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Crítica Del Paradigma Posmodernista En Su Impacto Educativo Y Comunicativo. Pablo Guadarrama González.1


Enviado por   •  21 de Diciembre de 2014  •  2.889 Palabras (12 Páginas)  •  302 Visitas

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Crítica del paradigma posmodernista en su impacto educativo y comunicativo.

Pablo Guadarrama González.1

Ser moderno siempre ha exigido una actitud critica y renovadora del presente ante

lo establecido y comúnmente aceptado en el pasado2

como normal o adecuado por eso toda

educación autentica en cierto modo debe ser siempre moderna. Una postura moderna es

cuestionadora de lo existente por considerar que no ha cumplido con las exigencias de los

tiempos nuevos. La postmodernidad se presento como la insatisfacción con la presunta

satisfacción de la modernidad. En tal sentido todos parece que somos algo posmodernos

querramos o no, por lo que negar la existencia de la posmodernidad puede resultar

superficial, como plantea Frederic Jameson3

. Por otra parte debemos diferenciar

adecuadamente el hecho histórico de la postmodernidad de algunos de las corrientes de

pensamiento posmodernista que se han derivado de sus diferentes interpretaciones

La modernidad debe ser entendida como la etapa de la historia en que la civilización

alcanza un grado de madurez tal que rinde culto a la autonomía de la razón y se cree

fervientemente en su poder, por tal motivo la educación alcanza un dinamismo y

significación no anteriormente conocidos en la historia, junto al extraordinario desarrollo de

la información y la comunicación, que se convirtieron en premisas indispensables de

modernidad.

1

Pablo Guadarrama González (1949) Académico Titular de la Academia de Ciencias de Cuba.

Doctor en Ciencias (Cuba) y Doctor en Filosofía (Leipzig). Doctor Honoris Causa. (Perú).

Profesor Titular de la Cátedra de Pensamiento Latinoamericano de la Universidad Central de Las Villas. Santa Clara.

Cuba. Autor de varios libros sobre teoría de la cultura y el pensamiento filosófico latinoamericano, así como numerosos

artículos publicados en Cuba y en otros países. Ha dirigido varios proyectos de investigación y tesis doctorales en su país

y en el exterior. Ponente en múltiples congresos internacionales. Coordinador general del proyecto internacional de

investigación UNESCO “El pensamiento latinoamericano del siglo XX ante la condición humana”. Ha impartido cursos

de postgrado y conferencias en varias universidades latinoamericanas, de España, Estados Unidos, Japón, Rusia y

Alemania. Ha obtenido varios premios y distinciones por su labor intelectual.

2

¨La palabra moderno, en su forma latina modernus, se empleó por primera vez a finales del siglo V para distinguir el

presente, que se había convertido oficialmente en cristiano del pasado romano y pagano. El término <<moderno>> , con

un contenido diverso, expresa una y otra vez la conciencia de una ‘epoca que se relaciona con el pasado, la antigüedad, a

fin de considerarse a sí misma como el resultado de una transición de lo antiguo a lo nuevo¨ . Habermas, J. ¨La

modernidad, un proyecto incompleto.¨en Foster, H y otros La posmodernidad. Editorial Kairos. México. 1988. p. 20.

3

“El asunto es que estamos hasta tal punto dentro de la cultura de la posmodernidad, que su rechazo superficial es tan

imposible como complaciente y corrupta es cualquier celebración igualmente superficial.” Jameson, F.Teoría de la

postmodernidad. Editorial Trotta. 1996. p. 92. 2

Paradójicamente con la modernidad también se incrementa de algún modo la razón del

poder y la violencia4

a través de los cuales se impuso a los pueblos colonizados de

América, Asia y Africa el proceso “civilizatorio” eurocéntrico exigido por el desarrollo del

capitalismo a nivel mundial.

La modernidad propicia una confianza desmedida en la ciencia y la técnica –y con ello

aparece el culto a la información y a la comunicación con instrumentos de poder-, como

expresión de la capacidad humana por conocer el mundo y dominar todas sus fuerzas más

recónditas, a partir del supuesto da que con el cultivo del conocimiento se logra la plena

realización humana5

. De esa creencia se deriva otra aún más nefasta proveniente,

especialmente en Latinoamérica del predominio durante mucho tiempo del paradigma

epistemológico positivista6

: considerar que el desarrollo de la ciencia y la técnica por sí

solo producirá la infinita satisfacción humana de sus crecientes necesidades.

La historia de la ciencia y la educación de los últimos tres siglos esta cargada de

reduccionismos epistemológicos. Bien sea el determinismo geográfico de la Ilustración, el

socialdarwinismo evolucionista, el economicismo de algunas interpretaciones del

marxismo, el psicologismo, el fisicalismo, el logicismo neopositivista, el reduccionismo

lingüístico y comunicativo, etc., hasta la más recientes formas de cibernetizacion que han

conducido a la hiperbolización no solo en la actividad científica y educativa sino en la vida

cotidiana de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) por supuesto

que han tenido argumentos validos que los han fundamentado, pero también innumerables

lados débiles para su adecuado enjuiciamiento critico.

La postmodernidad recogió la herencia irracionalista que puso en entredicho muchas de

las creencias en el poder extrapolado de la ciencia y la educación, así como que la historia

transcurra en un proceso lineal de progreso permanentemente ascendente. Una

reconstrucción objetiva de la historia presupone reconocer los momentos zigzagueantes, los

4

“Una de las páginas más violentas escritas en la historia de la humanidad ha sido el tránsito de las sociedades de la

tradición a la sociedad moderna” Lopez, H,F. El mito de la modernidad. Ediciones Horfe. Bogotá. 1997. p. 68.

5

“La modernidad que se inicia en el siglo XVI se afianza en la racionalidad y en la libertad mediante las cuales, y por

medio de la ciencia y la técnica que construyen, el ser humano se lanza a la aventura de forjar su propio mundo como obra

de su voluntad y destreza” Serrano Caldera, A. El doble rostro de la posmodernidad. Editorial El amancer. San José de

Costa Rica. 1994. p. 206.

6

Véase: Guadarrama, P. Positivismo en América Latina. Universidad Nacional Abierta a Distancia. Bogotá.

2001.Antipositivismo en América Latina. Universidad Nacional Abierta a Distancia. Bogotá. 2001; Positivismo y

...

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