¿Cómo se concibe el perdón y la reconciliación desde la reflexión filosófica?
Enviado por heladocermoso • 25 de Marzo de 2016 • Trabajo • 2.609 Palabras (11 Páginas) • 432 Visitas
¿Cómo se concibe el perdón y la reconciliación desde la reflexión filosófica?
Todo sujeto que tiene la capacidad de emitir un juicio o de razonar, se ha cuestionado en busca de comprender el comportamiento del ser humano en cuanto sus acciones, desde ¿Qué es lo que está bien? o ¿Qué está mal?
El hombre es un ser social, es decir que necesita de la interacción con el otro y de la vinculación en cuanto a lo que lo rodea, el hombre crece y se desarrolla según su entorno, esto significa, que no puede vivir sin la presencia de la sociedad ya que ningún ser humano satisface por si solo sus necesidades psico- afectivas, por lo que el hombre se encuentra en la constante búsqueda del bien común y en pro de su propio desarrollo.
El ser humano espera actuar desde el sentido común, siendo este la expresión que define las creencias o preposiciones que benefician en su mayoría a una sociedad, de modo que determina un estado lógico o razonable y establece lo que es válido, deciden las tendencias, las normas de una conducta aceptable, es decir de alguna forma diseña el perfil de un ciudadano modelo que gira entorno a la edad o género. Cuando el ser humano actúa según el ideal se considera cuerdo y razonable, esta es causa de que cuando existe la ausencia de la cordura se clasifica como locura, siendo considerada como una enfermedad mental que hace del ser humano un discapacitado.
En mi opinión la locura es inevitable en la experiencia humana, todos estamos compuestos por un ser desde la individualidad la cual infringe un estado de cordura, pues el ser humano desde su interior posee una inclinación hacia el abismo, hacia lo turbio, un estado del ser salvaje e incoherente, donde lo único que nos mantiene cuerdos es la formación y educación del ser desde la moral y la ética. Cuando el ser humano atenta contra la dignidad del otro es indicio de la otra cara del ser que manifiesta rencor o resentimiento; la locura es la razón de ser de la cordura donde lo que único que impide el paso de una a la otra es una delgada línea entre estas dos etapas del sujeto.
La locura parte de una inestabilidad mental debido a la soledad, la agonía, el rencor o el miedo, siendo estás causas suficientes para un asesino cometer una escena del crimen; por esa razón el ser humano le teme a la locura, porque le teme a la incertidumbre del mundo y del propio hombre. Al ser humano le aterroriza el hecho de no tener dominio sobre sí mismo y no poder manifestarse de forma clara y en medio de este estado afectarse o afectar de forma significativa al otro, dado que esto es justo lo que puede hacer la locura, enceguecer la razón del ser.
El ser humano juzga desde su propia prerrogativa siendo este participe desde mi punto de vista injustificable enjuiciar de forma perjudicial al que no actúa de forma cuerda ya que todos somos partidarios de esa condición.
La cuestión parte de catalogar esta condición como algo grato o errado.
Según Platón, el bien es la idea principal de todas las ideas ya que es la fuente del ser y del entendimiento del resto de ideas. Y el mal es nada, porque es la ausencia del ser, el no-ser. Platón se posiciona en cuanto una perspectiva realista en la que el bien se muestra como una realidad existente y el mal no puede ser una idea en si existente, ya que implica la ausencia del bien; asocia el mal como algo indeterminado o confuso.
A lo largo del tiempo se ha dado respuesta a la acción del bien o el mal con que hay que partir principalmente en que no existe el bien o el mal de forma absoluta, ya que de este depende del punto de vista del que juzga. De ahí emerge el concepto de relativismo con base en el ideal que posee una sociedad según sus costumbres e ideologías.
E aquí cuando se aplica el término de reflexión filosófica, por el cual el ser humano le da un juicio hecho posteriormente al juicio, desde la libertad, restringida a las circunstancias y la percepción cultural. La reflexión filosófica es una mirada retrospectiva desde la interioridad del ser con su ser, en cuanto su propia existencia; en este concepto el sujeto reflexiona de la retroalimentación del ser en sí mismo en reflejo de lo que fue, experimento y sintió, también se conoce en la filosofía como conocimiento que se conoce o el conocimiento de sí mismo, este se origina de la conciencia con el “yo” y el entendimiento, siendo el entendimiento la razón, por la cual se llegan de unas verdades a otras. La idea de este parte en forma filosófica, ya que la filosofía se da desde una reflexión metódica que se asombra de cualquier realidad existente, pretende dar nuevos caminos de pensamiento, impulsar una amplitud crítica, capacidad de escucha, un análisis objetivo y fundamental, una mirada profunda a lo esencial del ser humano en busca de un análisis más profundo de lo contingente.
Kant define a la reflexión como la acción por la cual pongo en paragón la comparación de las representaciones, en general con la facultad de conocer, en donde se realiza y por la cual distingo si son comparados unas con otras como pertenecientes al entendimiento puro o intuición sensible. Kant le aplica a la reflexión el uso de la razón, en él se la da un juicio reflexivo el cual se refiere hipotéticamente a los objetos del conocimiento.
De aquí parte el punto al que queremos llegar ¿cómo se concibe el perdón y la reconciliación desde la reflexión filosófica? Para dar respuesta a esta pregunta, vamos a partir desde el concepto con el objetivo de encontrarle un sentido a los términos solicitados desde su propia cuestión. Para eso debemos darle solución a las siguientes preguntas ¿qué es la reflexión filosófica? de la cual ya se hizo su respectivo análisis ¿Qué es la reconciliación? Y ¿Qué es el perdón?
Emmanuel Levinas se refiere a un “mismo” o “yo” como el sujeto visto desde de sí mismo, relacionándose con lo que lo rodea desde su punto subjetivo, en relación con el “otro” siendo el otro lo que se presenta en el entorno, lo que se encuentra alejado del mismo; Levinas define al “otro” desde lo que caracteriza de forma sustancial a el mismo y su totalidad conceptual. Según Levinas la relación ética del “otro” con el “mismo”, la define como el “yo” presentándose con una moral establecida, basada en la no violencia en correlación con el “otro” de forma que conserve su alteridad; siendo el comportamiento contrario la anulación de la moralidad y la alteridad en la vinculación con el “otro”.
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