin necesidad de ninguna comprobación experimental.

Kant no niega que haya juicios sintéticos a posteriori, lo que niega es que todos los juicios sintéticos sean a posteriori. Los principios fundamentales de las ciencias, dirá, son precisamente juicios sintéticos a priori.

Otro ejemplo: "todo lo que comienza a existir tiene causa". ¿Es analítico? No, porque en la idea de "algo que comienza a existir" no está incluida la idea de "tener una causa". ¿Es a posteriori? Tampoco, porque sabemos que es así antes de ninguna experiencia. En este juicio, que no es otro que el principio de causalidad, uno de los juicios sintéticos a priori que fundamentan la Física, según Kant, ve¬mos quizá mejor que en ningún otro el significado de su diferencia con Hume

Para Kant, nosotros no estamos seguros de que el principio de causali¬dad se cumpla siempre (=que es a priori) por pura costumbre, porque siempre ha sido así, como decía Hume. Si un día al encender fuego, en lugar de salir humo, sale agua, no pensaremos que el principio de causalidad ha fallado, sino que más bien nos preguntaremos "¿por qué en lugar de salir humo sale agua?", y esto no es más que preguntarse: "¿cuál es la causa de que en lugar de humo salga agua?". Vemos que continuamente estamos presupo¬niendo el principio de causalidad, se cumpla o no lo que nosotros esperamos por costumbre. Por eso es a priori: porque ningún hecho de experiencia pues demostrar jamás que es falso. Atribuir el humo al fuego o a otra causa, depende de la teoría física, y podemos equivocarnos. Pero atribuir el humo a una causa no depende de ninguna teoría física, y en este planteamiento la

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