Death Note

El último cuento habla sobre la visita de unas viejas mujeres a la casa de Lucas Lucatero para llevárselo a Amula con ellas.

En la visita de aquellas mujeres va una ex novia de Lucas a la que el dejo sin ninguna razón y a pesar de que ella lo espero y lo espero, luego se enteró de que el ya se había casado.

Para evadir la visita de las mujeres Lucas intenta ofrecerles agua, huevos; huevos que están por donde los conejos. Así que sale a buscarlos afuera en el corral, Lucas piensa en escaparse pero le da por regresar a la casa con las mujeres.

De pronto a las mujeres se les ocurre preguntarle que si quiere ir con ellas a Amula, que a eso han venido, a llevárselo para que las acompañe en sus ruegos por Anacleto Morrones ya que él es su yerno.

Lucas les dice que no, porque su mujer ya no es su mujer ya que el la corrió y no tenía idea de donde estaba.

Ellas le piden que vaya pero que antes se confiese y el les contesta que si era malo es porque había sido ayudante de Anacleto; porque a pesar de que lo creían un santo en realidad había sido santero enfrente de la iglesia.

Después de eso las mujeres se arrodillaron y comenzaron a orar por Anacleto, Lucas aprovechó para ir a comer unos tacos y cuando volvió solo había cinco mujeres de las diez que estaban.

Cuando volvió les ofreció más agua de arrayan por lo que una de las mujeres se metió el dedo en la boca vomitando el agua en la maceta de Lucas alegando que no quería nada con él. La mujer se fue.

Después de un tiempo otras dos mujeres se fueron quedándose únicamente Pancha Fregoso, Lucas le pregunta si ella se quedara a dormir con él y ella le contesta que lo único que ella quiere es llevárselo a Amula.

Pancha accedió a quedarse con Lucas solo si se iba con ella a Amula y Lucas le dijo que sí.

Pancha y Lucas comenzaron a poner las piedras del corral de Lucas en su lugar sin que ella sospechara que bajo esas piedras se encontraba el cuerpo de Anacleto Morrones. Finalmente Pancha le dijo que el bueno para dar cariño no era Lucas sino el niño Anacleto, ya que el si sabía hacer el amor.

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